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Innovación

Impresión 3D: la llave de la tecnología del futuro

Sectores como el sanitario, aeroespacial o industrial podrán beneficiarse de la reducción de los costes de fabricación que augura esta tecnología

Gundya Tikoa, el dios de las tribus de Khoikhoi, una etnia nómada de África, cometió innumerables pecados y, por ello, fue maldecido por su creador, siendo apartado de todo culto religioso. A partir de ese momento, Tikoa dejó de usar sus cualidades y de dominar sobre los hombres como ser supremo.

Ese fue el objetivo con el que la consultora española Tikoa, que debe su nombre a este ser mitológico, ha creado un observatorio de impresión 3D: usar esta tecnología de bajo coste, reduciendo la barrera de entrada económica a la producción de objetos, “que hoy en día está solo en mano de grandes capitales”, aseguran desde la compañía.

Las impresoras 3D se convertirán en un producto generalizado durante el próximo lustro, según un informe publicado por International Data Corporation. En este sentido, Francisco José Piqueras y Juanjo Pina, creadores de Tikoa, una compañía especializada en el diseño y la fabricación aditiva (más barata, rápida y precisa que las convencionales), han fundado este organismo con el que podrán analizar el mercado internacional, así como las oportunidades de negocio de la impresión 3D.

Observatorio Permanente Tikoa de Fabricación Aditiva e Investigación Neoindustrial (Optain) es el nombre que recibe este centro, que dadas las características de su capital humano (se encuentran repartidos por todo el mundo), no dispone de instalaciones físicas.

“Realizaremos estudios cualitativos y cuantitativos para poder responder a las necesidades de información y formación de cientos de compañías tanto de España como de EE UU y Latinoamérica”, añade Pina. Para ello, han reunido a un equipo de 25 expertos en este sector, procedentes de diferentes nacionalidades.

Áreas de aplicación

Por el momento, ya ha emitido su primer informe cuatrimestral en el que analiza la aplicación de la impresión 3D varios sectores como el de automoción, aeronáutica o incluso muebles, calzado o joyería. “Mi socio y yo nos decantamos por la neoindustria, porque es el futuro”, argumenta Piqueras.

Medicamentos personalizados a cada cliente o nanodrones que se introduzcan en el cuerpo y sean capaces de eliminar las acumulaciones de grasa de los vasos sanguíneos son algunas de las posibilidades que brinda la impresión 3D en el sector de la sanidad.

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En materia aeroespacial, la impresión 3D se centra en el estudio de piezas más ligeras para así reducir el gasto en material sin perder resistencia. Además, ya ha empezado a aplicarla en algunos productos como es el caso de Premium Aerotec, subsidiaria del fabricante Airbus, que ha abierto una nueva planta de fabricación aditiva para componentes aeronáuticos. “Las impresoras 3D son capaces de imprimir en materiales muy distintos, de ahí que sus aplicaciones sean casi infinitas”, apostilla Piqueras.

Expertos en el sector indican que el crecimiento exponencial de este mercado reside en la reducción de costes. La impresión 3D permite ahorrar el precio de fabricación, recortar la cantidad de material necesario y eliminar costes de ensamblaje. De cara a 2019, se prevé que el gasto en impresión aumente anualmente un 27%, hasta generar alrededor de 24.600 millones de euros dentro de unos tres años.

Un contexto en el que la neoindustria va a quedar configurada por la impresión 3D. Una producción descentralizada e innovadora, donde los servicios de una factoría o empresa vuelven a integrarse de manera vertical, una producción inteligente donde máquinas, sistemas y redes sean capaces de intercambiar información y responder así a los sistemas de gestión o un conjunto de redes interconectadas son los retos a los que va a enfrentarse todo el conjunto del sector empresarial con la introducción de la fabricación por adición.

Por el momento, desde Tikoa aseguran que la fabricación aditiva cuenta con un potencial de desarrollo tecnológico importante a corto plazo, cuyo reto principal es dar con las aplicaciones industriales que sean capaces de aportar una ventaja competitiva y diferencial. “Aunque solo el futuro será capaz de indicarnos si estábamos en lo cierto”, añaden desde el observatorio.

China, el gigante de la fabricación contemporánea

Las solicitudes chinas representan una cuarta parte de las patentes en impresión 3D y robótica, lo que hace que este país sea uno de los que mayor crecimiento industrial aditivo experimenta, según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.

La innovación centrada en el cliente y hacia la eficiencia son las principales oportunidades que surgen dentro del país asiático en este ámbito y que puede llegar a suponer en 2025 el 24% del PIB de China, unos 1.800 millones de euros. Un desafió que conseguirá si continúa con la transformación de sus procesos productivos, en particular la digitalización.

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