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Reconoce un “riesgo económico” de 2.000 millones

Volkswagen: otros 800.000 vehículos pueden haber sufrido irregularidades

VW aseguró a Industria en octubre que el fraude de las emisiones no afectaba al dióxido de carbono Este nuevo hallazgo podría comprometer las ayudas recibidas de los planes PIVE

Estacionamiento de automóviles de Porsche en una fábrica de Leipzig, Alemania.
Estacionamiento de automóviles de Porsche en una fábrica de Leipzig, Alemania.JAN WOITAS (EFE)

Volkswagen abre un nuevo frente en la gran crisis que se cierne sobre ella. Una nueva grieta que puede convertirse en un abismo porque la automovilística ha detectado “irregularidades” en las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de alrededor de 800.000 vehículos de su grupo. La empresa no da más datos. Son vehículos en su mayoría equipados con motores diésel, pero no especifica cuáles estarían dando estas medidas posiblemente falseadas ni qué marcas o modelos tendrían manipuladas estas emisiones. Solo realiza una primera valoración económica: 2.000 millones de euros para hacer frente a las consecuencias de este nuevo escándalo.

Según explicó en un comunicado, durante las investigaciones abiertas en torno a los motores diésel por las acusaciones de las autoridades medioambientales estadounidenses, que se centraban en las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx), se ha detectado que algunos modelos presentaron datos irregulares de emisiones de CO2. En septiembre, tras desvelarse el escándalo por el trucaje de motores diésel que afectaba a 9,5 millones de vehículos, ya anunció una provisión de 6.500 millones.

La presunta manipulación de los datos de CO2 es especialmente sensible porque son exactamente las emisiones contra las que lucha la legislación europea. Las ayudas del plan PIVE están ligadas específicamente a la reducción de estos gases contaminantes.

Volkswagen aseguró al Ministerio de Industria a principios de mes, cuando el ministro José Manuel Soria amenazó con pedirle a la empresa la devolución de las ayudas de los planes PIVE, que el software instalado en las centralitas de sus vehículos diésel solo manipulaba las emisiones de NOx, que no están dentro del plan PIVE. El ministro afirmó que pediría informes técnicos precisos para confirmar la información.

En este sentido, Volkswagen ha explicado que se pondrá en contacto “de manera inmediata” con las autoridades competentes para aclarar lo sucedido y para certificar de forma correcta los valores de CO2 de los vehículos afectados. Esto contribuirá a realizar una estimación más fiable de las “consecuencias jurídicas y económicas de unos hechos que no están totalmente aclarados”. Porque otra de las dudas es si estos vehículos cumplen con la legalidad vigente en materia de controles medioambientales, si pueden pasar exámenes como la ITV y qué tipo de arreglo necesitarán en el caso de estar incumpliendo.

El presidente de la junta directiva del grupo, Matthias Müller, recordó que desde el principio del escándalo se comprometió a aclarar lo sucedido “completamente y sin miramientos” y aseguró que no se detendrá “ante nada y ante nadie”. “Es un proceso doloroso, pero no hay alternativa para nosotros. Para nosotros solo cuenta la verdad”, dijo.

Multa adicional

Por otro lado, el nuevo pliego de cargos emitido el lunes por la noche contra Volkswagen por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de EE UU puede tener dos consecuencias inesperadas para la automovilística. Por un lado, la inclusión de los motores diésel 3.0 entre los que han sido objeto de manipulación de las emisiones de gases contaminantes, que montan los modelos Porsche Cayenne 2015, Volkswagen Touareg 2014, Audi A6 Quattro, A7 Quattro, A8, A8L y Q5, supone aumentar la lista de vehículos afectados en Estados Unidos en 10.000 unidades hasta 2015 “y en un número indeterminado aún de vehículos que iban a salir al mercado en 2016", según se lee en el pliego de cargos de la EPA.

Estos coches cometen la misma infracción que los anteriores 482.000 detectados en EE UU. Por tanto, este nuevo descubrimiento incrementaría la posible multa en EE UU para Volkswagen en, al menos, 370 millones de euros adicionales. La empresa ya se expone a una sanción en este país de hasta 18.000 millones de dólares (16.000 millones de euros). La automovilística ha negado que exista tal manipulación en los motores 3.0.

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