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Morgan Stanley prevé la eliminación total de estas condiciones para 2015

El plan de supervisión del Banco de España incluirá las cláusulas suelo

Fachada del Banco de España, en Madrid.
Fachada del Banco de España, en Madrid.Pablo Monge.
Juande Portillo

El plan de supervisión del sector financiero para 2014, que está elaborando en estos momentos el Banco de España, incluirá por primera vez la revisión específica de las cláusulas suelo que algunas entidades siguen aplicando en sus hipotecas.

La condición que limita el precio mínimo al que puede caer la cuota hipotecaria pese a la depreciación del euríbor fue considerada nula por el Tribunal Supremo en aquellos casos en que resulte opaca. La sentencia llevó a algunas entidades a eliminarlas todas de su cartera y promovió una revisión de las hipotecas del resto del sector. El control se extenderá ahora al próximo año y los analistas de Morgan Stanley, de hecho, prevén que estas cláusulas terminen desapareciendo del mercado español para 2015.

Las cláusulas suelo llevan en la diana desde que una demanda conjunta contra BBVA, Novagalicia y Cajamar culminara con un fallo del Supremo, del 9 de mayo, declarando nulas aquellas que no sean transparentes. Interpelado por las entidades, el Tribunal aclaró en junio seis supuestos de opacidad: aparentar que el contrato se rige por un interés variable; no aclarar que es un elemento clave del crédito; sostener que una cláusula techo compensa la de suelo; ubicarla “entre una abrumadora cantidad de datos” que la “enmascare”; no incluir “simulaciones de escenarios” que reflejen cómo afectaría a cliente la variación del euríbor o el hecho de no comparar su coste con otros productos de la firma.

29% de las hipotecas españolas incluía cláusulas suelo, según los datos recabados por el Banco de España en 2009.

80% es el total de hipotecas que incluían cláusula suelo en 2013 según estimaciones del Colegio de Registradores.

4 millones de familias pagan un mínimo en la hipoteca por mucho que baje el euríbor, según los cálculos del Colegio de Registradores.

Aunque BBVA y Cajamar recurrieron el fallo –acción rechazada por el Tribunal en noviembre–, las tres entidades directamente aludidas anularon inmediatamente todas las cláusulas suelo de su cartera con efectos desde el 9 de mayo.

BBVA asumió entonces que la decisión le costaría 35 millones solo en junio, lo que arroja una factura de unos 420 millones en 12 meses. Novagalicia y Cajamar, que estimaron el coste para los siete meses que restaban de 2013, hablaron de una factura de 48 y 50,3 millones de euros, respectivamente.

El resto del sector sostuvo entonces que sus contratos eran transparentes y sus cláusulas válidas, si bien el fallo del Supremo desencadenó un aluvión de sentencias anulando cláusulas suelo de nuevas entidades. El ministro de Economía, Luis de Guindos, avanzó entonces que la sentencia del Supremo afectaba a todo el sector y promovió una revisión general por parte del Banco de España.

Las entidades tuvieron un mes para informar al supervisor de qué parte de su cartera hipotecaria incluía cláusulas suelo y cómo afrontarían su anulación aunque los responsables del Banco de España alegaron que no era responsabilidad suya anularlas. La institución, de hecho, ni siquiera ha hecho pública la información recabada.

Guindos, sin embargo, incidía hace unas semanas en que las cláusulas suelo seguirían siendo controladas por las autoridades. Fuentes cercanas al supervisor han confirmado, de hecho, que en el plan de supervisión anual de 2014 que está elaborando ahora mismo el Banco de España “se van a incorporar revisiones específicas de las cláusulas suelo para evaluar el cumplimiento de la normativa vigente por parte de las entidades y la aplicación de buenas prácticas bancarias”.

Si bien no se espera que el organismo las anule, dada la creciente presión política, supervisora y judicial sobre ellas, analistas como los de Morgan Stanley esperan que las cláusulas suelo sean retiradas de todo el sector para 2015 lo que, sostienen, afectaría especialmente a Sabadell, Popular y CaixaBank.

Mientras entidades como Santander o Bankinter no las usan, a Bankia, que solo las aplica al 4% de su cartera, le costaría unos 50 millones al año. Popular estima que su eliminación le costaría 105 millones anuales y en el sector se habla de otros 100 más para Sabadell (aunque Bankia Bolsa habla de 325 y 190 millones, respectivamente).

Para CaixaBank, el golpe equivaldría al 8% de sus beneficios anuales, según Credit Suisse. Unicaja, que no lo ha detallado, sí recoge como un riesgo en el folleto de adquisición de Ceiss que el 25% de todo su crédito a la clientela esté ligado a cláusulas suelo.

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