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Microfinanciación

Los emprendedores se alían con el ‘crowdfunding’

El micromecenazgo pasa del nicho de los artistas a los futuros empresarios del sector tecnológico

El crowdfunding (en español, financiación en masa o micromecenazgo) está de moda en España y en el resto del mundo. Comenzó destinado a subvencionar proyectos culturales (productos audiovisuales, álbumes musicales, conciertos, etc.) y se ha extendido a la mayoría de las áreas empresariales, aunque hay una presencia mayoritaria del sector de las TIC. De hecho, Alexis Vegas, fundador y CEO de una de estas plataformas, afirma que “el 80% de los proyectos que reciben son tecnológicos”.

Este joven se halla inmerso en un proyecto de mecenazgo. Nuuuki.com, así se llama la web, es una plataforma de financiación para emprendedores, que abrirá sus puertas el próximo 1 de abril.

Desde el 6 de febrero y hasta el 20 de marzo, su equipo se halla en busca y captura de proyectos interesados en este tipo de financiación. De todos los candidatos, los nueve más innovadores entrarán a formar parte de la primera ola de Nuuuki. Pero ese día no terminará su trabajo. Las empresas podrán seguir presentando sus ideas y, según logren sus objetivos las anteriores, nuevas iniciativas se unirán a la página.

Jóvenes sin ahorros y con grandes ideas

Esta plataforma no es la primera en España en seguir este sistema. Thecrowdangel.com (destinada sobre todo a proyectos tecnológicos) o Sociosinversores.es son tan solo algunos de los lugares de reunión para emprendedores e inversores donde estos últimos pueden lograr participaciones en la empresa o convertirse en uno de sus trabajadores.

De hecho, el pasado 12 de febrero, la Cámara de Comercio de La Rioja celebró del I Foro de Crowdfunding de la localidad. Al evento acudieron más de una decena de plataformas nacionales, inversores privados y 15 proyectos emprendedores para debatir acerca de los puntos fuertes de esta nueva forma de financiación empresarial.

Una buena opción para aquellos con buenas ideas en mente, pero sin fondos para llevarlas a cabo. Lo normal es que los interesados sean start-ups o pequeñas empresas, pero también se aprovechan grandes compañías en expansión, según Julio Gómez, presidente de la Comisión de Innovación y Nuevas Tecnologías de la Cámara de Comercio de La Rioja.

De todos los candidatos, la mayoría logra su objetivo: prácticamente el 80% de los proyectos que se apuntan a una de estas plataformas obtiene la financiación para ponerse en marcha. De no conseguirlo, los inversores recuperan su dinero y el creador del proyecto puede volver a presentar la idea posteriormente con algunas modificaciones. De hecho, la mayoría de las webs establecen un tiempo determinado para lograr el presupuesto y en algunos casos, la cifra propuesta se llega incluso a superar con creces.

Los jóvenes son los más aficionados a esta fórmula, personas entre 22 y 35 años, pero no los únicos. Nuuuki, por ejemplo, “nació orientada a jóvenes emprendedores recién titulados, pero también a personas que han perdido su trabajo y tienen buenas ideas”, afirma su fundador.

También hay variedad en cuanto al tipo de inversores interesados. En el caso de la plataforma de Vegas, la red está firmando acuerdos previos con fondos de capital riesgo para asegurarse un movimiento inicial, pero confían en que en un futuro “participen personas de la calle, con ahorros, interesadas por las ideas”.

Los mecenas no se van con las manos vacías y el bolsillo menos lleno. “Existen distintos tipos de crowdfunding”, explica Julio Gómez, “modelos de financiación similares a los de los bancos, en los que el inversor recuperará su aporte; modelos de participación, en los que se hace con un número de acciones de la empresa, o modelos de recompensa, sobre todo en el caso de proyectos culturales, donde los mecenas reciben ciertos regalos por su ayuda”.

El ingenio al servicio del ingenio

Alexis Vegas tiene 22 años. Al terminar su carrera, Administración y Dirección de Empresas, viajó a Londres. En una de las múltiples charlas sobre emprendimiento a las que acudió –reconoce ser un fanático de este tema–, observó sorprendido cómo “unos jóvenes pedían a pie de calle microfinanciaciones para un proyecto a sus vecinos”.

Como buen emprendedor, decidió traer esta fórmula a España, pero en el ámbito online. Así surgió la plataforma online Nuuuki.com. El proyecto comenzó con capital cero. Sin embargo, “para empezar a crecer, sí que necesitamos una inyección para afrontar la salida al mercado con mayores garantías de éxito”, afirma Vegas. De hecho, “ya se han puesto en contacto con nosotros varios inversores y fondos de capital riesgo para entrar a formar parte del proyecto”.

Una vez el equipo de Nuuuki aprueba la propuesta del emprendedor y realiza, junto con varias consultoras de Barcelona, un análisis financiero, este se queda con un 51% de las participaciones, asegurándose así el control del negocio, y el resto se pone a disposición de los inversores. Estos pueden hacer donaciones de entre 90 y 3.000 euros y recibir así un porcentaje sobre la participación de los beneficios de la empresa de entre el 1%y el 49%.

“El emprendedor tiene un plazo de 120 días para vender las participaciones; de no conseguirse, se retira el proyecto y el dinero es devuelto a los inversores”, explica Vegas. Durante los cinco meses posteriores a la consecución del dinero, Nuuuki ayuda a la nueva empresa, que, una vez al año, se reúne con los mecenas.

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