Aliseda entra en la promoción de viviendas fuera de la órbita de Popular

Aliseda se suma a la nueva ola de leve recuperación en la vivienda de obra nueva, a la que se quiere subir para crecer con otros negocios más allá del de dar salida a los activos inmobiliarios de Popular. Por eso, esta compañía ultima la entrada en el negocio de la promoción de la mano de nuevos socios.

La compañía busca un actividad adicional en este desarrollo de viviendas para terceros. Pero además, invertirá en alguna de esas futuras promociones con recursos propios. Para 2016, pondrá en marcha alrededor de 25 proyectos residenciales de obra nueva, lo que supondrá llevar al mercado alrededor de 1.500 viviendas. A partir de 2017, el ritmo de construcción será mayor, alcanzando las 2.000 viviendas. “Es una nueva oportunidad de negocio”, avanza Javier de Oro, director de activos inmobiliarios de Aliseda, en el marco de SIMA, el salón inmobiliario que se celebra en Madrid hasta el domingo.

Aliseda nació como plataforma de gestión para Popular, con el fin de comercializar la carga de activos que el banco asumió tras la crisis del ladrillo. A finales de 2014, la entidad financiera vendió el 51% de la sociedad a los fondos estadounidenses Värde Partners y a Kennedy Wilson. Ambas firmas están especializadas en la búsqueda de oportunidades en el sector inmobiliario.

Värde, por ejemplo, ha estado activo en la compra de terrenos, según fuentes del mercado, y Kennedy Wilson se ha asociado, por su parte, con Renta Corporación para sus nuevos proyectos inmobiliarios.

Nueva línea de negocio

Actualmente, Aliseda se centra en dos líneas de negocio: la gestión de activos adjudicados y de créditos morosos. Gestiona suelos por valor de 7.000 millones y cuenta con más de 55.000 activos, 31.000 de ellos en comercialización y publicados en su web, de los que 25.700 son residenciales. Al cierre de 2015, había vendido 13.000 inmuebles, alcanzando ventas de 2.000 millones.

De esos activos, el 41% corresponde a obra nueva. Parte de la actividad de Aliseda, precisamente, consiste en desarrollar viviendas en suelos del Popular o de promociones asumidas por el banco que estaban sin concluir. Pero el siguiente escalón pasa ahora por comenzar a vender sobre plano y con diferentes socios fuera de la órbita de Popular. Las fórmulas de colaboración serán variadas, ya que las empresas pueden aportar sus propios suelos, contratar a Aliseda como gestor de la obra, y la inmobiliaria decidirá, caso por caso, en los proyectos en los que también ejerza como inversor gracias a la caja que genera la compañía.

Zonas donde construir

Para el responsable de Aliseda, se abre la ocasión de construcción de obra nueva más allá de Madrid, Barcelona y la Costa del Sol, como por ejemplo en Baleares, Córdoba, Almería, Alicante, Valencia y alguna otra gran ciudad: “Vemos un buen momento para el residencial. El pasado año se vendieron 400.000 viviendas, en 2017 serán alrededor de 450.000 y para 2020 llegarán a las 550.000, en una estimación prudente”.