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Tribuna
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Cuba ya camina hacia las reformas

Ya se han escrito ríos de tinta. Los medios audiovisuales no dejan de hablar. La noticia es histórica: la República de Cuba establece relaciones diplomáticas con los Estados Unidos de América. Ahora, todos quieren elucubrar con el futuro de la mayor de las Antillas y Cuba no está para que jueguen con ella los aventureros políticos y ello en razón a dos hechos relevantes:

1) Los cubanos son un gran pueblo consciente de su orgullo y dignidad.

2) Cuba lleva años de transformaciones legislativas.

El primer hecho produce el efecto de que el cubano no va a dejar de serlo, ni perderá su identidad por el establecimiento de las relaciones diplomáticas.

El segundo determina que Cuba no tiene que importar leyes, ya las está promulgando y así resulta que:

Este marco legislativo brinda al hombre de negocios la seguridad jurídica para su inversión, hasta el punto que en este desarrollo legislativo se está trabajando en el ámbito de los delitos económicos –corrupción, blanqueo de capitales, etc.–, según resulta del último seminario celebrado en La Habana a primeros de noviembre, donde se anunció el proyecto de un nuevo Código Penal y de una nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal. Asimismo, el 6 de enero de 2015 entrará en vigor una nueva Ley Regulatoria del Proceso Constructivo. Con ello se está dando respuesta a la realidad económica social de la isla, haciendo ilusorias las pretensiones de elucubración a que nos referíamos al principio.

La aplicación práctica de la nueva Ley de Inversiones Extranjeras (Ley 118/014) junto con el Decreto Ley de la Zona de Especial Desarrollo del Mariel (313/014) constituyen un acicate para la actualización del modelo económico cubano. La aplicación conjunta de ambas leyes ofrecen importantes novedades para la creación de empresas en Cuba: un especial sistema tributario; se regulan las relaciones laborales; se establecen garantías jurisdiccionales con relevancia en el sistema arbitral de resolución de conflictos y permiten la repatriación de beneficios. Y todo ello a título enunciativo, pues se requeriría de más espacio para unos comentarios exhaustivos.

La legislación de la República de Cuba está propiciando la inversión extranjera con el fin de generar recursos a distribuir entre la población de modo que el Gobierno ya tiene contemplados cuales son los sectores prioritarios para las inversiones.

Sin duda alguna que quedan muchas cuestiones de gran trascendencia económica susceptibles de regulación (el sistema monetario y la unificación de moneda), más todas estas cuestiones no se pueden acometer de forma precipitada, requieren su tiempo, pero en todo caso se harán, pues carecía de sentido las reformas parciales fuera de un marco legislativo global.

No podemos regresar allí pensando que los problemas de Cuba los vamos a resolver –término muy al uso– los españoles que aún creemos que somos la metrópoli.

Rafael Quecedo es abogado.

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