El motor del crecimiento tira
La economía española crece a buen ritmo, tanto en actividad como en empleo. Y lo hace, lo que es más destacado, en medio de un escenario europeo e internacional lleno de riesgos y sombras. Mientras las constantes vitales de la zona euro se enfrían, España acumula ya cinco trimestres consecutivos de crecimiento, según los datos del Banco de España, que calcula que el PIB creció en tasa intertrimestral un 0,5% entre julio y septiembre. El supervisor se muestra optimista de que la economía cumpla las previsiones del Gobierno, que incluyen cerrar el año con un crecimiento del 1,3% y alcanzar el 2% en 2005. A ello hay que añadir los excelentes datos del empleo, una prueba más de que el motor español se halla en pleno funcionamiento. Según los datos de la EPA, y tras un verano de excelente comportamiento en el sector privado, el mercado laboral crece a una tasa del 1,6% interanual. Ello supone que el empleo está aumentando por encima incluso del PIB, lo que constituye una señal inequívoca de fortaleza. Pese a ello, las sombras que atenazan la economía europea son una amenaza también para España. No en vano, la mejora de nuestra economía tiene por delante el reto de la consolidación, pero además depende de un escenario internacional que puede ralentizar peligrosamente esa progresión.