La esperanza de nuevos estímulos suaviza la caída semanal del Ibex

Las caídas en Bolsa provocadas por los resultados de las primarias en Argentina dieron el pistoletazo de salida a una semana que ha estado marcada por un tono especialmente negativo. El mal dato de PIB alemán, que cayó un 0,1% en el segundo trimestre del año, la promesa de represalias por parte de China por los aranceles que EE UU tiene previsto aplicar en septiembre y la inversión de la curva de tipos desataron el pesimismo en los mercados. Los inversores, que durante la semana se apresuraron a buscar refugio en la renta fija causando nuevos mínimos en la rentabilidad de la deuda, decidieron dar un respiro a las ventas en Bolsa en la última sesión confiando en que Bancos Centrales y Gobiernos reaccionen con nuevos estímulos económicos.

De esta forma, el Ibex ha cerrado el viernes con un alza del 1,78% que lo ha dejado en los 8.670,4 puntos. Aunque la mejor sesión del índice desde el pasado mes de febrero ha sido suficiente para volver al positivo en el año, donde avanza un 1,53%, no ha bastado para remontar el -1% que ha acumulado en su tercera semana consecutiva en negativo. Sabadell, Mediaset y CaixaBank acabaron el viernes como los mejores valores del Ibex con una subida, del 5,97%, el 5,25% y un 4,53% respectivamente. En el lado opuesto, Siemens Gamesa (+0,33%), Repsol (-0,04%) e Inmobiliaria Colonial (-0,20%), acabaron como los peores.

Según ha informado el semanario alemán Der Spiegel, el Gobierno de la principal economía de la zona euro podría estar dispuesto a relajar su estricta política fiscal y empezar a introducir estímulos con el objetivo de reanimar su economía. Más allá de esta información y de los planes no concretados que maneja China para insuflar más fuerza a su crecimiento, está la posibilidad de que los bancos centrales respondan a las señales de alarma. Ayer, el Gobernador del Banco Central de Finlandia, Olli Rehn, hizo un llamamiento para que el BCE despliegue en septiembre un contundente paquete de estímulos que revitalice la economía.

Aunque el mercado otorgaba ya un 100% de probabilidad a que el BCE deje los tipos en negativo en su próxima cita, desde la publicación del mal dato de PIB alemán la posibilidad de que el recorte vaya hasta el -0,2% ha aumentado al 51,7% frente al 37,3% anterior. Con todo, los ojos estarán puestos la próxima semana en el cónclave de banqueros centrales de Jackson Hole, en el que el mercado esperará señales también por parte de la Reserva Federal.

Más allá de las Bolsas, la gran noticia del verano, y quizá del año, son los niveles alcanzados por los tipos de interés de la deuda, inverosímiles hace pocos meses incluso para los analistas más agresivos. El bono español está en el 0,09% a 10 años, subiendo su rentabilidad (cinco puntos) con la mejora del mercado, mientras que por su parte, el bund alemán ha quedado hoy en un -0,68%. En Estados Unidos el respiro ha devuelto a la deuda a 30 años por encima del 2% mientras que la del bono a 2 y a 10 años ronda el 1,50% y el 1,56% respectivamente.

Si la inversión de la curva de tipos que se ha vivido esta semana es una señal de recesión, un producto de la política heterodoxa de los bancos centrales, simple consecuencia de un flujo de dinero que llega de los activos de riesgo o todo a la vez es algo que se sabrá dentro de algunos trimestres. Aunque, de momento, las señales son obviamente negativas.

En las divisas, el euro estuvo ayer cerca del mínimo de los últimos 12 meses, y al cierre de los mercados en el Viejo Continente, cotiza en este entorno, en los 1,09 dólares. En el cruce entre el dólar y el yen, el dólar gana posiciones respecto a la considerada como refugio divisa japonesa. La libra se recupera con fuerza frente al euro, un 0,6%, hasta 1,09 euros por unidad, y frente al dólar, hasta los 1,212 billetes verdes. Jeremy Corbyn, el líder laborista, ha presentado una moción de censura para evitar un Brexit sin acuerdo.