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Tribuna
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Sobre riesgos y oportunidades

En un entorno de normalización monetaria los resultados de los bancos mejorarán

Bajo crecimiento económico, tipos de interés casi nulos, compleja e inconclusa (por tanto, incertidumbre) regulación... ¿saben de quién hablo? Naturalmente, de los bancos. Mejor, del escenario en que deben desenvolver su actividad. Y como ven, no es (en teoría) o no ha sido (en la práctica) un escenario en fácil.

Las entidades de crédito: riesgos principales y resultados generales; este es el título de un apartado del informe anual del BCE publicado hace unos días. La autoridad monetaria europea centra muchos de los riesgos para los bancos en la debilidad del crecimiento. Un crecimiento débil que lleva a tipos de interés bajos, deteriorando los márgenes bancarios. Es cierto que los tipos de interés bajos también han sido (en pasado) positivos para los bancos europeos, facilitando el ajuste de su balance y posibilitando la mejora de las condiciones financieras de los deudores. Pero, prolongadas estas condiciones financieras extraordinarias, inicialmente limitadas en el tiempo, la presión sobre los modelos de negocio es enorme. Para el BCE la sostenibilidad de los modelos de negocio en un entorno de baja rentabilidad sigue siendo una de las principales preocupaciones del sector bancario durante este ejercicio que hemos comenzado.

La respuesta obvia a la sentencia anterior es que, en un entorno de normalización monetaria los resultados de los bancos mejorarán. Y quizás la preocupación anterior, bajo un supuesto de retorno de los tipos de interés oficiales a niveles promedio históricos, al final no debería ser tan acuciante. Pero el propio BCE anticipa que seguiremos con tipos de interés iguales o más bajos en el futuro próximo. Y que a medio plazo, los tipos de interés, aunque más elevados que los actuales, seguirán siendo menores a su promedio histórico. Poco más se puede decir sobre la cuestión, salvo que los márgenes del pasado probablemente no volverán en un periodo previsible. Esto nos lleva a centrarnos en el resto de las variables que conllevan incertidumbre para la actividad de los bancos. De acuerdo con el informe del BCE al que me refería antes, aquí están los préstamos dudosos y la incertidumbre política. Y también (literalmente del informe), “la ambigüedad en torno a la regulación futura”, que incluye desde la finalización de Basilea III y el MREL especialmente. No, no me olvido de la nueva implementación de Mifid y de la adaptación de las normas de contabilidad.

¿Y los resultados generales al que se refiere el título del informe anual del BCE? Delimitados, es un decir, los riesgos anteriores queda por ver cómo es la situación actual de los bancos europeos. Las pruebas de resistencia mostraron unos niveles de capital suficientes al mismo tiempo que los resultados obtenidos en los tres primeros trimestres del año pasado apenas variaron la rentabilidad del capital del 5,8% del ejercicio anterior. ¿Que cómo lo hicieron en un entorno como el actual? Responder a esta cuestión conlleva generalizar más allá de lo razonable. Con todo, hablemos de una mejora de la actividad, de mayor eficiencia vía costes y en algunos casos de ingresos extraordinarios difíciles de mantener en el tiempo.

Valorados los riesgos, ¿dónde quedan las oportunidades del título de esta nota? Siempre a nivel europeo, podemos seguir pensando en la eficiencia que conlleva la consolidación. Una supervisión única debería facilitar la creación de entidades financieras europeas. Además, la digitalización favorece y también facilita la implementación del cambio de modelo que tanto demanda el BCE. Y todo ello en un entorno, esperamos, de finalización de la incertidumbre regulatoria, de mayor crecimiento económico y de cierta normalización de las condiciones monetarias. ¿Que no lo ven? Bueno, esto, un mayor optimismo, es lo que subyace en la evolución positiva del sector en Bolsa en los últimos meses.

¿Les falta algo de información? Estoy de acuerdo: es importante aprender del pasado. Y todos los agentes tenemos que hacerlo, bancos incluidos. Más allá de los cambios regulatorios, los bancos están introduciendo cambios internos en su gobierno y responsabilidad social. Además, están totalmente comprometidos en la mejora de la educación financiera de la sociedad. Es bueno para el negocio, pero lo es mucho más para reforzar la relación de muta confianza con el cliente. En un mundo, el financiero, que es sumamente complejo.

José Luis Martínez Campuzano es Portavoz de la Asociación Española de Banca 

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