_
_
_
_
_
Entrevista

Ángel Cano: “No tengo ganas de meterme otra vez en la banca tradicional”

El exconsejero delegado de BBVA se ha volcado ahora en la inversión en ‘startups’ con base tecnológica y defiende que el sector financiero tiene mucho que aprender de las ‘fintech’.

Ángel Cano, socio de The Crowd Angel y exconsejero delegado de BBVA.
Ángel Cano, socio de The Crowd Angel y exconsejero delegado de BBVA.Pablo Monge

Después de pilotar uno de los mayores bancos españoles como consejero delegado de BBVA durante los peores años de la crisis financiera, cargo que dejó en mayo de 2015, Ángel Cano (Santander, 1961) ha puesto el foco en las nuevas firmas tecnológicas y financieras, fintech y otras startups en general, en las que ha pasado de invertir puntualmente a apoyar una plataforma de equity crowdfunding que capta recursos para financiarlas. Aunque la cláusula de dos años de incompatibilidad que le impuso el banco a su salida expira en mayo, Cano asegura que no aspira a volver a la banca tradicional ahora que se siente dueño de su agenda para seguir preparando maratones, con la mira puesta en el de Boston, y para dedicarse a invertir con libertad en nuevas ideas. Dos intereses de los que habla con auténtica pasión.

Acaba de invertir en The Crowd Angel a través de una ampliación de capital de 500.000 euros. ¿Qué le ha llevado a hacerlo?

“Las ‘fintech’ ofrecen productos muy sencillos y responden muy rápido, aunque aún tienen volúmenes pequeños”

El mundo va a cambiar mucho. Ya lo está haciendo. Las empresas tradicionales no pueden tener la flexibilidad de las startups para hacer negocios de forma distinta. Tienen los pies de barro, son más lentas para ese tipo de adaptaciones a la nueva realidad y son más las compañías que, empezando de cero, intentan hacer cosas de forma distinta apalancadas en la tecnología. Desde que dejé el banco, me he sentado con mucha gente, viendo proyectos en los que invertir, y lo que he visto es que hay muchas y buenas ideas, pero con problemas claros de ejecución. Al final, para entrar en una compañía como esta tenía que hacer una due dilligence para conocerla bien, y reconozco que a estas alturas volver a hacer eso me da pereza. Al final aquí el boca a boca funciona, cuando tienes amigos que ya han hecho ese trabajo y te invitan a entrar, entras con ellos, sobre la base de la confianza.

¿Entonces lo hace buscando una plataforma que le ayude a seleccionar proyectos en los que invertir?

Hace cosa de ocho meses, un amigo que también había dejado el banco [Manuel Galatas] me dijo que se había topado con esta inversión y me cuenta lo que hace The Crowd Angel. Me gustó porque filtra las potenciales operaciones, algo clave teniendo en cuenta que de 10 operaciones que te llegan pueden tener éxito como mucho entre una y dos. Así que lo primero que hace es reducir el porcentaje de fracaso a la mitad. Después, ofrece seguimiento postinversión, que es lo que yo echaba en falta en otras operaciones. La gente que invierte en una de estas startups llega un momento en que está a ciegas. Pero esta plataforma envía información a los inversores periódicamente y les da la posibilidad de pedir una conference call con el consejero delegado de la startup. Sin estar cotizada, esta me parece la forma más transparente y democrática de que la gente que invierta pueda conocer alertas y pedir explicaciones.

¿En qué compañías invierten?

En cualquiera, desde una relacionada con estaciones de esquí a otra de calzado. Da igual el producto o servicio, lo importante es que se pueda simplificar tanto que sea muy automático. Cuando miras el mundo fintech, la clave de estas plataformas es que te ofrecen productos muy sencillos y responden muy rápido. Aunque es cierto que aún tienen volúmenes pequeños, sí crecen rápido, y los bancos deberían tener plataformas tan sencillas y tan rápidas de respuesta al cliente como lo que tienen esas empresas. De ellas deberían aprender las grandes entidades.

“Valoro de The Crowd Angel que filtra las operaciones y ofrece un seguimiento posinversión”

¿Y cómo de fiable es el control de riesgo que se hace a la hora de decidir a quién se presta respecto al de un banco tradicional?

Quizás esa es una de las cuestiones fundamentales. La diferencia con los bancos es que estos tienen una base de datos histórica que les permite montar un scoring [evaluación de riesgos]. Aquí tienes que empezar de cero. Pero no lo están haciendo mal. Buscan información, no solo la que le suministra el cliente, sino la que se pueden encontrar en las redes sociales, sus costumbres, preferencias, cómo se comportan... Y eso, unido a los famosos algoritmos (que alimentan con más y más información), les permite generar fórmulas para minimizar el porcentaje de impagados. Pero como decía antes la clave de estas plataformas es lo rápido que responden, algo que aprecia el cliente que no quiere que le mareen durante semanas para saber si son o no elegibles para la operación.

¿Qué participación tiene en The Crowd Angel?

Entre tres amigos, un 15%. Uno, Manuel Galatas, está en el consejo de administración. La idea con The Crowd Angel es que no solo sea una inversión puntual sino que el número de inversiones que entren en la plataforma vayan creciendo casi por dos cada año. Si llevamos acumuladas 17, y tiene dos años de vida, este año la idea es hacer 25 y el próximo 50. Este es un mercado que va a crecer mucho. Pensamos que The Crowd Angel es la única plataforma que hace todo el proceso de principio a fin. Aquí la cuestión era escoger la que iba a ser diferencial en este mercado, y ahora mismo pensamos que lo está siendo.

Al salir de BBVA se le impuso una cláusula de incompatibilidad de dos años...

En el mundo financiero.

¿Le ha supuesto alguna cortapisa para invertir?

No.

¿Y le veremos en algún banco en mayo, cuando vence?

No tiene por qué. No he tenido ganas de meterme otra vez en esta industria tradicional. Pensar que me podáis ver ejecutando una operación grande... Me sorprendería yo a mí mismo muchísimo.

¿Pero le han tocado de alguno?

Las ‘fintech’ no tienen por qué tener regulaciones complejísimas, pero no se puede dejar a ningún ente financiero campar a sus anchas”

Más que me estén tocando, hablamos. Pero siempre digo lo mismo. Después de 24 años trabajando con cierta intensidad en el banco, después de seis años llevando la operación en mitad de la crisis (del 2009 al 2015), algo que he paladeado este año y medio es que soy dueño de mi agenda. Lo cual no quiere decir que mi agenda esté libre, sino que yo decido con qué la ocupo. Ahora tengo una flexibilidad total y absoluta, me permite hacer deporte de una forma más ordenada que es lo que me gusta… Ahora perder la propiedad de mi agenda, me genera muchas dudas que quiera hacerlo. Hoy por hoy es difícil que me vengan con un proyecto, con una similar intensidad a la que tenía anteriormente, y perder la posibilidad de disfrutar de todo esto que está pasando en el mundo. Me refiero a cómo se están transformando todas las industrias. Pensar que por haber trabajado en banca los últimos años solo me interesan los temas financieros, pues en absoluto. Con todas estas nuevas empresas estoy aprendiendo una barbaridad. Además, mi experiencia, pese a haber sido en banca, está en gestionar equipos, gestionar una crisis, temas sociales, algo que a mí en el banco me parecía crítico... Pero un bancario o un banquero no tiene esa imagen.

¿Por qué será?

Porque se han hecho muchas cosas mal, pero si algo ha agudizado la crisis a este colectivo ha sido el pensar que hay algo más que préstamo por tipo de interés igual a resultado.

¿Y cuál es su visión ahora que conoce ambas partes? ¿Qué le diría a la banca tradicional que debe hacer?

“El que no invierta en tecnología y no tenga al cliente como objetivo final, lo llevará mal”

Decirles qué deben hacer no me parece lo adecuado. Pero sí les podría decir, algo que ellos saben, y es que esta industria está cambiando muy rápidamente. La forma de hacer banca puede ser muy distinta, y lo único que todos mis excolegas saben es que no pueden dejar de estar permanentemente pensando y transformando el banco en el que están. Tienen que modular lo que invierten, los costes de reestructurar zonas del banco, y cuántas oficinas tendrán que cerrar. Tienen que tener la maquinaria lo más flexible posible teniendo en cuenta las limitaciones que tiene una gran empresa para poder estar en permanente transformación. No les queda más remedio.

Pero no es fácil.

Ciertamente, porque el día a día, la presión de los inversores pidiendo rentabilidad, el mercado, los medios, los empleados, los clientes, esperan de ti que seas muy rentable, que seas el primero que hagas las cosas pero que a su vez ganes dinero. Y reestructurar y ganar mucho dinero no es compatible en el corto plazo. Pero si en el corto plazo no inviertes en cuestiones de innovación, en tecnología, en estar digitalizado, tu objetivo final, ofrecer el mejor servicio a tu cliente, no llegará. Como cliente lo que te gustaría es que te den la mejor información, el mejor servicio, el mejor producto, el más fiable, con la mayor garantía. A ningún cliente le gusta que se la claven. El que no invierta en tecnología, el que no tenga la visión de tener al cliente como objetivo final, lo llevará mal. Porque no hay que olvidar que la transformación es un medio para llegar al fin. El fin no es la digitalización, el fin es que tus clientes estén lo más satisfechos posibles con la empresa

Las fintech están reclamando regulación, ¿Cree que hace falta?

“Hay que informar al cliente para no volver a caer en los errores del pasado en la banca, de la famosa letra pequeña, de la cláusula escondida”

Cuando empiezas de cero una actividad como puede ser esta sí que es conveniente que haya alguien que regule la forma en la que hacen los contratos, la manera en la que informas al cliente, para no volver a caer en los mismos errores que en el pasado en la banca, de la famosa letra pequeña, de las cláusulas escondidas. No se puede dejar a ningún ente financiero campar a sus anchas sin que haya el más mínimo tipo de regulación. Pero no tienen por qué ser regulaciones complejísimas, porque si no volvemos a incurrir en errores del pasado. Si van a servicios y productos mucho más sencillos, lo que les regule va a estar muy ligado con la transparencia.

¿Qué papel cree que van a jugar las fintech en el futuro?

El mundo del fintech se seguirá desarrollando una barbaridad. Desaparecerán algunas y se consolidarán otras. Siendo la idea cómo les hago la vida más fácil a los clientes, les va a ir bien. Hay un gran talento y en el mundo de las startups cuando analizas por qué ha salido bien una operación, detrás siempre hay equipos, personas, una buena organización, separar bien los roles, tomar las decisiones en tiempo y forma. No hay más truco; solo trabajar.

“La ejecución en una ‘startup' es tan importante como la idea”

“Solo puedes decir que en una inversión te ha ido bien cuando dejas dicha inversión y has sacado plusvalías”, advierte Ángel Cano, que reconoce haber realizado ya un puñado de inversiones en el mundo startup, pero solo se atreve a citar algunas como Mabrian y Skitude. En algunas había invertido antes de dar el paso de respaldar la plataforma de crowdfunding The Crowd Angel, pero Cano asevera que a partir de ahora este será su canal de inversión. “Cada vez que viene alguien a pedir una reunión para contar su proyecto, les sigo recibiendo igual, pero siempre les acabo redirigiendo a esta plataforma”, avanza, alegando que eligió este proyecto porque “la química funciona”. “La intuición es importante”, subraya, argumentando que es necesario tener a “alguien que tenga el proceso controlado de punta a punta”. “La gente todavía tiene en la cabeza la idea de un pelotazo. Pero eso ocurre en una operación de cada 2.000, y ¿qué hay de las otras 1.999?”, se pregunta. “La ejecución es tan importante en una startup como la idea”, dice. Otra clave de la plataforma, defiende, es que “democratiza mucho la inversión” porque “permite que profesionales cualificados que no tienen la posibilidad, ni las ganas, de invertir sus ahorros enteros en startups, pero sí una parte, puedan destinar 3.000 o 9.000 euros”. The Crowd Angel cuenta ya con 7.000 inversores que han aportado 4,3 millones para 17 proyectos. “La idea es levantar siete millones para 25 proyectos este año y llegar a 50 proyectos y 13 millones en 2018, para cuando la plataforma tendrá 10 personas en plantilla”.

Archivado En

_
_