Antolín Goya: “Ponernos trabas no es lo mejor para volver a negociar”

El coordinador del sindicato mayoritario de la estiba, Antolín Goya, concede al Gobierno la urgencia de liberalizar el sector ante la presión de los tribunales europeos, pero asegura que la CE no es tan exigente como Fomento quiere hacer creer. Desde Coordinadora se defiende la existencia de un registro de trabajadores y desmiente que la de los trabajadores del puerto sea una casta con sueldos estratosféricos.

Han desconvocado la huelga tras el aplazamiento de la aprobación del real decreto que reformará la estiba, pero Fomento insiste en que las posiciones sindicales no tienen cabida por el rechazo de la CE. ¿Esperanzados con este nuevo tiempo de negociación?

Siempre hemos abogado por la negociación. Veremos si se puede avanzar, aunque la mejor manera de empezar no es poniéndonos trabas. La huelga era la única forma que nos quedaba para hacernos oír.

Resuma lo que les separa de la posición de Fomento.

El Gobierno aprovecha una sentencia del Tribunal de Luxemburgo, que no tiene que ver con lo que el real decreto pone sobre la mesa, para desregularizar el sector de la estiba y despedir a trabajadores que prestan el servicio contratados por una empresa privada. No hemos sido nunca trabajadores públicos, pero plantean despedirnos con fondos del Estado, en este caso de las Autoridades Portuarias, y posibilitar que las empresas tengan mayor margen de beneficio y, por supuesto, de negociación. La estiba se realizaría a través de empresas de trabajo temporal y con trabajadores sin requerimientos de cualificación.

Dice que la futura Ley busca la contratación vía ETT…

Efectivamente. Cuando tú contratas hoy un trabajador eventual tienes un porcentaje de penalización sobre la cotización de la Seguridad Social, precisamente para potenciar la contratación estable. El real decreto de la estiba quitaba esa penalización y decía claramente que el modelo idóneo es el de las ETT.

¿Qué opina sobre los servicios mínimos que se habían marcado?

Nosotros ya presentamos un preaviso de huelga muy responsable con la actividad que realizamos y con la ciudadanía. Decimos que vamos a trabajar el 50% de la jornada, o 12 horas diarias, hora sí hora no. Hay situaciones en las que los puertos han estado cerrados hasta días por un accidente o por temporales y no ha habido desabastecimiento ni todo aquello que dicen que se avecina por culpa de los estibadores. Creemos que era innecesario el planteamiento de ningún tipo de servicio mínimo.

¿Qué hay de las acciones vandálicas y presiones que se están denunciando?

Nunca hemos avalado ninguna acción violenta. No es una posición del sindicato ni de los estibadores. Dicen que se ha incendiado una máquina en Tarragona, pero no era un estibador quien estaba trabajando con ella y, además, el fuego se originó fortuitamente. Pero eso se ha usado para intentar demonizarnos.

Han recabado la opinión de la oposición a la vista de que el real decreto precisa tramitación parlamentaria, ¿cuál es su sensación?

Creo que no les parece correcta la actuación del Gobierno. Dicen que lo normal es que se busque consenso para cumplir la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE y transmiten al Gobierno que se equivoca en la fórmula. Les pedimos que si el Gobierno tramita una reforma imperativa, voten que no.

¿El de la estiba es un sector de millonarios?

Es un sector de trabajadores de este país que se juegan la vida diariamente. Nuestra aspiración, como la de cualquiera, es la tranquilidad y estabilidad. No somos ni millonarios ni privilegiados, que es otro calificativo que nos cargan. El único privilegio que tenemos es el de un contrato indefinido y que tenemos capacidad unitaria de acción sindical. Esto nos ha permitido tener unos convenios razonables. Y lo que buscan es el despido masivo de los trabajadores, que se nos imposibilite tener una posición común de negociación con las empresas y, en definitiva, la aplicación de la reforma laboral en todo su contenido.

Pase lo que pase en los próximos días, el futuro es la liberalización del sector.

Sabemos que la sentencia obliga a cambios de calado en la estiba, pero también creemos que ponemos sobre la mesa una alternativa viable.