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Patronal tecnológica

Las empresas que han abandonado Ametic exigen unos derechos de voto del 50% para volver

La junta directiva de la patronal acuerda elevar a la asamblea la petición de las empresas que han abandonado la asociación. Es su condición para volver, pero conciliar los intereses de socios grandes y pequeños está complicado.

José Manuel de Riva era el presidente de Ametic hasta el pasado diciembre.
José Manuel de Riva era el presidente de Ametic hasta el pasado diciembre.
Marimar Jiménez

El futuro de Ametic, la patronal de las empresas tecnológicas, sigue sin aclararse. Ayer, y tras una reunión maratoniana (entre las 11:30 y casi las 18:00 horas), las empresas que forman parte de su junta directiva decidieron elevar a la asamblea de la asociación la decisión final sobre si aceptan o no la propuesta más polémica planteada por las compañías que han decidido abandonar la organización por oponerse al rumbo que estaba tomando esta y a ciertos aspectos de sus estatutos. La petición hecha por los críticos y que sería condición sine qua non para volver a la patronal, según ha podido saber CincoDías, es que las empresas de mayor tamaño –las que pagan más de 25.000 euros anuales de cuota en Ametic– tengan unos derechos de voto de al menos el 50% en la junta directiva. Y no que, como ocurre ahora, el voto de todas las empresas tenga el mismo peso, con independencia de su tamaño y de lo que paga.

Aunque muchas de las empresas que han dejado ya la patronal estuvieron presentes durante buena parte de la reunión, fueron los actuales miembros de la junta (los que tienen derecho por tanto a votar) quienes decidieron trasladar a la asamblea la decisión última sobre si se acepta o no el solicitado voto ponderado. Algo que tendrá lugar el 24 de enero, en una Asamblea General Extraordinaria.

“La actitud de todas las empresas ha sido muy buena durante la reunión, pues se trataba de ser constructivos, ya que el cisma actual que sufre la asociación no es bueno ni para quien se queda ni para quien se va”, dicen otras fuentes, que apuntan que los miembros de la junta sí han alcanzado acuerdos sobre otros temas polémicos tratados. Estos se refieren a la necesidad de modernizar Ametic, a imponer medidas que añadan transparencia en la toma de decisiones y a simplificar la estructura de la organización. “También ha habido acuerdo en que haya voto ponderado en la asamblea, aunque en este caso este no tenga que llegar al 50%”, comentan otras fuentes.

¿Huida de las pymes?

En este contexto, las dudas sobre la viabilidad de Ametic no se despejaron. La asociación tiene sin dudas serios problemas para conciliar los intereses de sus socios grandes y pequeños. Por un lado, si no se acepta la petición de los críticos (lo cual derivaría en su marcha definitiva), la institución sufriría un déficit de ingresos muy importante, unos 800.000 euros anuales solo en cuotas (la patronal recibe 1,8 millones por esta vía). Aunque el impacto económico sería mayor, pues algunas de las empresas que se han ido (ha habido unas 70 bajas desde el pasado octubre, entre ellas Telefónica, Euskaltel, Ericsson, Orange, Vodafone, Indra, IBM, Juniper, HP y Accenture) también contribuyen con dinero a eventos de Ametic como el clásico de las telecos en Santander.

Por otro, si se acepta finalmente el voto ponderado en la junta, quienes podrían huir en masa de la asociación serían las pequeñas y medianas empresas (hay unas 220 en la patronal de un total de algo más de 300 que había hasta finales de 2016), pues estas temen perder peso en la patronal y que no se defiendan sus intereses. “No hay salida fácil, pero desde luego si no triunfan las propuestas de los críticos, parece seguro que Ametic solo será viable subiendo la cuota a los socios que permanezcan y reduciendo notablemente su plantilla”, añaden las fuentes consultadas. Muchas de las pymes pagan una cuota de entre 1.100 y 2.000 euros.

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Sobre la firma

Marimar Jiménez
Redactora senior en la sección de Empresas de CINCODIAS. Sigue la actualidad del sector de tecnologías de la información y del ecosistema emprendedor español. Antes de incorporse al diario en 2000 trabajó en Actualidad Económica y los suplementos Futuro y Negocio en EL PAIS. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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