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Tribuna
Columna
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Las pymes españolas y el proteccionismo de Trump

Expandirse y vender fuera de tu mercado local es sin lugar a dudas sinónimo de crecimiento, y es además una manera efectiva de ampliar la capacidad de generar ingresos y diversificar riesgos. El libre mercado es el escenario idóneo para que esto suceda con éxito, pero para promover el desarrollo de la industria y el comercio nacional, un país puede modificar el funcionamiento del mercado implantando medidas proteccionistas, gravando con impuestos las importaciones, fijando cuotas limitadas de productos extranjeros o implantando barreras no arancelarias.

Poner límites a la entrada de productos que provienen del extranjero para promover y hacer más competitivo al producto nacional y así generar también más empleo local es una de las medidas que contempla el plan económico de Donald Trump, presidente electo de EE UU. Así pues, a la incertidumbre que generó su elección como presidente se une la pregunta sobre las consecuencias económicas que estas potenciales políticas proteccionistas conllevarán para las compañías que exportan a este país.

China, México o Canadá, sus principales socios comerciales, serán algunos de los grandes afectados, pero estas medidas también podrían afectar a compañías europeas exportadoras como las españolas si estas supusieran una amenaza real para alguna industria estadounidense. Para las empresas con filiales en EE UU será más sencillo beneficiarse de los planes del nuevo presidente electo. En el caso de España, las grandes compañías internacionalizadas y establecidas en Estados Unidos y cuya actividad social sea, por ejemplo, el desarrollo de infraestructuras, se verán muy beneficiadas debido a la apuesta por impulsar las infraestructuras que hizo Donald Trump durante su campaña. En cambio, para las pymes exportadoras que no tengan presencia local, la retirada de Washington del tratado de libre comercio dificultará su desarrollo en el país.

No obstante, España podría ser uno de los países menos afectados. Cabe recordar que el 70% de nuestras exportaciones tienen un destino interno en la Unión Europea y que a Estados Unidos exportamos solo el 5% del total. Sin embargo, sí se prevé que la política proteccionista del nuevo Gobierno tenga impacto en algunos sectores, ya que se esperan subidas arancelarias a pymes que exporten alimentos, calzado, bebidas alcohólicas o tabaco a EE UU. Estas y aquellas empresas que dediquen la mayoría de su actividad a la exportación al país norteamericano serán las más perjudicadas, ya que exportar a EEUU será más costoso y difícil. Por ejemplo, para una bodega española que exporte vino y cuyo principal mercado destino sea Estados Unidos, o para un negocio dedicado a la exportación de productos alimentarios a este país, le será muy difícil competir con una bodega o negocio local, que tendrá menos barreras a la hora de comercializar sus productos.

Hoy en día las pymes españolas que exportan productos de la industria alimentaria ya tienen ciertas barreras y requisitos no arancelarios, viéndose obligadas a pasar una larga cadena de intermediarios para vender sus productos. En el caso de los productos de la industria alimentaria, el proceso de exportación es particularmente complejo, ya que hay diferentes elementos que condicionan los trámites para la exportación y existen protocolos concretos para productos específicos, como por ejemplo el marisco.

Las restricciones y los controles que se aplican con el objetivo de proteger las industrias norteamericanas, o amparar la seguridad y el bienestar del consumidor, se adaptan a través de mandatos por los que se limitan las importaciones de distintas mercancías, que además de productos agroalimentarios también abarcan otros productos como plantas, tabaco y bebidas alcohólicas, armas de fuego o explosivos, entre otros.

En este nuevo y complejo escenario –y de cara a las posibles consecuencias económicas que puedan tener para las compañías que exportan a Estados Unidos las previstas políticas proteccionistas que el nuevo presidente del país norteamericano ha incluido en su plan económico– las pymes exportadoras españolas que utilizan instrumentos de cobertura deberían tener en cuenta los contratos a plazo sobre divisas, con el fin de reducir su exposición a la futura volatilidad que pueda haber en el mercado, que se espera que se mantenga en los próximos meses, y trabajar con un operador internacional experto en divisas que ofrezca tipos de cambio competitivos de forma constante, por ser una buena alternativa a otras entidades financieras tradicionales.

Andre Nunes, director general de Moneycorp España

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