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Entrevista al Fundador de los zapatos Jonndo

Sasiambarrena: “Queremos crear una nueva generación de zapateros”

Álvaro Sasiambarrena, fundador de Jonndo, lleva vendidos más de 25.000 pares de zapatos

Juan Lázaro
Paz Álvarez

Siempre le gustó ir bien calzado. Y a su socio y amigo, Eugenio Saiz, también. Es por ello que Álvaro Sasiambarrena, madrileño de 26 años y licenciado en Administración de Empresas, también como su colega, siempre tuvo claro que le gustaría crear una empresa de zapatos. Lo que comenzó en 2012 como deseo de encontrar un complemento de calidad, clásico pero contemporáneo y que se ajustara sobre todo a un perfil de joven, ha acabado siendo una realidad: Jonndo, una marca de zapatos artesanos de manufactura cien por cien española. Después de un tiempo vendiendo pares de zapatos por internet, unos 25.000 hasta ahora, acaban de abrir su primera tienda en la calle de Velázquez de Madrid. Tienen previsto alcanzar los tres millones de euros de facturación y entre sus objetivos a medio plazo está abrir una filial en Nueva York.

Pregunta. ¿Por qué decidieron emprender en este sector?

Respuesta. Nos gustaban los zapatos y vimos que no había en el mercado una buena marca que se adaptara a nuestro gusto. Empezamos a buscar un taller artesano, que encontramos en Toledo, para que nos fabricara a nosotros unos zapatos. Le contamos lo que queríamos, una determinada suela, un cordón diferente, y nos dijeron que nos podían hacer aquello que nosotros quisiéramos. Pensamos que era una oportunidad de negocio. Empezamos poco a poco, mientras que estudiábamos en la universidad, con un pequeño muestrario.

P. ¿Iban a vender los zapatos puerta a puerta?

R. Íbamos ofreciéndolos por las empresas, al despacho de abogados Gómez-Acebo & Pombo, a Deloitte, y regalábamos un par al que nos organizara un encuentro de este tipo. Ofrecíamos precios competitivos y un zapato de una gran calidad, hecho a medida. Al principio lo compaginábamos con otras ocupaciones. Yo comencé a trabajar en un banco, ya que tenía que hacer unas prácticas obligatorias en la carrera, pero el 80% de mi cabeza estaba con los zapatos. Teníamos 23 años y no teníamos miedo.

P. ¿No les preocupaba el fracaso?

R. No, nunca nos ha dado miedo estrellarnos. Trabajábamos todo por encargo y todo lo reinvertíamos en el proyecto. Ahorrábamos y todo lo destinábamos a nuestro crecimiento, que se ha traducido en una tienda como la que tenemos, que refleja un poco lo que queremos ser. Porque deseamos que este espacio sea algo más que una zapatería, que sea un lugar de encuentro, donde el cliente viva una experiencia, donde combinamos las nuevas tecnologías con el saber hacer artesano. El cliente, hombre o mujer, puede elegir desde la suela, el tipo de piel, los cordones y todo tipo de accesorios. También tiene la opción de tocar los materiales porque tenemos a su disposición un muestrario, y puede comprobar a través de un programa tecnológico cómo va a quedar finalmente el zapato que ha elegido.

P. ¿Qué es lo que pretenden aportar a la industria del calzado?

R. Ahora ya no podemos fallar, ya que competimos con los grandes y dependen de nosotros cada vez más personas, sobre todo jóvenes. Nos gusta rodearnos de este tipo de perfil. Queremos ser unos zapateros modernos, del siglo XXI, romper reglas y ser pioneros de una nueva generación, manteniendo la calidad, el expertise, con diseño y nuevos modos de venta. Queremos ser una empresa tecnológica, a pesar de que trabajamos con un complemento como el zapato, que es lo que viste a una persona.

P. ¿Por qué se llama Jonndo?

R. La jota es un sonido español, pero también es internacional, aunque no queríamos que pareciera una marca americana, además es un juego de palabras, que significa simetría entre el lado derecho y el izquierdo. El logo son unas jotas, unos cordones, un símbolo que puede parecer asiático. Además, nos gustaba ese toque, ya que la fabricación en China es mala pero son muy minuciosos a la hora de trabajar, y eso nos gusta.

P. ¿Fabrican todo en España?

R. Hacemos todos nuestros zapatos en un taller en Almansa (Albacete), nuestros cosidos son al estilo Goodyear, que se compone de un doble cosido, con una doble capa de corcho, que te reconoce la pisada y es mucho más resistente. Los mejores zapateros de todo el mundo utilizan este sistema porque es sinónimo de calidad. Y nosotros nos diferenciamos en estos detalles, aunque nuestros precios son competitivos.

P. ¿Qué precios y perfil de cliente tienen?

R. Un zapato para hombre cuesta entre 120 y 135 euros, y el de mujer, que es el 50% de nuestro cliente, entre los 105 y los 120 euros. El caballero es el de un profesional asentado laboralmente, de entre 30 y 35 años, al que le gusta la personalización de lo que compra. La mujer, de entre 25 y 30 años, busca más tendencia, aunque no creamos moda, sino que adaptamos su zapato al estilo masculino.

P. ¿Cómo innovan para que el cliente tenga una experiencia de compra diferente en la venta online?

R. El cliente se puede hacer una foto al pie y el programa le dice qué talla exacta tiene, que es el mayor problema que tiene la venta online de un zapato. Queremos que la gente se atreva a diseñar, nosotros además asumimos el coste del envío y la devolución en caso de que el zapato no siente bien.

P. A pesar de la tecnología, han abierto tienda física.

R. Queremos poner en valor el zapato, que esté en un lugar bien visible, además existe un publico objetivo de 30 años, que todavía no está digitalizado. Queremos que la gente venga a la tienda y toque la piel. En 2017 abriremos tienda en Barcelona y una filial en Nueva York, con un socio americano.

P. ¿Es difícil encontrar artesanos en España?

R. Hemos perdido a muchos artesanos, aunque cada vez más se montan pequeños talleres, que empiezan a vender por internet. Nosotros hemos tenido que crear nuestra planta de producción.

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Sobre la firma

Paz Álvarez
Periodista especializada en gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, tiene un programa de desarrollo directivo por el IESE. En 1993 comenzó a escribir en la sección de Madrid y, en 1997, se incorporó al diario CincoDías, donde creó la sección de Directivos y ha sido jefa de la sección de Fortuna hasta 2022.

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