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Energía

Endesa prevé cerrar sus centrales de carbón nacional en 2020

La eléctrica se marca como objetivo lograr una producción 100% renovable en 2050

Borja Prado, presidente de Endesa.
Borja Prado, presidente de Endesa.

Endesa se ha marcado un ambicioso objetivo para 2050: que su producción eléctrica esté totalmente libre de emisiones y que sea 100% renovable, tal y como exige la hoja de ruta marcada por la UE para cumplir con los objetivos de la Cumbre del Clima. Para llegar a ello, la eléctrica hace una apuesta decidida por la descarbonización de su parque eléctrico en su plan estratégico 2017-2019, que fue remitida ayer a la CNMV. De momento, Endesa se plantea reducir un 47% sus emisiones de C02 hasta 2019, al pasar de las 51,3 millones de toneladas actuales a los 27 millones.

Según figura en el documento, la compañía descarta realizar inversiones en sus grandes centrales de carbón nacional en este periodo, siempre que el Gobierno las siga dejando al albur del mercado y no apruebe incentivos que le permitan ampliar la vida, lo que las abocará al cierre definitivo en 2020. Se trata de las centrales térmicas de Compostilla, en Cubillos del Sil (León) y la de Teruel, en el municipio de Andorra (Teruel), con una capacidad superior a los 1.000 MW.

Por contra, la eléctrica española, filial de Enel, sí prevé invertir 300 millones en sus dos centrales de carbón importado: la de Puentes, en As Pontes de García Rodríguez (A Coruña), con una potencia de 1.500 MW, y la de Litoral, en Carboneras (Almería), con otros 1.100 MW. En concreto, la eléctrica realizará esta inversión medioambiental para adaptarlas a la directiva europea de emisiones industriales (desnitrificación, esencialmente). Estas inversiones permitirán a estas plantas, con un carbón más barato y una combustión más eficiente, poder funcionar varios años más.

Otra medida a corto plazo prevista por Endesa en su plan estratégico, es el cierre de 31 grupos poco eficientes en los territorios no peninsulares, con una potencia total de 450 MW y la renovación de otros 20 grupos en el archipiélago canario, con una capacidad de 290 MW. A esta operación destinará otros 300 millones de euros, sobre unas inversiones globales de 4.700 millones anunciadas hasta 2019.

Endesa, que recompró el verano pasado los activos de renovables que previamente Enel había integrado en su holding EGPE (en el que tenía un 40%), hace ahora una apuesta decidida por las energías verdes. La eléctrica tiene ya en su cartera 1.706 MW en instalaciones renovables, de las que más del 90% son eólicas. El plan presentado ayer prevé incorporar 300 MW en los próximos tres años, hasta alcanzar 2.000 MW de potencia, con una inversión prevista es de 500 millones de euros, que no estaba incluida en plan que se revisó el año pasado. Además apuesta por ampliar la vida útil de los parques eólicos más allá de los 25 años.

El dividendo a cuenta sube un 75%

Endesa comunicó ayer a la CNMV el reparto a los accionistas de un dividendo de 0,70 euros brutos por acción a cuenta de los resultados del ejercicio 2016, en que la eléctrica espera obtener unos beneficios de 1.400 millones, un 27% más de lo que ganó en 2015. El pago a cuenta, que equivaldrá al 100% del resultado neto, se realizará a partir del 2 de enero y supone un incremento del 75% sobre los 0,4 abonados en enero de este año. Por otro lado, la compañía aseguró un dividendo mínimo de 1,32 euros correspondiente al ejercicio 2016 (el segundo pago, el complementario, se abona en julio), lo que supondría un aumento sobre los dividendos del 29%. Con estas cifras, el dividendo de julio sería de 0,62 euros, similar al complementario de 2015 abonado hace cuatro meses. Para 2017 se estima una retribución mínimo de entre 1,32 y 1,37 euros por título. En los últimos 12 meses, la rentabilidad por dividendo de Endesa se situó en el 5,47%. Tras el anuncio de ayer, la cotizada es la que más retribuye del selectivo, después de Telefónica. La compañía espera repartir hasta 2019 cerca de 6.000 millones de euros como retribución entre sus accionistas, según su plan estratégico. Enel, con una participación del 70%, percibiría así unos 4.200 millones.

Además del crecimiento orgánico, Endesa ve también “oportunidades de crecimiento adicionales en el mercado sula ibérica” mediante compras. Según el plan estratégico existe un mercado potencial de 6.500 MW donde es posible llevar a cabo adquisiciones.

Asimismo, en la actividad de distribución, la filial española de Enel identifica 360 compañías con menos de 100.000 clientes, aproximadamente el 6% de cuota del mercado, que podrían comprarse, tal y como ha ocurrido con la reciente adquisición de Eléctrica del Ebro.

Apuesta nuclear

Respecto a las centrales nucleares, Endesa apuesta por su continuidad y confía en que se amplíe la vida del parque atómico a 60 años. La compañía tiene previsto destinar una inversión de 500 millones hasta 2019 para garantizar la seguridad y eficiencia de sus nucleares y lograr un alargamiento de su vida.

En los mercado minoristas, la compañía tiene 11,1 millones de clientes eléctricos (la mitad aproximadamente liberalizados) y 1,5 millones de gas (un 85% en el mercado libre).


 

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