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Ahorro previsión

La caída de la deuda enturbia la campaña de pensiones

Las gestoras adaptan su oferta para los partícipes conservadores próximos a la jubilación

Thinkstock

El terremoto que la victoria de Donald Trump ha desatado en el mercado de deuda va a obligar a los ahorradores a revisar sus estrategias de inversión para un horizonte de medio plazo y va a tener un efecto inmediato en la presente campaña de planes de pensiones. La recta final del año es el momento de mayores aportaciones a este producto de ahorro para la jubilación dada su ventaja fiscal, que permite rebajar de forma directa lo aportado de la base imponible de la declaración de la renta. La oleada de ventas en la renta fija se cuela por tanto estos días en las oficinas bancarias y plantea un desafío para este tipo de productos.

Tradicionalmente, la recomendación más extendida entre los partícipes de planes de pensiones es que tengan una mayor exposición en Bolsa cuando el momento de la jubilación queda lejos y que la vayan reduciendo en favor de la renta fija, un activo más conservador, a medida que se aproxima el momento del retiro. Pero esa tesis justo salta por los aires estos días, en que queda claramente de manifiesto que la renta fija, sobre todo a largo plazo, también puede generar pérdidas y en que la Bolsa gana puntos frente a la deuda. De hecho, los planes de Trump dibujan un horizonte de más gasto público, más inflación y tipos de interés más elevados que resta atractivo a la inversión en deuda a largo plazo.

Desde el sector reconocen que el actual entorno de mercado está obligando a revisar los productos que se ofrecen a los partícipes, especialmente a aquellos más cercanos a la jubilación y con un perfil más conservador. De hecho, en lo que va de mes, los planes de pensiones de renta fija sufren una pérdida media del 0,35% –frente a la ganancia del 0,73% acumulada en el año–, que se amplía al 0,5% en los planes de renta fija a largo plazo y de renta fija internacional, según datos de VDOS.

“Una cartera centrada únicamente en carteras de renta fija tiene un elevado riesgo de pérdida. Creemos que la campaña de pensiones de este año reflejará un cierto giro en la preferencia de los partícipes hacia productos mixtos”, señala Alfonso Benito, director de inversiones en Aviva España.

Benito reconoce que para los partícipes con un horizonte temporal más a corto plazo, el refugio más evidente son los monetarios, aunque ahí la expectativa de rentabilidad sea mínima. Y ya para quien no necesite recuperar su inversión en un plazo de al menos 3 años, considera que tiene más sentido incluir un porcentaje, aunque sea pequeño, de renta variable.

La inversión en Bolsa choca sin embargo con la arraigada aversión de los partícipes a tomar dosis de riesgo en la recta final de las aportaciones a su plan de pensiones, lo que va a dificultar la obtención de rentabilidades.

Las alternativas pasan por los planes de previsión asegurados (PPA), que garantizan una rentabilidad a un plazo y tienen la misma ventaja fiscal del plan de pensiones, y por la máxima diversificación en las carteras de deuda, huyendo de forma clara de la deuda soberana a largo plazo, en especial estadounidense. Sabadell es una de las entidades que apuesta por los PPA para el perfil más conservador, con un producto que garantiza un interés que se revisa cada trimestre y que ahora oscila entre el 0,10% y el 0,30%.

“La clave para los fondos de renta fija consiste en mantener una estrategia conservadora, con duraciones cortas, alejados de la deuda pública, más focalizados en emisores corporativos high yield a corto plazo y complementar estas tácticas con activos de deuda flotantes e indexadas a los tipos de interés de referencia”, explica José Antonio Cortés, director general de GVC Gaesco Pensiones. Desde Deutsche Bank añaden su preferencia por activos europeos, que seguirán contando con el apoyo del programa de compras de deuda del BCE.

Desde Gesconsult, para perfiles conservadores recomiendan un plan de renta fija mixto, que puede llegar a invertir en Bolsa hasta el 30%. En definitiva, en esta campaña cobra especial importancia una gestión dinámica que ajuste el riesgo al horizonte de la inversión, aunque ahora el mayor riesgo de pérdida se concentre en la renta fija.

En todo caso, el partícipe siempre podrá optar por rescatar el plan más allá del momento de su jubilación. De hecho, es la opción más recomendable fiscalmente puesto que el gravamen que se aplica a la prestación es el tipo marginal del partícipe, que será inferior cuando cobre su pensión pública. “Los clientes que tienen próxima la jubilación no tienen que plantearse retirar todo su plan, tienen que gestionar la fiscalidad de la prestación”, recuerdan en Aviva.

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