Reig Jofre duplicará la producción de su planta de Barcelona

El laboratorio catalán Reig Jofre acelera en su plan de crecimiento que ha vivido en los últimos años. Esta empresa cotizada en el mercado continuo prepara un plan para aumentar la capacidad productiva de sus dos plantas con el objetivo de crecer en exportaciones: la de Toledo, donde se fabrican antibióticos, y la de Sant Joan Despí, especializada en inyectables.

La compañía, controlada por la familia Reig a través de Reig Jofre Investments con el 72% del capital, prevé duplicar la capacidad de su planta barcelonesa, desde la producción actual de 13 millones de viales, avanza Ignasi Biosca Reig, consejero delegado de la compañía. Esta mejora todavía no cuenta con una cifra concreta de inversión, que se deberá aprobar a finales de año, pero la ampliación está prevista que acabe en 2018. Desde esa instalación, el laboratorio vende a más de 40 países.

A la vez, la empresa concluirá una cuarta línea de producción en su fábrica de antibióticos de Toledo, desde donde se exporta a casi 60 países, con una inversión de 10 millones de euros, y que estará lista para finales del próximo año. “Esta planta de antibióticos ha sido la punta de lanza de nuestro crecimiento internacional”, apunta Biosca, quien pertenece a la tercera generación de la familia que fundó la empresa en 1929.

La compañía, además, quiere seguir creciendo mediante compras de productos o de compañías, asegura Biosca, y analizan oportunidades constantemente, aunque afirma que de momento no hay nada cerrado. En los últimos años, Reig Jofre ya ha crecido mediante adquisiciones. En 2014 lo hizo con la absorción de la cotizada Natraceutical, una operación que permitió al laboratorio barcelonés desembarcar en Bolsa.

Además, han puesto en marcha algunas alianzas, por ejemplo, con la también cotizada Oryzon Genomics, que le ha permitido hacerse con un nuevo kit de diagnóstico para el mercado oncológico. Reig Jofre ingresó en los primeros nueve meses 119,29 millones, un 2,7% más que el año anterior, según informó ayer la compañía a la CNMV. En los próximos meses, parte del crecimiento para el laboratorio “provendrá de Japón y de Estados Unidos”, indica Biosca, los dos mercados farmacéuticos más importantes del mundo.

En Japón, la compañía obtuvo en el primer trimestre autorización para entrar en ese mercado. Además, para Estados Unidos, el laboratorio está progresando en los trámites con el agencia del medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) para exportar a ese país.

Actualmente, el 81% del negocio corresponde a la producción y venta de productos propios (96,26 millones en los últimos nueve meses) y el resto en producción para terceros, fundamentalmente para multinacionales.

Respecto al ebitda, en los nueve primeros meses del ejercicio se situó en 11,50 millones, 2,05 millones inferior al mismo periodo del ejercicio anterior. La firma recordó además que la junta de accionistas aprobó en junio una reorganización de los fondos propios, traspasando capital a reservas de libre disposición, con el principal objetivo de facilitar la implementación de una política de dividendos en el futuro.