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Cinco Sentidos

El ocio de los españoles cada vez es más digital

La preferencia por productos online y la búsqueda de experiencias marcan al sector

Thinkstock
Manuel G. Pascual

La industria del entretenimiento atraviesa un proceso de profundos cambios. La forma de consumir contenidos en el tiempo libre ha sido alterada por la irrupción de las nuevas tecnologías, que se han hecho fuertes también el terreno del ocio. Los móviles y las tabletas se configuran como el soporte en el que cada vez más gente confía para distraerse, si bien la televisión todavía tiene mucho que decir en los hogares. La consultora PwC acaba de publicar un informe, Global Entertainment and Media Outlook 2016-2020, en el que disecciona las tendencias que está adoptando el sector.

Televisión y videojuegos conservan el mando

El crecimiento de los distintos subsectores de la industria del entretenimiento hasta 2020 no será homogéneo. La facturación de la prensa, por ejemplo, decrecerá en los próximos cuatro años un 2,1%, si bien esa reducción será más lenta que la vivida en los últimos tiempos. La mejoría de los ingresos por publicidad, que aumentarán un discreto 0,4% durante el periodo, compensarán los huecos dejados por otras partidas de ingresos. El negocio editorial y el de las revistas, con una caída prevista del 0,3% para el mismo periodo, se unen al grupo de los que perderán volumen de negocio.

El resto de segmentos mejorará sus cifras. El mercado de la televisión liderará este crecimiento, estimado en un 4,9% hasta 2020. Para ello, la industria “deberá ajustar sus contenidos a las necesidades de los clientes”, y eso implica apostar por la producción de programación propia y la retransmisión de grandes eventos deportivos, una de las debilidades del cliente español. “Ese será un elemento clave para ofrecer una oferta diferencial que permitirá consolidar la posición frente a grandes operadores internacionales como Netflix o HBO”, asegura el informe de PwC.

Se espera que el mercado de los videojuegos crezca un 3,2%, llegando a unos ingresos de 668 millones de euros para 2020, y que la música vuelva a crecer (en este caso, un 1,8%).

La buena noticia es que, pese a la conmoción que sufren segmentos como la prensa o el editorial, la industria del entretenimiento seguirá creciendo durante los próximos cuatro años. Concretamente, los expertos de PwC estiman que la facturación de los mercados de la televisión, el cine, la publicidad, los videojuegos, la música, la radio, las revistas, la prensa y los libros aumentará un 2,9% hasta 2020. La mala, que no todos estos segmentos gozarán de la misma fortuna en los años venideros.

Lo que sí queda claro es que la industria española debe adaptarse a los cambios que se van sucediendo en el mercado. Estas son las principales tendencias de consumo que identifica la citada consultora.

“Existe una correlación casi perfecta”, lee el estudio, “entre el tamaño relativo de la población menor de 35 años y el crecimiento del gasto en entretenimiento y medios”. Dicho de otro modo: los jóvenes son los responsables del aumento de los ingresos de esta industria. Pese a su predilección por la tecnología, o quizá precisamente por ello, aprecian mucho también las experiencias en vivo. Tanto los ingresos por conciertos, ferias o taquilla como los generados por los juegos online aumentaron el año pasado casi un 5%.

Los operadores españoles tradicionales de contenidos han acabado integrando su oferta omnicanal a través de televisión, ordenadores, tabletas y teléfonos inteligentes. PwC augura que los paquetes de servicios de vídeos a demanda crecerán en variedad y flexibilidad de precios. “Cuando esto suceda, la batalla por los clientes se recrudecerá, ya que los operadores de cable, tecnología y telecomunicaciones lucharán para hacerse un hueco en el mercado”, prevé el estudio. La adquisición de Canal+ y su plataforma digital Yomvi por Telefónica y la reciente compra de Time Warner por el gigante de las telecomunicaciones AT&T por 79.000 millones de euros se deben leer en ese contexto.

A medida que el contenido se digitaliza, los servicios en streaming (visualización sin descarga) y los de suscripción digital se están convirtiendo en los más relevantes. Solo el año pasado, los ingresos por servicios como el que presta el portal estadounidense Netflix crecieron un 32% en todo el mundo, hasta rozar los 10.000 millones de euros. La previsión es que la cantidad vaya a más. “En el caso español, el pago bajo demanda de eventos deportivos son de vital importancia para el sector”, apunta Patricia Manca, socia responsable del sector de Ocio, Entretenimiento y Medios de PwC.

El elemento diferencial en la industria del entretenimiento son los contenidos, no el soporte en el que se distribuyan. Asegurar los derechos de los que sean más relevantes y luchar contra su difusión gratuita en algunos portales serán claves para la rentabilidad del sector en los años venideros. “Las formas de entretenimiento tradicionales siguen existiendo, pero los gustos de los más jóvenes se acabarán imponiendo”, concluye Manca.

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Sobre la firma

Manuel G. Pascual
Es redactor de la sección de Tecnología. Sigue la actualidad de las grandes tecnológicas y las repercusiones de la era digital en la privacidad de los ciudadanos. Antes de incorporarse a EL PAÍS trabajó en Cinco Días y Retina.

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