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La expansión internacional de la banca

BPI elimina el límite a los derechos de voto y da luz verde a la opa de CaixaBank

La asamblea general del banco portugués BPI ha aprobado la eliminación del blindaje en los derechos de voto Era la condición impuesta por CaixaBank para tomar control del banco luso

El accionariado de BPI
Juande Portillo

CaixaBank salió victoriosa este miércoles finalmente en su largo pulso por hacerse con el control del banco portugués BPI. La asamblea de la entidad lusa eliminó el límite sobre los derechos de voto que constreñía la cuota decisoria de CaixaBank, condición sine qua non de la entidad catalana para culminar su opa sobre BPI. La jugada fue engrasada dando a Dos Santos, principal opositora a la operación, el control de la filial angoleña BFA.

La oferta pública de adquisición (opa) lanzada por CaixaBank sobre Banco Portugues de Inversion (BPI) terminó de forjarse este miércoles después de que la asamblea general del banco luso aprobase finalmente eliminar el blindaje en los derechos de voto. Se trataba de una cláusula estatutaria por la que se limitaba en un máximo del 20% el peso decisorio de todos los accionistas de BPI aunque superasen esa participación en el capital de la firma.

CaixaBank, principal perjudicado por este blindaje con un 45,16% de BPI, había establecido su eliminación como condición indispensable para seguir adelante con la oferta de compra lanzada sobre el otro 55% del banco luso.

La cuestión quedó resuelta pasada apenas una hora del inicio de la asamblea pese a que esta votación ha tenido que ser convocada ya tres veces, después de quedar pospuesta en las convocatorias del 22 de julio y el 6 de septiembre.

En la última ocasión, la votación se pospuso después de que la familia Violas, primer accionista portugués del banco con un 2,7% del capital, acudiera al juez para blindar el límite de los derechos de voto. De hecho, a la espera del fallo, la asamblea votó este miércoles la decisión bajo dos redacciones, una general, aprobada con el 94,04% de los votos, y otra propuesta por los Violas, que obtuvo el 88,22%.

De esta forma se dio luz verde a la segunda opa que CaixaBank lanza sobre BPI en apenas un año –la primera fue rechazada– superando la fuerte oposición que ha ejercido en todo momento la segunda accionista de BPI, la magnate angoleña Isabel Dos Santos, propietaria del más del 20% del capital a través de Santoro y BIC.

Semejante grado de aceptación, en todo caso, tuvo lugar solo un día después de una operación corporativa clave. BPI ofreció el martes a la operadora telefónica Unitel, controlada por Dos Santos, hacerse con el control efectivo del Banco de Fomento de Angola (BFA), del que hasta ahora el banco luso tenía el 50,1% y la operadora el 49,9%. BPI se ofreció a vender a Unitel otro 2% de la entidad a cambio de 28 millones de euros y los dividendos pendientes desde 2013, que ascienden a otros 66 millones de euros.

Una jugada que permite cumplir dos objetivo: propiciar el voto favorable de la magnate e hija del presidente de Angola, de una parte, y, de otra, avanzar en el mandato dado por el Banco Central Europeo a BPI de ir reduciendo su exposición al mercado angoleño.

De hecho, Fráncfort ha amenazado con multas millonarias a la entidad portuguesa si no reduce su riesgo afrincano y ha marcado final de octubre como fecha para que CaixaBank haga efectiva la adquisición de BPI. A partir de ahí, el BCE da cuatro meses a la entidad catalana para rebajar la exposición de BPI a Angola.

Con este calendario por delante, y una vez eliminado el límite en los derechos de voto, la CMVM, el regulador de los mercados portugués, dio este miércoles por obligatoria la opa lanzada por CaixaBank que queda comprometida a formalizarla en las próximas semanas.

Con 40.600 millones en activos, BPI es el cuarto banco portugués. CaixaBank presentó su opa en abril a 1,113 euros por acción. La cifra, una media ponderada, se elevó ayer a 1,134 euros al quedar la opa como obligatoria. Los títulos del banco luso cotizaban este miércoles a 1,09 euros.

“CaixaBank valora positivamente la decisión de los accionistas de BPI de eliminar las restricciones a los derechos de voto, puesto que dará estabilidad a la entidad, al permitir aplicar el principio de una acción, un voto, en línea con las mejores prácticas de gobierno corporativo.Asimismo permite a CaixaBank continuar con su oferta, que supone un fuerte compromiso de inversión con Portugal, donde estamos presentes desde hace mas de 20 años”, destacó este miércoles en un comunicado el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, defendiendo que la decisión de la asamblea es la “mejor para el futuro de la entidad”.

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