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Investigación

Vectores virales ‘made in Spain’

Vivebiotech es la única empresa del país que produce estas terapias

Manuel G. Pascual

La gran mayoría de enfermedades raras (el 80%) son de base genética y se producen por la mutación de un solo gen. Por eso, si se sustituye ese gen enfermo por uno sano, se puede lograr la curación de la enfermedad. Para lograr eso se necesitan los llamados vectores virales: unos vehículos que transportan el gen sano al punto exacto del ADN donde debe implantarse para sustituir al dañado. Hasta ahora, estos tratamientos se ofrecían en países como China, EE UU, Francia o Italia, en los que el tiempo de espera para ser atendido supera los dos años.

Esta tecnología ya ha aterrizado en España de la mano de Vivebiotech. La compañía donostiarra es la primera y, hasta la fecha, la única del país capaz de producir vectores virales. Se calcula que unos tres millones de personas están pendientes de recibir un tratamiento para la enfermedad de origen genético que padecen.

La compañía acaba de presentar la primera sala blanca del país para la producción de vectores virales, ubicada en sus instalaciones del Parque Científico y Tecnológico de Guipúzcoa (San Sebastián). La instalación, de 90 metros cuadrados, está equipada con biorreactores y un laboratorio de 210 metros cuadrados.

Una tecnología aplicable al cáncer y al párkinson

Los vectores virales no se aplican únicamente a enfermedades raras. El procedimiento se puede adaptar también a cualquier patología en la que se conozca el gen responsable de la enfermedad. De ahí que el párkinson o el cáncer, por ejemplo, sean algunas de las dolencias que más se puedan beneficiar de esta técnica.

“Ya hay grandes compañías que piensan abordar patologías con muchos más enfermos con nuestra misma técnica”, explica Ramírez, de Vivebiotech. Ya se trabaja en algunos tipos de anemia, y el siguiente paso sería dar el salto a la oncología, uno de los campos a los que más recursos dedican los grandes laboratorios.

“La sala blanca está hecha. Ahora estamos en fase de validación: nos tienen que acreditar las autoridades estatales”, explica Juan Carlos Ramírez, director científico de la empresa y dueño de la patente de vector viral sobre la que se ha edificado el laboratorio de Vivebiotech. “Pero el proceso de producción está listo. Nuestra perspectiva es tener la autorización a finales de este año y por tanto poder empezar a desarrollar vectores de terapia génica a principios del que viene”, indica.

“El principal elemento con el que trabajamos es el vector lentisoma. Esperamos que pueda ser autorizado en tres cuatro años para ser utilizado como vector de terapia génica”, explica Ramírez. En cuanto pueda ponerse a trabajar en la sala blanca, el equipo de Vivebiotech se ocupará, al menos al principio, de preparar virus para ensayos preclínicos o clínicos. “En un futuro, tenemos la capacidad para entrar en ensayos de más alcance, como los de fase III, en los que se requiere que los fármacos sean testados en miles de sujetos”, expone.

“Ahora mismo tenemos dos pedidos en cartera. Uno está ya cerrado y el otro lo estará en breve: estamos pendientes de que se formalice la financiación. Tenemos también un tercero, con investigadores de un instituto alemán, y estamos hablando con otro centro para hacer un ensayo de terapia génica en pacientes de sida”, glosa Ramírez. Sus clientes son, en todos los casos, centros de investigación, ya estén financiados por laboratorios farmacéuticos o por fondos públicos.

El hecho de ser los primeros en poner en marcha esta tecnología en España coloca a Vivebiotech en una posición de ventaja en un mercado en crecimiento como es el relacionado con las terapias celulares. De ahí que, con la sala blanca recién acabada, no descarten tener que ampliarla a corto plazo.

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Sobre la firma

Manuel G. Pascual
Es redactor de la sección de Tecnología. Sigue la actualidad de las grandes tecnológicas y las repercusiones de la era digital en la privacidad de los ciudadanos. Antes de incorporarse a EL PAÍS trabajó en Cinco Días y Retina.

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