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Cataluña, la región que más fondos ha recibido

El coste del rescate autonómico se eleva a 208.000 millones

El pago de las facturas impagadas a proveedores representa el 45% del total La deuda regional se ha multiplicado por cuatro desde el inicio de la crisis

Rescate CCAA

Cuando Mariano Rajoy llegó al Ejecutivo se encontró un panorama dantesco en las cuentas públicas autonómicas. A finales de 2011, el déficit fue del 2,94% del PIB, lejos del 1,3% fijado por Hacienda. Tan solo una cumplió el objetivo de déficit (Madrid). El desplome de la actividad aceleró el recurso al endeudamiento, lo que provocó que el pasivo regional se multiplicara por dos entre 2008 y 2011. Por si todos esos factores fueran poco afloró una gigantesca montaña de facturas impagadas a proveedores. En esa tesitura, el Gobierno activó un plan de rescate a las autonomías, que se ha prolongado durante toda la legislatura, y que ha tenido consecuencias positivas y negativas. Entre las primeras se logró saldar las deudas con los proveedores y se dio acceso a los mercados a regiones que no podían emitir deuda. Entre las segundas se sitúa el crecimiento imparable de la deuda, ya que todos los fondos que se han prestado para pagar a proveedores o vencimientos se tienen que devolver, en cómodos plazos, pero se tienen que devolver. El pasivo de las autonomías se ha disparado hasta los 264.174 millones de euros en el primer trimestre de 2016, lo que supone que se ha multiplicado casi por cuatro desde el inicio de la crisis. De esa cantidad, el 48,3% está en manos del Estado.

Cerca de la mitad del pasivo de las autonomías está en manos del Estado

La principal razón que justifica esa dependencia del Estado se encuentra, precisamente, en todos los fondos que se han prestado a través de los distintos mecanismos de financiación. En cinco años, las autonomías han recibido 208.822 millones de euros para hacer frente a los vencimientos de deuda, a las facturas impagadas a los proveedores y a otro tipo de gastos, como las liquidaciones negativas (recibieron más anticipos de dinero de los que le correspondían y ahora tienen que devolverlo). El análisis por autonomías revela que tres de ellas (Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía) absorben dos de cada tres euros que se han prestado. Cataluña ha recibido en cuatro años más de 59.000 millones, de los que 28.000 millones (el 47,4%) se ha destinado a cubrir vencimientos. La región presidida por Carles Puigdemont fue la primera que optó por los bonos patrióticos (emisiones de deuda a particulares) para financiarse y logró colocar 12.726 millones entre 2010 y 2014. El resto ha servido para pagar a proveedores (21.593 millones), especialmente a los proveedores sanitarios y a las oficinas de farmacia.

El perfil de los fondos prestados a Andalucía y Comunidad Valenciana es diferente, ya que la mitad se ha destinado a saldar deuda comercial. En la clasificación por las ayudas recibidas del Estado les siguen Castilla-La Mancha (12.796 millones), Madrid (11.430), Baleares (8.430) y Murcia (8.175). El grueso de las ayudas recibidas también ha servido fundamentalmente para liquidar impagos con proveedores.

El denominador común de haber sido rescatado es que todas han heredado una deuda tan elevada que difícilmente podrán devolver. Especialmente significativas son las cifras de cuatro regiones, cuya deuda supera el 30% del PIB. La más endeudada en términos relativos es la Comunidad Valenciana, con un 41%, seguida por Castilla-La Mancha (35,4%), Cataluña (35,1%) y Baleares (30,4%). Las cuatro han exigido un nuevo sistema de financiación autonómica e incluso alguna ha ido más allá, como Baleares, que ha pedido a Hacienda que se le condone la deuda con el Estado por el déficit histórico de financiación.

Déficit y ajustes

Algunas autonomías lo van a tener complicado para cumplir con el objetivo de déficit, pese a que Hacienda ha rebajado el objetivo inicial del 0,3% al 0,7%, ante la evidencia de que muy pocas podrían llegar a rebajar el desfase entre ingresos y gastos a ese nivel. Tres de ellas cuadruplicaron el límite impuesto por Hacienda para 2015 (0,7% del PIB) y tendrán que afrontar duros ajustes para recomponer sus cuentas. Se trata de Cataluña, con un déficit del 2,7% del PIB; Extremadura (2,64%), Murcia (2,52%) y Comunidad Valenciana (2,51%). Unos ajustes que pueden coincidir con la situación anómala de que haya elecciones, lo que les obligaría a prorrogar sus presupuestos.

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