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Tecnología

Facebook Messenger planta cara a Whatsapp

El servicio de mensajería permite realizar pagos y reservar vuelos

El creador de Facebook, Mark Zuckerberg, en una rueda de prensa.
El creador de Facebook, Mark Zuckerberg, en una rueda de prensa. Efe

Cosechados los mil millones de usuarios activos, la hoja de ruta de Facebook Messenger dicta evolucionar desde servicio de mensajería instantánea a plataforma inteligente capaz de solucionar problemas cotidianos y de poner en contacto con eficacia a marcas y empresas con personas.

“Cuando cuentas con una plataforma como Facebook, con sus 1.600 millones de usuarios, y pones encima de la mesa el potencial de Messenger, te das cuenta de que tienes la agenda actualizada más grande de la historia de la humanidad porque puedes encontrar casi a cualquier persona y comunicarte con ella de manera sencilla”, explica en una entrevista con Efe David Marcus.

Marcus es vicepresidente de Facebook y máximo responsable de Messenger, uno de los desarrollos propios de la compañía que ha logrado mayor entidad -Whatsapp e Instagram fueron adquisiciones-.

Entre Messenger y Whastapp (cada uno con mil millones de usuarios) se envían a diario 60.000 millones de mensajes.

Aquí algunas cifras con las que saca pecho Messenger: 17.000 millones de imágenes enviadas cada mes, 50 millones de compañías presentes, acapara el 10 % de las llamadas de voz sobre IP del mundo y hay 21.000 desarrolladores externos creando funcionalidades para la plataforma.

Nació en el seno de Facebook como una herramienta de comunicación privada de la red social, muy al estilo del correo electrónico, en 2014 se independizó de su matriz para ser una herramienta móvil de mensajería instantánea y ahora camina para erigirse en un centro de gestión de tareas cotidianas... y, por supuesto, en una oportunidad para hacer negocio.

Cada mes, la interacción en la aplicación entre usuarios y empresas alcanza los mil millones de mensajes, el doble que el año anterior: “Vemos que la gente tiende cada vez más a gravitar de forma natural alrededor y a querer comunicarse con los negocios en Messenger”, sostiene el directivo.

Abierta a los desarrolladores

Para sacarle provecho a esta circunstancia, Facebook decidió hace tres meses abrir Messenger al desarrollo de terceros. De esta manera, otros -movidos por esa numerosa masa de usuarios con identidades reales- crean funcionalidades para la aplicación y ésta logra que las personas pasen más tiempo en ella.

Así, Messenger ha dejado de ser exclusivamente una herramienta de comunicación -mediante texto, llamadas y videoconferencias-: permite realizar distintas actividades como enviar dinero, reservar billetes de avión, hacer compras o conectar con el servicio de atención al cliente de una compañía.

El objetivo de la plataforma es “ofrecerle a la gente todo aquello -cosas cotidianas- que necesita de una forma más rápida y sencilla” y aspira a hacerlo en un contexto conversacional, mientras los usuarios se comunican entre ellos.

Por ejemplo, si dos amigos hablan de encontrarse, Messenger pretende poder darles sobre la marcha información de la ruta que han de tomar para llegar al lugar acordado, la opción de solicitar un medio de transporte para llegar o proponerles la reserva de un restaurante. De forma natural, integrada y “sin interrupciones”.

Y para ello, ha de ser capaz de entender el lenguaje humano, de ahí la inversión de la compañía en inteligencia artificial.

Sus esfuerzos en ese sentido se orientan en dos direcciones: la creación del asistente virtual M y la promoción de “bots” conversacionales que sean capaces de solucionar pequeñas tareas -ya se han puesto en marcha 18.000: los hay de noticias, de turismo, de atención al cliente, para buscar pareja-.

La API para la creación de “bots” se abrió hace tres meses y Marcus reconoce que aún no ha pasado el tiempo suficiente para lograr experiencias pulidas.

El directivo está convencido de que si están bien construidos y son útiles a los usuarios no les incomodará comunicarse con “bots”.

Y habla de un escenario temporal de dos años para que el proyecto esté consolidado: “En el futuro, enlazando con la inteligencia artificial, Messenger se convertirá en un sitio muy importante para nuestra vida cotidiana”.

Por su parte, M es un asistente virtual en desarrollo que combina inteligencia artificial y gestión humana y cuya función será la de solucionar preguntas y tareas: “Aún está en un estado primigenio porque es muy difícil crear un 'bot' que sea capaz de contestar a cualquier cuestión que le quieras plantear”.

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