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Entrevista

Menéndez: “Nada detiene una voluntad sometida a una disciplina”

El director general de Vega Sicilia es licenciado en Administración y Dirección de Empresas También cuenta con un Programa de Desarrollo Directivo por la Universidad de Navarra

Juan Lázaro

Antonio Menéndez (Madrid, 1975) tiene el reto de liderar una de las marcas más reconocidas en el mundo: Vega Sicilia. Destaca su formación con los jesuitas que le “enseñaron a pensar” y algunos valores como la persistencia, que empezara a trabajar desde muy joven y un perfil desarrollado en gran consumo en excelentes escuelas como Pepsi, L’Oreal o Paramount Pictures.

Pregunta. ¿Cómo entiende el liderazgo? ¿Qué cualidades configuran a un buen líder?

Respuesta. Liderazgo en el ámbito empresarial es la capacidad de mover una organización en una dirección. Para ello, se deben cumplir dos cosas, y en este orden: el líder debe saber qué metas quiere alcanzar, es decir, hacia dónde ir, y debe conseguir movilizar al equipo para conseguirlas. La capacidad de movilización se puede lograr de muchas formas, pero la ideal es cuando se consigue motivar al equipo. Para ello creo que hay que entender qué es importante para ellos, y conseguir su admiración y respeto. La perseverancia, la capacidad de trabajo, la inteligencia, la honestidad y la pasión son atributos de líder que ayudan a que esto se consiga. Y siendo buena gente, siempre hay tratar de ayudar a los demás.

P. Dónde aprendió y adquirió estas habilidades de liderazgo?

R. En mi caso es una combinación de lo aprendido en los libros, y sobre todo, de lo que he vivido en las distintas compañías para las que he trabajado: L’Oreal, Pepsico, Paramount Pictures y ahora en Vega Sicilia.

P. ¿Tiene un modelo de líder? ¿De quién ha aprendido más a serlo?

R. No tengo un modelo de líder particular, y me costaría dar algún nombre concreto. En general he tratado de replicar lo mejor que he visto en los distintos profesionales con los que he trabajado. Y sí puedo decir que siempre he aprendido más de aquel a quien he admirado.

P. En su trayectoria profesional ¿Cuál ha sido su reto más complejo? ¿Qué aprendió de esa experiencia?

R. Mi reto más complejo ha sido siempre adaptarme a las diferentes industrias en las que he trabajado: lujo y cosmética, bebidas, entretenimiento y ahora el mundo del vino y lujo de la mano de Vega Sicilia. He aprendido que nunca debemos dejar de ponernos retos, en todos los aspectos de la vida, porque es lo que nos mantiene vivos. La capacidad de reinventarse es una gran virtud.

P. ¿Cuáles son sus retos tras la crisis? ¿Son distintos de los de antes?

R. En general, los mismos que antes de la crisis, solo que ahora con más experiencia para gestionarlos. Mi reto es, como decía antes, seguir teniendo retos. Y fuerzas para pelearlos. Decía Vince Lombardi que nada puede detener una voluntad sometida a una disciplina perfecta. Todo aquel que tiene un objetivo, tiene un plan y persiste en el empeño consigue lo que se propone. Me gustaría pertenecer a ese grupo de personas.

P. ¿Cuál es el próximo capítulo en su vida?

R. Me gustaría ser capaz de tener un buen balance entre los cuatro pilares básicos de mi vida: familia, trabajo, amigos y deporte. Y me gustaría tener la capacidad de superación que me permita ir creciendo en cada uno de estos ámbitos.

P. ¿Qué importancia dedica a la visión de futuro?

R. En mi opinión, tanto en la empresa como en la vida hay que tener una visión, una misión y una estrategia. Si no, creo que es complicado conseguir los objetivos, en especial el más importante en la vida que es ser feliz. Por eso las cosas que hacemos hoy deben tener un sentido, deben contribuir a algo más grande y lejano en el tiempo. Pero también por eso debemos aprender a disfrutar al máximo lo que hacemos hoy, aquí y ahora. No se trata de hacer lo que queremos, si no de querer lo que hacemos. Sobre todo en la vida, el viaje es tan importante como el destino.

P. ¿Cuál es para usted el mejor libro de liderazgo?

R. Me gustan mucho las biografías de la gente que ha conseguido cosas en la vida, y me gusta aprender cómo lo han hecho. Leo con especial curiosidad lo relativo a los personajes contemporáneos del ámbito político y empresarial. Pero si tuviera que decir un libro que me ha inspirado a nivel de liderazgo, y también a nivel humano, elegiría la autobiografía de San Ignacio de Loyola, fundador de Los Jesuitas, dictada al P. Gonçalves da Camara. Y lo elegiría no tanto por la obra literaria en sí, sino por lo que ha significado e influido Ignacio de Loyola en mi vida, ya que he tenido la suerte de estudiar en Los Jesuitas.

P. ¿A qué dedica su agenda?

R. Por motivos laborales, actualmente paso mucho tiempo fuera de España, viajando por todo el mundo. En estos viajes, mi agenda está dedicada por entero al trabajo; salvo el tiempo que dedico al deporte, que en estos viajes procuro sea de unas dos horas al día. A veces es duro tanto tiempo fuera de casa, pero tengo la suerte de disfrutar mucho con mi trabajo. Y eso sí, el tiempo que ahora paso con mi familia y amigos, mucho menos que antes en cantidad, es de una intensidad y calidad mucho mayor. Al final trato de vivir intensamente lo que me toca en cada momento.

P. ¿Cuál es la importancia de la cultura empresarial en su gestión?

R. Creo que la cultura empresarial es la base sobre la que se construye todo. Y para mí significa hacer bien las cosas. Lo poco o mucho que se haga, hay que hacerlo bien. Hay que buscar la excelencia continuamente. Y tenerlo siempre presente. Eso nos llevará a nosotros a ser buenos profesionales, y a nuestra empresa a tener buenos productos y dar buenos servicios. Y también nos ayudará en la vida a ser buenas personas. Si ponemos estos mimbres, y perseveramos en el esfuerzo, sé con seguridad que los objetivos se alcanzan.

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