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Productos de ahorro

El ‘brexit’ da la puntilla a los depósitos estructurados

Las turbulencias bursátiles complican el cumplimiento de la expectativa de rentabilidad de los depósitos estructurados. La banca se replantea su diseño, ampliando los plazos, y comienza a dejarlos en un segundo plano en favor de los clásicos fondos garantizados

Thinkstock
Nuria Salobral

Los efectos colaterales del brexit están llegando a todos los rincones del mundo financiero, también a la oferta de productos de la banca española. Los depósitos estructurados, aquellos que vinculan su rentabilidad a la evolución de una o varias acciones en Bolsa, están sufriendo en primera línea el impacto que el resultado del referéndum británico ha tenido en los mercados. La apuesta de rentabilidad con la que se diseñaron tiene ahora muchas menos probabilidades de cumplirse y la volatilidad que se ha instalado en la Bolsa, donde la incertirumbre va para largo, está llevando a los bancos a modificar su diseño o, directamente, a retirarlos de la primera línea de sus escaparates de productos.

Los depósitos estructurados han sido la vía con la que intentar ofrecer al cliente unas décimas más de rentabilidad por su ahorro, en un momento de tipos de interés al mínimo que han dejado el rendimiento de los depósitos tradicionales prácticamente al cero. Su rentabilidad se basa en que determinadas acciones se revaloricen hasta el momento del vencimiento, cuando el interés puede acercarse al 0,7% ó 0,6%. De lo contrario la rentabilidad se reduce a cero o a un mínimo símbólico del 0,05% o el 0,1%. Y con el capital garantizado en su venta a ahorradores particulares. Si no lo está, lo que puede dar más opciones de rentabilidad, debe dejarse muy claro al cliente, que deberá hacer un test de conveniencia según establece la CNMV.

“Hace un año, el 10% de los depósitos que hacíamos eran estructurados, ahora ese porcentaje apenas llega al 3%”, reconoce José Manuel Artal, jefe de desarrollo de productos y servicios particulares de Ibercaja. La entidad se ha concentrado en dirigir a sus clientes desde los depósitos hacia los fondos de inversión, con más expectativas de rentabilidad, a pesar de que siga siendo alta la resistencia al cambio y de que “la rentabilidad más común en los depósitos sea de entre el 0,1% y el 0,15%”, apunta Artal. Los depósitos no son la prioridad, aunque la entidad sí comercializa ahora un estructurado a 18 meses que da un 0,47% si las acciones de Santander, Vodafone y Telefónica han subido, o al menos están al mismo nivel, al cabo de ese período y un 0,031% en caso contrario.

En Sabadell reconocen que hasta hace poco los depósitos estructurados han sido la oferta principal de ahorro de la entidad, por delante incluso de los fondos de inversión. Pero ante la coyuntura de los mercados esa estrategia empieza a cambiar. “La alternativa ahora en los estructurados es alargar los plazos”, explica Ramón Gras, director de producto y segmentos de Sabadell. La entidad ha lanzado un estructurado a un plazo de 20 meses, vinculado a la rentabilidad de Total y Repsol, en la idea de que tras el castigo sufrido en Bolsa las petroleras cotizarán al alza. Si sus acciones suben al vencimiento, el rendimiento será del 0,63% TAE y de cero en caso contrario.

Giro hacia los fondos garantizados

En el sector coinciden en que el difícil entorno de mercado obligará a rediseñar los estructurados, ampliando el horizonte de vencimiento a hasta tres años para intentar hacer cierta la expectativa de rentabilidad. Y señalan que la oferta de productos va a volver a concentrarse en los fondos garantizados, aunque su umbral de rentabilidad apenas ronde el 0,5% anual.

El brexit ha disparado la búsqueda de activos refugio y, en el terreno de los productos bancarios, ha intensificado el interés por los productos más seguros, que se identifican no tanto con los depósitos estructurados sino con los fondos garantizados, viejos conocidos de la clientela bancaria española. En junio tuvieron entradas netas por 150 millones de euros, según Inverco.

Fondos conservadores para retener el ahorro

Los fondos de inversión son la apuesta clara de la banca para potenciar los ingresos por comisiones, partida clave en la cuenta de resultados en un entorno de tipos de interés al cero, aunque los garantizados no sean el mejor exponente para aplicar comisiones por su escasa rentabilidad y sus mínimas exigencias de gestión.

En lo que va de año los garantizados acumulan aportaciones netas por 2.015 millones de euros. Bankia es una de las entidades que apuesta en mayor medida por los garantizados, con 4 productos con los que ha captado 950 millones este año. Ahora ha lanzado un quinto a un plazo de 7,3 años y una expectativa de rentabilidad ligada a Apple, Vodafone y Total. Si las acciones suben al vencimiento, la TAE será del 1,33%. En caso contrario, del 0,21%. Su ofensiva está animando a otras entidades a rescatar el producto.

Sobre la firma

Nuria Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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