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Contante y sonante

El último cuarteto de las antiguas cajas de ahorros

Thinkstock

Ahora sí. El pasado 30 de junio fue el último día en el que los presidentes y consejeros de las antiguas cajas de ahorros que también se sentaban en las fundaciones bancarias debían abandonar uno de los dos sillones. Era una de las últimas exigencias impuestas en 2012 por Bruselas que quedaba por cumplir tras conceder 41.000 millones de euros en ayudas públicas para recapitalizar a varias cajas de ahorros.

Como si la nostalgia les impidiese despedirse de uno de los dos sillones, todos los directivos que estaban en esta situación de incompatibilidad, a excepción de Amado Franco, presidente de Ibecaja, han aprovechado hasta el último minuto para comunicar su decisión. ¿Dónde me quedo, en la fundación, principal accionista de la antigua caja de ahorros, o conservo la presidencia de la entidad financiera?. Ese era el dilema.

Isidro Fainé, hasta el jueves pasado presidente de CaixaBank, la Fundación Bancaria La Caixa y de Criteria, ha decidido llevar la batuta del Grupo La Caixa desde su fundación. Lógico, esta controla el 56,8% (en breve será del 49%) del capital de CaixaBank, y prácticamente nada se puede mover si no es con la autorización de un accionista tan destacado. Fainé cumplirá el próximo domingo 10 de julio, 74 años de edad.

Braulio Medel, alejado ya desde hace tiempo del mundanal ruido del sector, ha optado también por quedarse como número uno de la Fundación Unicaja. Medel, que hace tiempo que no aparece por los círculos financieros madrileños (o eso dicen) ya había comunicado su decisión en marzo pasado, aunque no fue hasta el miércoles cuando se aprobó su salida de Unicaja Banco y el nombramiento de su sustituto Manuel Azuaga en la institución financiera. En este relevo llama la atención su edad, 69 años, la misma que la que tiene Medel, al que sustituye. Se convierte así en el presidente de una banco más veterano. Acumula una experiencia de 43 años en el sector financiero.

El consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez, también anunció en el último minuto su decisión de abandonar la presidencia de la Fundación Bancaria Cajastur (origen del banco), para quedarse como el primer ejecutivo de la entidad financiera, cargo que ocupa desde el 25 de mayo de 2011. Menéndez Menéndez tiene 57 años de edad.

Amado Franco, de 70 años de edad, ha optado por la misma decisión que Menéndez. Dejar la Fundación Bancaria Ibercaja, que controla alrededor del 80% del banco, y mantener su posición de presidente de la entidad aragonesa. Considera que es más útil y hace un mejor servicio al grupo trabajando para el banco. Este directivo fue el primer presidente de una de las antiguas cajas de ahorros que comunicó su elección entre ser presidente del banco o de la fundación, como exige la ley de cajas y fundaciones impuesta por Europa. Lo hizo el pasado mes de marzo.

Este es el último cuarteto de las antiguas cajas de ahorros. Es cierto que también queda Carlos Egea, presidente de la nacionalizada BMN, pero esta entidad es muy posible que termine en un año fusionada con Bankia.

Solo queda pendiente para poner punto y final a cualquier reminiscencia de las antiguas cajas de ahorros la salida a Bolsa de Ibercaja y Unicaja. Pero para ello habrá que esperar aún un tiempo. Hasta 2020 hay tiempo.

Ocurriría lo mismo con Kutxabank, pero esta entidad prefiere pagar un canon por no cotizar. Esta firma vasca, de hecho, es la única excaja de ahorros que ha sufrido menos cambios en su estructura. Es verdad que es un banco, pero también es cierto que sigue siendo la más politizada y sus accionistas son las tres fundaciones que dieron su origen a la entidad: BBK, Kutxa y Vital.

Y cambiando de asunto. Se acuerdan de que Banco Popular había puesto en venta su división de banca privada, operación que quería tener cerrada antes del 30 de junio, según comunicó a los interesados. Pero una vez que ha logrado captar 2.505 millones de euros en el mercado, sobre todo de sus accionistas, el banco ha paralizado esta venta, como otras.

No sabemos cómo le habrá sentado esto a Javier Marín, ex consejero delegado de Banco Santander, quien, según dicen en el mercado, estaba interesado en su compra a través de un fondo de inversión. Y es que Marín ya ha sido responsable de un banco privado, el más importante en su época, Banif, filial de Santander que fue absorbida hace unos años por la propia casa matriz.

Habrá que ver si se vuelve a presentar si Popular decide nuevamente reactivas esta venta.

Ah, y otra cosa, las entidades financieras europeas están cada vez más angustiadas, no solo por la excesiva regulación, que también, sino por las exigencias del Banco Central Europeo (BCE) en materia de gobernanza. Por lo visto, y según coinciden varias entidades, “es agobiante”.

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