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Igualdad

Emprendedoras tecnológicas buscan hueco en el mercado

Los proyectos empresariales liderados por féminas apenas rozan el 5%.

Thinkstock

Las puertas de cristal se cierran. En el ascensor, una veintena de personas. El 90% son mujeres. Adiós a la paridad, al menos por un día. La escena transcurría el martes a las 9.00 en el edificio de la Fundación Telefónica de la madrileña calle Fuencarral.

La directora de Telefónica Open Future, Ana Segurado, puso cifras a una realidad: “Hay pocas mujeres emprendiendo”. De los proyectos participados por la teleco –en cinco continentes y en 17 países– solo el 5% está liderado por mujeres, porcentaje que no mejora mucho si se amplía el plantel al liderazgo de equipos, donde el toque femenino apenas llega al 20%. El Informe sobre emprendimiento femenino 2015 de CrunchBase, eleva la cifra al 7% u 8%.

Los resultados no se corresponden con las intenciones de lanzarse a la aventura. Menos aún en los países en vías de desarrollo, donde el 61% de las mujeres quieren montar un negocio, recoge el estudio Getting to Equal 2016 de Accenture. La suma se reduce al 29% en el caso de los desarrollados.

“Los factores culturales y familiares son los que lastran el emprendimiento femenino”, se lamenta Segurado. A nivel educativo, “desde los colegios se impulsa poco el que la mujer se involucre en proyectos de innovación tecnológica y que esta los vea como opción profesional”. En definitiva, “si falla todo lo anterior es ir a contracorriente”.

“Los 40 es la edad ideal para crear tu negocio”, afirma Cabezudo

Una vez dado el paso, las emprendedoras se encuentran con otro reto, el de la conciliación y la falta de referentes. “Emprender es un trabajo a tiempo completo, más duro que ser alta ejecutiva en una empresa, y la sociedad no está preparada”. Para Accenture, el 60% de las mujeres que no trabajan en la actualidad afirma que el teletrabajo o la flexibilidad de horarios les ayudaría a encontrar un puesto o montar un negocio.

La representante de la ONG PNW, Raquel Cabezudo, que se dedica a fomentar el liderazgo femenino, aclara que “ha aumentado el número de mujeres que terminan una carrera, pero a medida que se avanza en el proyecto profesional y personal de vida, el ratio de abandono es mayor que entre hombres, nada diferente a lo que ocurre en las grandes corporaciones”.

La tecnología es una de las herramientas que ayuda a muchas mujeres a emprender. El director del Instituto Max-Plank en Alemania y experto en física cuántica, Juan Ignacio Cirac, puso el acento en que “hay una revolución de la que no estamos siendo conscientes, en la que las grandes empresas ya han incurrido y que abre un abanico de oportunidades”.

Mientras que en las grandes empresas el componente de innovación es efectivo “en el medio plazo, en el caso de las startups, el 100% de las que triunfan tiene un componente de innovación, bien en el producto o bien en el modelo de negocio”, constata Segurado. “Es clave encontrar un elemento diferencial”.

Es el caso de la científica y presidenta de Inesfly Corporation, Pilar Mateo, además de emprendedora social con su proyecto De Mujer a Mujer, con el que ayuda a mujeres en riesgo de exclusión laboral a ser microempresarias. Mateo desarrolló su primera patente en 1996 por “curiosidad científica”.

Para ella, esta es una de las claves a la hora de emprender. Con sus polímeros en la pintura de las paredes ha conseguido salvar miles de vidas entre poblaciones indígenas y barrios marginales de Latinoamérica. Pero el interés no lo es todo y este ha de acompañarse de “creatividad y no creer en paradigmas. Todo se puede hacer, todo se puede cambiar”, explica la científica.

La cofundadora de VisualNACert , Mercedes Iborra, apuntó que “ser mujer no decide el ser empresario o no. La actitud y la innovación constante son esenciales”. La edad fue otra de las cuestiones que se puso en valor y es que, como concluye Cabezudo, “los 40 es la edad ideal para crear un negocio porque tienes conocimiento de lo que es el mundo empresarial, experiencia, madurez y bagaje”.

Las claves

El papel de las corporaciones en el impulso del emprendimiento se ha convertido en imprescindible. “Las grandes organizaciones luchamos contra la burocracia de los procesos”, insistió la directora global de Telefónica Open Future. Resumió las claves para sobrevivir dentro del nuevo modelo productivo:

 

Innovación: para no quedarse atrás. 

Adaptación: capacidad de moverse en los mercados cambiantes. 

Flexibilidad: adaptación de los procesos internos. 

Talento: adecuado al producto o servicio. 

Experimentar: avanzar en la metodología de prueba y error y en los procesos. No hay que temer al fracaso.

Organizaciones: más livianas y menos jerárquicas, con estructuras horizontales y comunicación abierta.

 

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