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El Foco
Tribuna
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El tercer 'Super Tuesday'

Los electores coinciden: Hillary no es divertida, pero es quien mejor gestionaría la economía y la política exterior

Hillary Clinton, candidata demócrata a la presidencia de EE UU.
Hillary Clinton, candidata demócrata a la presidencia de EE UU.REUTERS

Tras su victoria en Puerto Rico y las Islas Virginia este pasado fin de semana, a Hillary Clinton le faltan 29 delegados para llegar hasta los 2.383 que necesita para conseguir la nominación demócrata a la presidencia de Estados Unidos. Casi 300 separan a Clinton de Bernie Sanders, aunque este no se rinde: quiere cambiar el sistema. Sin embargo, lo tiene difícil. Incluso entre los superdelegados demócratas (715) que acudirán a la convención del partido de Filadelfia el 25 de julio, 548 ya apoyan a Clinton y 46 a Sanders.

Hoy hay elecciones primarias en California y en otros cinco Estados: Montana, Nueva Jersey, Nuevo México, Dakota del Norte y Dakota del Sur. Hay 694 delegados en juego para los demócratas, de los cuales 475 corresponden a California, un Estado donde viven 15 millones de hispanos de nacionalidad norteamericana y de donde procede un tercio del electorado demócrata. El 73% de los hispanos dice querer votar en las primarias y en las elecciones presidenciales de noviembre a Hillary Clinton. Y aún no he dicho quién ganará la votación de hoy, una especie de tercer Super Tuesday, con seis Estados eligiendo candidato.

No tanto así en el Partido Republicano, donde solo hay un candidato, Donald Trump, quien conseguirá –sin oponentes– el 66% del voto republicano de California. Disculpen la obviedad: sin contrincantes, Trump ganará todas las primarias. Además, el Partido Republicano ha llegado a la conclusión –que también deberá alcanzar el Partido Demócrata– de que una “casa dividida contra sí misma no prevalecerá” (Obama, citando a Jesús). Así que los líderes republicanos, uno tras otro, muestran su apoyo a Trump. El último, Paul Ryan –que en mayo mostró reticencias y ahora, con matices, dice que votará a Trump–. Ryan es el presidente de la Cámara de Representantes y tercera autoridad del país. Por otro lado, el único que sigue oponiéndose y criticando en público a Trump en su partido es Mitt Romney.

"Sanders tendrá que darse cuenta de que si no se une a Clinton, podría entregar la Casa Blanca a Trump"

Tarde o temprano, Bernie Sanders tendrá que darse cuenta de que, como los republicanos han hecho –y estaban mucho más divididos que los demócratas–, si no se une a Hillary, bien podría entregarle la Casa Blanca a Trump. Y, con todo, acaba de decir que, aunque pierda –ya ha perdido–, plantará cara a Clinton en la convención. Insisto: Sanders quiere cambiar el sistema desde dentro, pero apenas lleva un año en el Partido Demócrata y se autodefine como socialista demócrata, lo que en Estados Unidos es una anomalía estadística. Como lo es que Sanders tenga probabilidades de ser el candidato demócrata, al menos mediante elección. Primero, tendría que superar los más de 300 delegados que le saca Hillary; segundo, están pendientes varias elecciones (incluida California) y la última, el 14 de junio en Washington, en la que Sanders tendría que conseguir, al menos, el 68% de todos los delegados disponibles de aquí a entonces para igualar a Clinton. ¿Es posible? Quizá. ¿Es probable? No. Los demócratas se reparten los delegados proporcionalmente al porcentaje de votos obtenido en cada primaria o caucus. Por tanto, Hillary, aunque perdiera todas las elecciones pendientes, siempre seguiría sumando votos y delegados, llegando fácilmente al número que necesita para declararse ganadora. Se admiten apuestas. La mía es a favor de Hillary. Afroamericanos, judíos y asiáticos apuestan conmigo.

La elección más importante de hoy es en California, sinónimo de las tecnologías de la información (amigas de Bill Clinton), del entretenimiento (música y cine, también sus amigos) y 15 millones de hispanos, de los que el 73% se declara favorable a Clinton. En los últimos 30 días hemos llevado a cabo dos encuestas diarias en California. Curiosamente, la media en cada una de ellas dice: o bien Clinton gana por dos puntos porcentuales o arrasa por un intervalo de entre 10 a 14 puntos. Sea como fuere, 60 encuestas en un mes nos dicen que ganará el Estado por estrecho margen o con amplio, pero lo hará Y, en el improbable caso de que perdiera hoy, conseguiría su parte proporcional de delegados, que le otorgaría la nominación. Además, Hillary saca 20,5 puntos a Sanders en Nueva Jersey (126 delegados).

El Partido Demócrata, los superdelegados, incluso miembros de su equipo, han pedido a Sanders que –como hizo Hillary en 2008 con una diferencia mucho menor respecto a Obama– conceda la victoria a Clinton y se ponga de su parte, unificando los electorados de ambos. Sin embargo, por ahora, Sanders elige la senda de la guerra.

"Norteamérica podría tener hoy la primera candidata demócrata de la historia, inteligente y preparada"

¿Quién vota a quién en California? Los jóvenes de 18 a 29 años prefieren a Sanders (el 80%); mismo porcentaje que obtiene Clinton entre mayores de 45. El 57% de demócratas registrados apoyan a Clinton; el 40% a Sanders; el 40% de hombres votará a Hillary, y el 54% a Sanders; el 58% de aquellos que ya han votado por correo apoyaron a Clinton y el 41% a Sanders. Entre los independientes, Sanders obtiene el 68%, versus el 26% para Clinton. Entre los votantes primerizos, también Sanders supera a Hillary: 72% frente a 28%. ¿Entre las mujeres? El 54% vota a Clinton y el 41%, a su contrincante.

Sanders es una fuerza emergente como Trump. Hillary es la experiencia, el conocimiento, la sensatez en la toma de decisiones. Aunque es cierto que el 72% del electorado desconfía de ella. Pero, en el momento de votar, en las primarias y en las presidenciales del 9 de noviembre, cada persona tendrá en cuenta que, mayoritariamente, los electores coinciden en dos cuestiones: Hillary no es divertida, pero es quien mejor gestionaría la economía y la política exterior.

Los californianos le darán, en el peor escenario, el 47,7% de los votos versus el 45,7% que otorgan a Sanders. En el mejor escenario, el 49% frente al 39%. En cualquier supuesto, Hillary ganará hoy en California y el resto de Estados. Si no lo hiciera, se llevará la parte proporcional de delegados, suficiente para garantizar su nominación. Y gana Nueva Jersey.

Norteamérica podría tener hoy la primera candidata demócrata de la historia; mujer inteligente, preparada y potencial comandante en jefe: mejor una presidenta aburrida a dos demagogos peligrosos sin cualificación.

Jorge Díaz-Cardiel es socio de Advice Strategic Consultants. Autor de Obama y el liderazgo pragmático, La victoria de AméricaLa Reinvención de Obama.

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