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Contante & Sonante

Hacia un consejo con más responsabilidad de la que creía

La entrada en vigor de la nueva circular contable puede llevar consigo la salida de varios consejeros

Madrid reunió la semana pasada a los principales supervisores, banqueros y expertos financieros de Europa y de Estados Unidos. El Instituto Internacional de Finanzas (IIF), firma que actúa como lobby para el sector, eligió España para debatir sobre los principales retos del sector. Una de las conclusiones más impactantes fue la sintetizada por el presidente de BBVA, Francisco González, en una frase: “los tipos de interés negativos nos están matando”. Curiosamente dos días después de esta declaración Banco Popular anunció su tercera ampliación de capital (de 2.500 millones de euros) en tres años y medio. Y también, coincidiendo con esta noticia y con la visita a España de la responsable de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Danièle Nouy, para acudir a las jornadas del IIF y para aprovechar y reunirse con los principales banqueros del país, el consejo de administración de Criteria aprobó reducir su peso en CaixaBank por imperativo del BCE.

Criteria anunció que venderá o intercambiará o emitirá bonos participativos en algo más de un año alrededor de un 9% de CaixaBank para reducir su participación del 49% (tras realizar el canje de una serie de bonos) al 40% por imperativo del BCE. La entidad que preside Isidro Fainé tiene aún tiempo para deshacerse de esta participación, por lo que es posible que logre finalmente que la operación le genere incluso plusvalías, aunque, de momento, esta transacción sería negativa para las cuentas de Criteria. Esta firma tiene valorada esta participación en unos 14.000 millones de euros, casi lo mismo que la actual capitalización bursátil de CaixaBank.

El BCE también impedirá a CaixaBank financiar a su matriz. Con estas restricciones, el supervisor europeo quiere cortar los lazos entre el banco y la Fundación de La Caixa, como fija la normativa actual de fundaciones y cajas de ahorros. Es el penúltimo capítulo de un sector, las cajas de ahorros, que finalmente murieron con más pena que gloria. El final del libro de este sector se escribirá el mes que viene, cuando el último presidente de un banco y a la vez de una fundación, Isidro Fainé, anuncie su decisión de quedarse en la Fundación o en el banco, o que decida dejar ambos cargos, posición poco probable.

Además, y también por petición del BCE, los consejeros dominicales de Criteria presentes en CaixaBank no deberán sobrepasar el 40% del total de miembros del consejo, exigencia que afecta a seis consejeros.

Esta solicitud pretende también eliminar los lazos entre Criteria y el banco, además de profesionalizar más el máximo órgano de gobierno de la entidad financiera. Pese a estas medidas es muy complicado que con el 40% del capital la Fundación pierda el control de CaixaBank. Seguirá siendo su máximo accionista.

El BCE pretende así asimilar la composición de los consejos de administración de las entidades financieras de la euro zona con el modelo anglosajón de prácticas de gobierno corporativo.

El Banco de España también ha querido alinearse con las prácticas de bueno gobierno corporativo anglosajón, y para ello, ha introducido en la circular contable aprobada el pasado 6 de mayo una serie de normas entre la que varios directivos financieros destacan e el endurecimiento del régimen de gobernanza. “Esta circular es la primera norma que abre los ojos a los gobernantes de las entidades financieras. Se ha acabado la jauja. Los consejeros serán, tras la entrada en vigor de esta norma en el último trimestre del año, mucho más responsables de lo que eran hasta ahora de lo que ocurra en la entidad, y mucho más de los que se creían”, declara un destacado directivo financiero.

La nueva circular vincula las responsabilidades del consejo de administración de los bancos a las políticas de gestión del riesgo de crédito, algo que hasta ahora no era tan estricto.

Esta política de riesgos cubre la aprobación de políticas, metodologías y procedimientos. La norma establece que el consejo deberá tener un conocimiento actualizado de la información relevante sobre el riesgo de créditos asumido por la entidad, conocimiento de los supuestos de las metodologías, sus limitaciones, la base de datos que las sustentan y su impacto en las cifras de cobertura resultantes. Los consejeros así deben ser conscientes con el apetito al riesgo de la entidad, y aprobar las políticas y procedimientos sobre la valoración de las garantías reales.

“Hasta ahora los consejeros no eran conscientes de sus responsabilidades, a partir de esta norma, seguro que sí. Además, seguro que provocará la salida de varios consejeros poco dispuestos a tener que pasar nuevamente por las aulas para reciclarse y aprender sobre riesgo crediticio, sino también para conocer sus responsabilidades”, añade otro expertos en el sector.

Por último, solo un apunte. Al parecer prácticamente todos los colegas del sector en España, como algunos europeos, han felicitado a Ángel Ron, presidente de Popular, por haber decidido realizar una ampliación de capital tan ambiciosa para intentar terminar de una vez por todas con las especulaciones sobre su salud e independencia.

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