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Previsiones empresariales

España apunta a verano récord y a un año de 72 millones de turistas

Turistas en la playa del Postiguet (Alicante)
Turistas en la playa del Postiguet (Alicante)Efe

"Llevo 32 años trabajando en el sector turístico y nunca había visto un año en el que se dieran todas las circunstancias favorables para que se alcancen cotas de un año insólito”. Esta frase de un empresario del sector refleja las buenas perspectivas que manejan para la temporada alta y para el conjunto del año a partir de los indicadores que manejan. Tanto las reservas de asientos aéreos como de plazas hoteleras están creciendo por encima de lo registrado el pasado año, en el que se alcanzó el máximo histórico de 68 millones de turistas, y eso hace augurar “una temporada alta inédita y un año histórico”.

En el primer trimestre, la llegada de viajeros creció un 13,1%, un ritmo que parece que se mantendrá en los meses de temporada alta (de junio a septiembre) donde se concentran las llegadas del turismo extranjero. Así lo indican las reservas de asientos aéreos procedentes de los principales mercados emisores, que publica mensualmente el Ministerio de Industria. El incremento más importante se produce en las reservas desde Reino Unido, el primer mercado, con un 23% del total de llegadas. La estadística refleja un aumento del 19,4% en junio y del 20,2% en julio. Los datos desde el resto de grandes emisores, como Francia o Alemania (entre los tres suman el 53% del total), también invitan al optimismo. Las reservas desde Alemania crecen un 13,2% y un 15,9%, respectivamente, y en el caso de Francia un 7,4% y un 5,9%. Las cifras en el caso del país galo son más bajas porque hay muchos viajeros que viajan a España y se desplazan en coche ya que mayoritariamente optan por Cataluña. Las reservas crecen, incluso en mercados en caída libre en los dos últimos años. Es el caso de Rusia, donde las reservas crecen un 23% tanto en junio y julio. Un dato especialmente positivo ya que es uno de los mercados con mayor poder adquisitivo (1.500 euros de gasto medio frente a los 900 del resto de turistas) y del que se verá beneficiada Cataluña, que es la comunidad que eligen mayoritariamente para sus vacaciones.

La temporada alta se podría cerrar con 36 millones de viajeros, cuatro más que en 2015 y nuevo máximo

Las reservas hoteleras también han subido con fuerza. Juan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), subraya que ya hay algunas zonas de Baleares con ocupaciones del 90% y que incluso pueden colgar el cartel de completo a principios de verano. “Eso no significa que falten plazas. Habrá otras zonas en las que sí habrá disponibilidad”. En su opinión la temporada alta va a ser “buena y estable” por la creciente demanda extranjera como por el cambio de actitud entre la española. “Esta última supone la mitad del volumen total y está reservando en Levante, Andalucía, Baleares y Canarias”, recalca Molas, que destaca las publicidades de algunos operadores para impulsar la venta anticipada. “Este año no habrá descuentos ni ofertas de última hora”, remarca.

Las estimaciones que manejan los empresarios apuntan a una temporada alta (junio a septiembre) en la que se podrían llegar a los 36 millones de viajeros (cuatro más que en 2015), lo que supondría un nuevo máximo histórico, y un año en el que se podrían alcanzar los 72 millones de turistas, con un crecimiento del 6%, algo que no parece descabellado para los empresarios. Esas cifras llevarían a España a pelear con EEUU por la segunda posición en el ranking mundial de turistas recibidos.

Atentados en otros países, el desplome del crudo y la devaluacion del euro juegan a favor

Esta posición se ha logrado en un contexto en el que todos los factores se han aliado a favor de España. En primer lugar, la inestabilidad generada por los atentados terroristas ha rebajado la entrada de turistas en mercados emisores que compiten con España en temporada alta y baja. Primero se cerró Túnez, posteriormente Egipto (que este año ha sufrido dos atentados en dos vuelos comerciales), algunos destinos turcos han sido víctimas de atentados y París sufrió en noviembre uno de las más graves de su historia. A todo ello se une la crisis de los refugiados, que ha hecho retroceder un 6,2% la llegada de viajeros a Grecia en el primer trimestre, un ajuste que no se veía desde 2013.

También ha sido esencial la depreciación del euro frente a otras divisas, que abarata los viajes para los visitantes procedentes de África, Asia y América, y el desplome del precio del crudo, que es uno de los costes más importantes que asumen las empresas turísticas, en especial los hoteles, lo que supone una mejora de la rentabilidad.

Gasto medio, masificación y Brexit, tres retos a corto plazo

José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo del lobby Exceltur, que agrupa a 21 grandes compañías del sector turístico como Globalia, Iberostar, Iberia, Meliá o NH, considera que va a ser un año “insólito”, pero recuerda que existe tres retos pendientes que se harán más evidentes cuando los vientos de cola pierdan fuerza.

Gasto medio. Llegan más turistas, pero cada vez gastan menos. En el primer trimestre, las entradas crecieron un 11%, mientras que el gasto medio y el medio diario retroceden. Esta contradicción se produce porque vienen turistas de mercados emisores (Francia o Reino Unido) en los que el gasto es menor, porque dentro de ese colectivo llegan los de poder adquisitivo más bajo y por la proliferación de plataformas de economía colaborativa (Airbnb o Blablacar) y de aerolíneas de bajo coste que rebajan el gasto. “El gasto medio lleva cayendo 16 años consecutivos y eso no es una buena señal”, apunta.

Morir de éxito. El vicepresidente ejecutivo de Exceltur advierte de las situaciones que se están produciendo en algunos enclaves turísticos, como Barcelona o Baleares, en el que los vecinos se están rebelando contra la masificación que registran algunos barrios como Barceloneta o el turismo de borrachera que se produce en temporada alta en Magaluf. “Se corre el riesgo de morir de éxito y que los ciudadanos empiecen a tener una visión negativa de los empresarios turísticos que no les corresponde”.

Bréxit. El próximo 26 de junio tendrá lugar el referéndum que determinará si Reino Unido, el primer mercado emisor de viajeros a España, con una cuota del 23%, sigue o sale de la UE. Zoreda cree que el impacto no se notará hasta 2017, en el caso de que se vaya, pero avisa del efecto que tendrían algunas de las consecuencias que descuentan los expertos como la depreciación de la libra, que encarecería los viajes, la pérdida de la cobertura sanitaria o la imposibilidad de comprar una vivienda.

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