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Contante y Sonante

Sin ampliaciones de capital no hay fusiones en la banca

La nueva oleada de fusiones no llegará hasta que no se calmen los mercados Fuentes conocedoras de todos los pormenores del sector mantiene que habrá fusiones de bancos nacionales, pero no ahora

Fachada Banco de España.
Fachada Banco de España.Pablo Monge

Menos oficinas para operar y más comisiones. Este puede ser el resumen de los mensajes que está lanzando en los últimos meses las entidades financieras. La banca pretende que los clientes operen cada vez más por internet y sobre todo por el móvil, canales mucho más baratos que la oficina para dar servicio a los usuarios, y que se olviden de las sucursales.

Este cambio de cultura, defendido ahora por todas las entidades financieras, con excepción de CaixaBank, también llevará consigo un giro en la operativa y relación del cliente con su entidad. Hasta ahora, los usuarios bancarios se fiaban de sus bancos (bueno una mayoría) porque se fiaban de las personas que le atendían, siempre los mismos. Se había creado una cierta complicidad entre cliente y personal de la entidad. Y cuando esa complicidad se rompía, cuando el bancario fallaba rara vez se volvían a recomponer las relaciones entre el cliente y el banco.

CaixaBank es la única entidad que ha decidido apostar por la digitalización, y lo ha conseguido, es uno de los bancos más punteros del mercado. Pero con unas 5.500 sucursales, también es la institución con más red en España, algo de lo que se siente orgullosa y que quiere conservar. Cree que la oficina acerca al cliente a la entidad.

Ahora, la banca pretende ser un autoservicio. El cliente busca lo que necesita a través de internet y lo contrata directamente. Esta operativa, aunque no es nueva, sí es ahora cuando se está generalizando, tanto es así que el número de operaciones bancarias realizadas a través del móvil por ejemplo, se están disparando.

Pero este cambio de hábitos bancarios también lleva consigo unas nuevas relaciones sociales con tu entidad bancaria. El cliente más joven, ese que nunca ha pisado una oficina, ya no necesita ni necesitará a un gestor o dependiente bancario que le diga lo que le conviene o no según su perfil. El nuevo usuario bancario será capaz de autogestionarse, de buscar y comparar sin salir de casa. Puede que así el banco pierda su poder para convencernos de cuál es el mejor producto para nosotros, o cómo tenemos que invertir, aunque no nos hayamos dado cuenta de lo bueno que es ahora pedir un crédito. Puede que la capacidad para convencer a esos jóvenes de lo que tienen que hacer con su dinero desaparezca, a no ser que impongan un gestor para operar.

Y mientras cierran oficinas bancarias, los rumores de una nueva oleada de fusiones ha vuelto a resucitar, todo aupado por el pretendido plan B del Frob para que BMN se fusione con Bankia y así evitar lo que parece una infructuosa salía a Bolsa de esta pequeña entidad.

Pues parece que la nueva oleada de fusiones no llegará hasta que no se calmen los mercados y los inversores vuelvan a apostar por la banca como vía para conseguir importantes rentabilidades. Ya lo dijo hace dos semanas el presidente de la AEB, José María Roldán, “la rentabilidad de la banca es muy baja ahora para atraer nuevos accionistas”. Y ya se sabe si los accionistas no quieren invertir en banca, estas entidades no pueden crecer con fusiones.

Fuentes conocedoras de todos los pormenores del sector mantienen que habrá fusiones de bancos nacionales, pero no ahora, pese a que inicialmente se pretendía que el proceso fuera rápido. La razón no es política, no tiene que ver el hecho de que en estos momentos no haya un gobierno que apruebe estas operaciones (eso puede ser así para el caso de Bankia, pero no para el resto). La culpa, como de casi todo, la tiene el dinero. “Las fusiones que se pudieran realizar ahora en España tendrían que ir acompañadas de una ampliación de capital, y ninguna entidad está ahora en condiciones de llevar a cabo una. El mercado les penalizaría y los inversores no están muy por la labor de depositar dinero en un sector con dudas sobre su rentabilidad”, explica esta fuente.

Por ello, parece que las fusiones tendrán que esperar. Incluso la de Bankia y BMN. Esta fuente asegura que una fusión de Bankia y BMN ha estado siempre sobre la mesa. El inconveniente era que Bruselas no autorizaba esta operación al ser las dos entidades con ayudas públicas. Ahora parece que Bruselas podría autorizar esta operación, pero aún no lo ha hecho, entre otras razones porque la petición formal para llevar a cabo esta unión la tiene que realizar el nuevo gobierno, no uno en funciones. Y, por el momento, habrá que esperar.

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