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Competencia

La UE acusa a Google de tirar de cheque para colocar Android

La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, ha redoblado su ofensiva contra Google. Por segunda vez en un año, Vestager acusa formalmente a la compañía estadounidense de violar las normas europeas de Competencia abusando de su posición dominante en el mercado. El expediente se refiere, esta vez, al mercado de la telefonía móvil, donde el sistema operativo de Google, Android, ha logrado imponerse en la inmensa mayoría de los smartphones vendidos en Europa. Vestager acusa al buscador de aprovechar esa cuota de mercado para exigir el uso de sus aplicaciones (Gmail, Youtube, Chrome...) e impedir la utilización de aplicaciones de otros fabricantes.

La comisaria asegura disponer de pruebas de que Google ha exigido a los fabricantes de smartphones y a las operadoras de móviles la instalación de sus aplicaciones como condición para permitirles utilizar su sistema operativo Android. La compañía estadounidense, añade, ha llegado a conceder “importantes incentivos financieros” a fabricantes de móviles y operadoras de telefonía a cambio de que utilicen en exclusiva sus aplicaciones. Esos pagos, según la CE, habrían impedido a otros competidores colocar sus apps o, en el peor de los casos, incluso les habría sacado del mercado.

Un caso con ramificaciones en diferentes geografías

1. Europa. Este es el segundo pliego de cargos que la CE envía a Google. Hace un año, en abril de 2015, y tras una larga investigación puesta en marcha por Joaquín Almunia, Vestager anunció un pliego de cargos contra el gigante de internet por el uso del buscador, pero sólo para el caso de los servicios de comparación de compras. Junto a estos dos cargos, Bruselas también investiga si Google aprovecha su dominio en búsquedas para favorecer a Youtube en los vídeo. Y la exclusividad que parece imponer a determinados anunciantes y la prohibición de que estos se lleven sus campañas a otras plataformas.

2. Rusia. Antes de la CE, Rusia ya acusó a Google en septiembre de 2015 de abuso de posición dominante por sus prácticas con Android. La Agencia Federal Antimonopolio de Rusia exigió a la compañía eliminar de sus contratos con fabricantes de móviles las cláusulas que dan prioridad a sus aplicaciones en Android y anunció que abriría un procedimiento administrativo contra Google, que se enfrenta al pago de una multa cuyo monto oscilará entre el 1% y el 15% de sus ingresos por la preinstalación de sus paquetes de software en Rusia en 2014. Se espera conocer la cuantía el próximo 11 de mayo.

3. EE UU. Estados Unidos abrió también una investigación a Google por Android, aunque cerró “inexplicablemente” el caso en 2013, según critican algunas fuentes. Pero ha habido tentativas de reabrirlo. En septiembre de 2015, Bloomberg dijo que la Comisión Federal del Comercio había iniciado una investigación sobre el asunto, pero de momento no ha ido más lejos. EEUU culpa, no obstante, a Bruselas de proteccionismo y de ensañarse con sus empresas (también por el tema impuestos). La UE es la única jurisdicción que investiga a Google por las búsquedas y Android, lo que arrojará muchos detalles sobre su negocio.

Vestager ha concedido un plazo de 12 semanas a la compañía para defenderse, pero Google ya dio hoy su primera respuesta. “Nuestros acuerdos son voluntarios”, señala Ken Walker, vicepresidente de la compañía, en un post publicado nada más hacerse público el pliego de cargos de la Comisión. “Cualquiera puede utilizar Android sin Google”, recuerda Walker a la CE, e invita a hacer la prueba descargándose el sistema operativo. Walker subraya que los usuarios no sólo pueden bajarse gratis el sistema sino también modificarlo y adaptarlo a sus necesidades. “Amazon, por ejemplo, lo hace”, apunta.

Defensa de Google

La estrategia de defensa de Google apunta a intentar desmarcarse del caso Microsoft, un precedente que Bruselas ganó tras casi una década de litigios. Entonces, la CE acusó y castigó a la compañía de Bill Gates por aprovechar su omnipresencia en los ordenadores a través del sistema operativo Windows para hacerse con otros filones de negocio como los navegadores de internet (con Expolorer) o los reproductores de archivos audiovisuales (con MediaPlayer).

Desde Google insisten en que su caso es completamente distinto porque “Android ha ayudado a fomentar “un notable y sostenible ecosistema basado en un software de código abierto y promoviendo la innovación”. Con Android, añadieron, la interoperabilidad con otros productos está garantizada, a diferencia del sistema cerrado que ofrecía Microsoft con Windows.

Google recuerda a Vestager que “a través de Android se han bajado más de 50.000 millones de aplicaciones”. Y puso como ejemplo “la popularidad de apps como Spotify, WhatsApp, AngryBird o Instagram”, utilizadas a diario en todo el mundo en aparatos móviles con el sistema Android.

Pero Vestager se muestra, por ahora inflexible. “Nuestra conclusión”, ha insistido la comisaria danesa, “es que Google ha abusado de su posición dominante”. La acusación se concreta en tres cargos contra la compañía: Google exige a los fabricantes que preinstalen su buscador y su navegador (Chrome); impide que los fabricantes vendan smartphones que funcionen con sistemas operativos de otros competidores si están basados en el código fuente abierto de Android, y concede incentivos financieros a los fabricantes y operadores de telefonía a cambio de que utilicen exclusivamente Google Search. Vestager no ha desvelado los nombres ni las cantidades pagadas por el gigante estadounidense.

La comisaria considera muy grave la infracción porque el 50% del tráfico en internet se realiza ya a través de teléfonos móviles y el sistema operativo Android copa más del 80% de los smartphones de todo el planeta. “Google, además, tiene más del 90% del mercado de las búsquedas en Europa”, destaca la comisaria, que recuerda que “las compañías dominantes tienen una responsabilidad especial para no abusar de su posición”.

En abril del año pasado, la comisaria también acusó a Google de abuso de posición dominante en el mercado de la publicidad en internet. En ambos casos, el buscador se expone a sanciones de hasta el 10% de su facturación mundial, lo que podría suponer una multa de hasta 6.500 millones de dólares en cada caso. La sanción de Bruselas más abultada por abuso de posición dominante recayó sobre Microsoft, más de 2.000 millones de euros.

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