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Reestructuración financiera

La banca española controla el 30% del mercado bancario portugués

La firma que preside Isidro Fainé ha pedido al BCE que no multe a BPI por su inversión en el angoleño BFA al estar buscando una solución

Sede de CaixaBank en Barcelona
Sede de CaixaBank en BarcelonaALBERT GEA (REUTERS)

CaixaBank anunció ayer el lanzamiento de una opa por el 100% del luso BPI a 1,113 euros por título, un 6,6%_por debajo de su última cotización. La operación está valorada en 1.622 millones (300 millones menos que hace un año). CaixaBank logra así poner en valor su 44% en BPI y eliminar la influencia que ejercía Isabel dos Santos. Para lograr el 100% de BPI, la firma española tendría que desembolsar 906 millones, aunque con el 51% (112 millones de euros) la opa triunfaría. La banca española controla el 30% del mercado bancario luso.

La entidad que preside Isidro Fainé parece que por fin está más cerca de su objetivo, hacerse con el 100% del portugués BPI. A primeras horas de la mañana de ayer CaixaBank concretó los términos de su oferta pública de adquisición voluntaria sobre BPI. Esta es la segunda vez que la firma española lanza una opa sobre la entidad lusa en un año. La primera vez la operación fracasó por la negativa del segundo accionista de BPI, la angoleña Isabel dos Santos, a apoyar esta integración, pese a que esta inversora cuenta solo con el 18,6% del capital de Banco Portugués de Inversión.

Esta participación le permitía bloquear cualquier proyecto ya que hasta ayer la norma portuguesa limitaba los derechos de voto al 20% del capital, lo que en la práctica igualaba el poder de CaixaBank y Dos Santos, pese a que el grupo español duplicaba su participación a la de la accionista angoleña.

Las cifras

597 oficinas tiene BPI en Portugal. Su plantilla asciende a 5.899 empleados, y sus activos suman 40.700 millones, cifra que se rebaja a 33.300 millones si solo se tiene _en cuenta la actividad doméstica.

424 millones es el valor en libros del angoleño BFA, según datos de 2015.

2,99% es la caída de la acción de CaixaBank sufrida ayer, una vez anunciada la opa sobre BPI.

Pero el Gobierno luso ha decidido eliminar este blindaje. El primer ministro de Portugal, António Costa, confirmó ayer que el Ejecutivo ha aprobado el decreto que elimina las restricciones a los derechos de voto de los accionistas de los bancos. El cambio de esta norma ha facilitando el lanzamiento de la opa sobre BPI por parte de CaixaBank. Este giro normativo ha sido fundamental, ya que de lo contrario el proyecto de la firma española estaría aún influenciada por las decisiones de Dos Santos.

La oferta de CaixaBank, de hecho, está condicionada a que se elimine el límite del derecho de voto, a alcanzar más del 50% del capital de BPI (con la compra de un 6% le bastaría) y a obtener las autorizaciones pertinentes.

De esta forma, CaixaBank solo tendría que invertir 112 millones de euros para hacerse con el 51% de su capital (la oferta es en metálico), 420 millones si adquiere el 70% y de 906 millones si se hace con el 100%. La entidad española considera que tiene un gran potencial de sinergias por recorte de costes (el ratio de eficiencia de BPI es del 74%) de 85 millones previstas a partir del tercer año, mientras que las sinergias de ingresos se eleva a 35 millones anuales. El retorno sobre el capital invertido (ROIC) asciende, según los datos facilitados ayer por CaixaBank, al 12% el primer año, porcentaje que pasa a ser del 14% en 2018, con un beneficio por acción (BPA) acreativo del 8% en un año y del 9% en el tercero.

La operación, que se espera que finalice en el tercer trimestre de este año, tendrá un impacto negativo en su ratio CET1 fully loaded de 115 puntos básicos, hasta el 10,4%, con el 70%.

La oferta de CaixaBank, que es un 16% inferior a la que la entidad ofreció en febrero de 2015, se produce después de que no haya sido posible cerrar un acuerdo con Santoro Finance, el vehículo inversor de Isabel Dos Santos, para resolver los problemas de concentración de riesgos en Angola por parte de BPI. Este banco cuenta con el 50,1% del africano BFA, y el 49,9% restante está en manos de la empresaria angoleña.

Ante esta situación, CaixaBank ha solicitado al BCE la suspensión de cualquier procedimiento administrativo contra BPI por su exceso de concentración de riesgos en Angola con la finalidad de permitir a la institución española encontrar una solución a dicha situación para el caso de que tome el control de BPI, quinto banco luso.

Con esta compra la banca española sube su posición en el sector bancario portugués, en el que controla ya (incluido BPI) el 30% de la cuota de mercado. Santander Totta, con Banif, adquirido a finales de 2015, es el mayor banco español en Portugal. Ocupa la cuarta posición, con el 13%. Le sigue BPI, con el 10,3%. Los dos primeros bancos lusos son el público Caixa Geral de Depósitos, con el 25% de cuota y BCP, con el 19%. El intervenido Novo Banco, es el tercero, con el 15,4%.

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