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Rebaja la previsión de crecimiento del PIB una décima para este año al 2,7%

Los riesgos que ve el Banco de España para la economía española

Pablo Hernández de Cos, director general de Economía y Estadística del Banco de España
Pablo Hernández de Cos, director general de Economía y Estadística del Banco de España

La autoridad monetaria destaca que España prolongará su actual periodo expansivo a lo largo de 2016 y 2017, aunque a menor ritmo que el observado durante 2015, cuando el PIB creció un 3,2%, por la “pérdida de fuerza” de algunos factores.

Para el presente ejercicio ha rebajado su expectativa de crecimiento al 2,7% cuando hace tres meses calculaba un alza del 2,6%. La desaceleración continuará el próximo año con una subida del 2,3% frente al 2,4% de la previsión anterior.

Es más, el organismo que dirige Luis María Linde asegura que entre enero y marzo de este año ya se habría producido una desaceleración de la actividad económica. "En concreto, en el primer trimestre, el PIB habría crecido un 0,7 % (0,8 % en el cuarto trimestre de 2015)", sentencia.

El boletín económico del Banco de España señala varios factores que contribuirán a esa desaceleración. Hay seis destacados:

1. Inestabilidad política

La falta de un gobierno desde que se celebraron las elecciones generales el pasado 20 de diciembre está pasando factura a España. "Las dudas acerca del curso futuro de las políticas económicas podrían incidir negativamente en las decisiones de gasto de los agentes privados, especialmente si la actual situación de incertidumbre política se prolongase en el tiempo", asegura.

El informe asegura que debe continuarse con la consolidación fiscal –justo al día siguiente de conocerse que el déficit en 2015 fue del 5,2%, frente al 4,5% pactado con Bruselas–  y con las reformas estructurales.

2. Problemas en el exterior

Los sobresaltos provocados por la rebaja de expectativas en el crecimiento mundial, con China a la cabeza y con Brasil en la retaguardia, tienen un efecto casi instantáneo en España: "Las recientes tensiones en los mercados financieros internacionales han puesto de manifiesto las debilidades a que se expone el crecimiento mundial y, en particular, la fragilidad de algunos mercados emergentes".

También menciona de refilón a la crisis de los refugiados y los conflictos bélicos que la han provocado: "La intensificación de las tensiones geopolíticas en diferentes áreas representa una fuente adicional de riesgo para la economía mundial". 

3. Las exportaciones pierden fuelle

El vaticinio del Banco de España es negativo a corto plazo debido al puno anterior: "Las exportaciones registrarían una cierta pérdida de empuje en el corto plazo". La buena noticia es que esta situación se revertiría  en el tramo final de este año y a lo largo de 2017, a medida que el contexto internacional mejore. 

El veredicto es, en todo caso, positivo: "En el conjunto de estos dos años [2016 y 2017], las ventas al exterior de la economía española seguirían creciendo más que los propios mercados, como reflejo de la acumulación de nuevas ganancias de competitividad".

4. La tasa de paro seguirá por las nubes

El organismo que gobierna Luis María Linde augura que continuará la creación de empleo a tasas elevadas en relación al crecimiento del PIB y además con unos costes laborales que crecerían de forma moderada. También el freno en el crecimiento de la población activa será capital: "[La tasa de paro] al final de 2017 se situaría ligeramente por encima del 18% de la población activa". El último dato del Instituto Nacional de Empleo (INE) revela que la tasa se sitúa en el 20,9%, aun así la tasa prevista para dentro de dos años se situará por las nubes. 

5. La demanda se frenará

El crecimiento tendrá como gran baluarte la demanda nacional, "como viene ocurriendo desde el inicio de la recuperación", apostilla el Banco de España. Pero su pujanza experimentará cierta moderación".

El consumo de los hogares mantendría un ritmo de avance elevado, apoyado en la buena evolución esperada del empleo Pero tendrá lugar la desaceleración de la inversión empresarial por al debilitamiento de los mercados exteriores y el fortalecimiento del euro. Además, la demanda de las Administraciones Públicas moderaría su crecimiento, de acuerdo con los planes presupuestarios, en contraste con el elevado incremento mostrado en 2015.

6 Inflación a la baja

La tasa de inflación media seguirá por los suelos –incluso en negativo, con una previsión del –0,1%–, condicionada, eso sí, a la trayectoria del precio del petróleo. Los precios comenzarán a repuntar en la segunda mitad de 2016 hasta registrar una tasa media del 1,6% en 2017.

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