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La avalancha de órdenes de compra han mantenido bloqueadas las acciones durante una hora y media

Abengoa resucita en Bolsa y se dispara un 30% tras evitar el concurso de acreedores

Abengoa ha logrado salvar los muebles, y la Bolsa lo celebra. Las acciones B, que hasta el pasado noviembre cotizaban en el Ibex 35, suben un 30%, desde los 0,25 euros a los que cerró el jueves. Las órdenes en las acciones A, con 100 derechos de voto, suben alrededor de ese mismo porcentaje. La compañía que ha llegado a valer poco más de 100 millones en Bolsa, ahora capitaliza más de 320. 

En todo caso, está por ver el efecto que tiene en el valor la emisión masiva tras la capitalización de deuda por unos 5.600 millones de euros. Todavía queda por fijar el precio al que se realizará la emisión de los nuevos títulos. Además, las acciones A y B quedarán unificadas en un solo tipo con los mismos derechos.

El grupo de ingeniería celebra presentó ayer ante el juzgado de lo mercantil número dos de Sevilla que tramita su preconcurso el apoyo de los acreedores con más del 75% de la deuda financiera para lograr así sellar el contrato de espera, denominado standstill en jerga inglesa.

La empresa que preside Antonio Fornieles ha logrado el visto bueno del 75,04% de los tenedores de su pasivo financiero, después de que firmara su plan de reestructuración con los bancos agrupados bajo el G6 –Santander, CaixaBank, Bankia, Popular, HSBC y Crédit Agricole, tras la marcha de Sabadell, que vendió su deuda corporativa con un valor nominal de 75 millones de euros a CVC– y a las gestoras de fondos tenedoras de sus bonos y representadas por Houlihan Lockey. Juntos agrupaban más del 40% del pasivo financiero.

El grupo presentó ayer una providencia ante el juzgado de lo mercantil número 2 de Sevilla solicitando al magistrado Pedro Márquez Rubio la homologación del acuerdo de refinanciación alcanzado con los acreedores, tanto para Abengoa como para 44 de sus filiales. Además, solicita que se declare la paralización de las ejecuciones contra el patrimonio de estas sociedades hasta que se resuelva la homologación. Con este pacto, los acreedores aceptan abstenerse de presentar una solicitud de concurso necesario o solicitar la ejecución de las garantías sobre determinados créditos. Una providencia que, previsiblemente, será aceptada por el juez.

El contrato de standstill concede a Abengoa un plazo de siete meses para lograr el cuórum necesario y obtener la adhesión del 75% de los tenedores de su pasivo. Algo que se espera que logre fácilmente habida cuenta del porcentaje que ha aceptado el acuerdo de espera y que es superior al 60% requerido por la norma. Con todo, fuentes conocedoras del proceso señalan que para la adhesión definitiva pasarán aún entre cuatro y seis meses, mientras que otras fuentes confían en que esté ratificado a finales de abril. Será entonces cuando la empresa convocará junta de accionistas para su aprobación definitiva.

La empresa que preside Antonio Fornieles ha logrado el visto bueno del 75,04% de los tenedores de su pasivo financiero, después de que firmara su plan de reestructuración con los bancos agrupados bajo el G6 –Santander, CaixaBank, Bankia, Popular, HSBC y Crédit Agricole, tras la marcha de Sabadell, que vendió su deuda corporativa con un valor nominal de 75 millones de euros a CVC– y a las gestoras de fondos tenedoras de sus bonos y representadas por Houlihan Lockey. Juntos agrupaban más del 40% del pasivo financiero.

El grupo presentó ayer una providencia ante el juzgado de lo mercantil número 2 de Sevilla solicitando al magistrado Pedro Márquez Rubio la homologación del acuerdo de refinanciación alcanzado con los acreedores, tanto para Abengoa como para 44 de sus filiales. Además, solicita que se declare la paralización de las ejecuciones contra el patrimonio de estas sociedades hasta que se resuelva la homologación. Con este pacto, los acreedores aceptan abstenerse de presentar una solicitud de concurso necesario o solicitar la ejecución de las garantías sobre determinados créditos. Una providencia que, previsiblemente, será aceptada por el juez.

El contrato de standstill concede a Abengoa un plazo de siete meses para lograr el cuórum necesario y obtener la adhesión del 75% de los tenedores de su pasivo. Algo que se espera que logre fácilmente habida cuenta del porcentaje que ha aceptado el acuerdo de espera y que es superior al 60% requerido por la norma. Con todo, fuentes conocedoras del proceso señalan que para la adhesión definitiva pasarán aún entre cuatro y seis meses, mientras que otras fuentes confían en que esté ratificado a finales de abril. Será entonces cuando la empresa convocará junta de accionistas para su aprobación definitiva.

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