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Los ‘hobbies’ aportan datos valiosos sobre el candidato

Se busca abogado con 10 años de experiencia y hándicap 15

La formación y la trayectoria laboral son los elementos más valorados del currículum El resto de datos pueden marcar la diferencia

Thinkstock
Manuel G. Pascual

Títulos universitarios, posgrados e idiomas ocupan, junto al resumen de la experiencia profesional, la parte magna de los currículum vitae. Pero no es extraño que los candidatos completen su documento de presentación laboral con aficiones, hobbies, voluntariados y hasta afiliaciones políticas, religiosas o deportivas. El epígrafe Otros datos de interés suele funcionar como el cajón de sastre en el que los candidatos incluyen aquellos aspectos de su vida que creen que pueden interesarle al empleador.

¿Hasta qué punto se presta atención a esa información en los procesos de selección? En algunos casos, poca o ninguna; en otros, puede influir mucho más de lo que parece. “Cada vez más buscamos personas para encajar en los proyectos y no perfiles concretos”, explica María Cantera, jefa de equipo de Randstad Professionals. “Siempre indagamos en qué forma tiene el candidato de hacer las cosas para ver si se ajusta a esa filosofía: cómo se organiza, qué hace en su tiempo libre, etcétera. Todo eso aporta información sobre su capacidad de trabajo”.

Dime tus aficiones y sabré de tus competencias

El modelo anglosajón de currículum vitae suele incluir un apartado en el que es común poner habilidades y aficiones más allá de la formación y la experiencia. Ha sido la influencia de estos países, explica María Cantera, de Randstad Professionals, la que ha popularizado la inclusión de este tipo de contenidos en las cartas de presentación de los candidatos.

Nada debe dejarse al azar. “Si el puesto que se busca exige un perfil muy detallista, pueden agradar al entrevistador quienes sean amantes de la lectura o el coleccionismo. Si trabajo exige habilidades relacionales, más dinámicas, entonces pueden pesar todas aquellas aficiones que impliquen sociabilización”, explica.

Los deportes de riesgo, que se puede interpretar como una fuente de bajas laborales, o los hobbies que exijan mucha dedicación pueden ser perjudiciales para el porvenir del proceso de contratación del candidato.

“Hay quien cree que practicar un deporte de equipo, como el fútbol, es sinónimo de saber trabajar en grupo. Eso es un mito”, discrepa Jesús Juez, de Experis. “Esa información es anecdótica. Aunque es importante en la medida en la que muestra cómo quiere el candidato que se le vea”.

También hay puestos en los que las aficiones pueden ser determinantes. “En banca privada, los hobbies pueden ser muy importantes para conseguir el empleo. En sectores tan relacionales como este es fundamental jugar al golf, ya que si no se puede tener dificultades para acercarse a los clientes”, subraya Jesús Juez, consultor de talento de Experis, la marca de selección de perfiles medios y cualificados del grupo Manpower. Juez reconoce que algunos clientes de la banca de inversión le han pedido que solo considerase a candidatos con un hándicap determinado.

Las aficiones también pueden influir de modo negativo en una selección. “Una vez trabajé para un gran club deportivo al que no se nombraba ni en la oferta de trabajo ni en la entrevista”, recuerda Juez. “Me pidieron priorizar sobre todo a quienes no fueran forofos del equipo, porque eso podía ser una distracción para desarrollar bien el trabajo”.

Hay un colectivo para el que también pesará mucho lo que diga sobre sí mismo en la parte blanda del currículum: los recién licenciados. “Si alguien sin experiencia laboral alguna dice que es entrenador de un equipo infantil de baloncesto transmite la idea de que tiene capacidad de hacer trabajar al grupo, es responsable, respeta las normas e incluso puede haber mediado en conflictos con los padres”, opina Encarna Maroño, directora de recursos humanos de Adecco.

¿Cómo conviene presentar en el currículum la información que complementa la relativa a la formación y experiencia? El consejo de Cantera es destacar los hobbies cuyas habilidades y competencias puedan posicionar bien para el puesto. La honestidad es clave: no sirve de nada autoproclamarse amante de la pintura si luego no se pueden citar a los cinco artistas más importantes del momento.

No se puede infravalorar la importancia de los elementos blandos del currículum como modo de diferenciación. “Los datos sobre cómo se enfoca la vida privada nos aclaran muchos aspectos de la manera de ser del candidato”, sostiene Maroño. “Puede ser determinante para decidirte por una persona en caso de que dudes entre perfiles muy similares. Siempre interesa trabajar con alguien con quien crees que te vas a llevar bien”.

Juez, de Experis, no presta demasiada atención a las aficiones de los candidatos a no ser que se lo pida el cliente. “Me sirve para romper el hielo. Que un ingeniero de alta tensión que tendrá que arreglar el supergenereador de una planta industrial sea amante del ciclismo no me dice nada”.

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Sobre la firma

Manuel G. Pascual
Es redactor de la sección de Tecnología. Sigue la actualidad de las grandes tecnológicas y las repercusiones de la era digital en la privacidad de los ciudadanos. Antes de incorporarse a EL PAÍS trabajó en Cinco Días y Retina.

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