Por qué los móviles han abandonado la 'guerra de los megapíxeles'
Cada vez más, la fotografía digital se queda en el entorno digital. Es decir, mientras que anteriormente las fotografías acababan en la impresora y finalmente en formato físico, en papel, actualmente su uso más frecuente queda restringido a las propias pantallas. Y en cualquier caso, sigue siendo interesante comprobar en qué tamaño una de las fotografías de nuestro móvil, en cuanto al formato físico, sigue 'quedando bien'.
Las fotografías de tu móvil impresas
Tomando los 12 megapíxeles como referencia, dado que actualmente es una de las 'medidas estándar' en la gama alta de teléfonos inteligentes, una fotografía de este tamaño se puede imprimir en una superficie de hasta 30 x 40 centímetros (4:3) sin problema de calidad. Ahora bien, esto para ver la fotografía a centímetros de distancia, mientras que a distancias mayores podremos imprimirla en 60 x 80 centímetros y seguiremos viendo los colores a la perfección, y la fotografía en términos globales con una correcta calidad.
Los megapíxeles no definen la calidad de una fotografía
Teniendo en cuenta lo anterior, que con 12 megapíxeles ya tenemos unas dimensiones físicas más que suficientes, la clave para una correcta calidad de la fotografía, ya sea impresa o en formato digital -pantalla-, no son los megapíxeles. Estos, los megapíxeles, definen únicamente las dimensiones de la fotografía y la cantidad de puntos de color de la misma. Sin embargo, hay otros aspectos técnicos que sí influyen directamente sobre la calidad real de la fotografía.
La radiografía de una cámara de fotos de cualquier teléfono inteligente
Limitándonos a los componentes fotográficos de un teléfono inteligente, el sensor es la pieza de hardware fundamental del mismo. Es importante su tamaño -superficie-, como en el caso de una DSLR, para conocer la cantidad de información que puede recoger y, por otro lado, en base también al tamaño de los propios píxeles del sensor. No obstante, otro componente clave en las fotografías es el grupo óptico, lo que en una cámara convencional sería el objetivo, y en el caso de un terminal móvil evidentemente es 'fijo'.
Por lo tanto, los datos técnicos a revisar son, evidentemente, las especificaciones técnicas globales del sensor. En cuanto a este, especialmente la superficie en pulgadas y el tamaño de los píxeles en micrones. Y en cuanto al grupo óptico, principalmente la apertura máxima de la cámara. Todos estos datos serán 'mejores' cuanto más altos sean los valores técnicos.
La guerra de los megapíxeles no tenía sentido en los teléfonos inteligentes
Terminales como el Nokia 808 PureView se convirtieron en un auténtico regalo para los departamentos de marketing. Vender un teléfono inteligente con un módulo de cámara principal de 41 megapíxeles -38 megapíxeles- fue tan sencillo como aprovecharse de la ignorancia de algunos consumidores, o más bien la creencia generalizada de que este dato, los megapíxeles, está estrechamente ligado a la calidad de una fotografía. Y en este punto, sin embargo, mucho más importante era la alianza de Nokia con ZEISS, que sí fue un aspecto determinante para ofrecer una calidad de imagen superior.
Y mientras durante varios años se ha seguido la tendencia de hacer crecer los megapíxeles generación tras generación, este año Samsung ha puesto punto y final con su Galaxy S7 volviendo desde los 16 megapíxeles de la generación anterior a unos 12 megapíxeles actuales que, como se ha podido comprobar, devuelven una calidad fotográfica muy superior.
No sólo se han permitido el 'lujo' de eliminar la forma saliente de la cámara en la parte trasera por la inclusión de un módulo de cámara más pequeño, sino que se ha mejorado el grupo óptico con una apertura mucho mejor y se ha introducido un tamaño de píxel notablemente superior. Esto, además, con un estabilizador óptico de imagen de dos ejes que ayuda a grabar vídeos más estables y tomar fotos de mejor calidad con poca luz. Y por otro lado, con un nuevo sistema de enfoque que utiliza todos los píxeles para ello, luego garantiza una velocidad superior. Por lo tanto, la 'guerra de los megapíxeles' tenía poco sentido, más allá del 'marketing'.
