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KPMG debe presentar esta semana el plan para que el grupo pueda evitar el concurso de acreedores

Abengoa sufre pérdidas históricas de 1.213 millones tras fuertes saneamientos en 2015

Sede de Abengoa en Madrid.
Sede de Abengoa en Madrid. Pablo Monge

Abengoa registró unos resultados históricamente malos en 2015, exactamente como cabía esperar. El grupo de ingeniería que preside José Domínguez Abascal sufrió unas pérdidas de más de 1.213 millones de euros el año pasado, frente a los 125 millones que se apuntó de beneficio en 2014.

Eso sí, en un ejercicio de prudencia, la compañía ha incluido impacto negativos por 878 millones de euros, relacionados "con la aplicación de determinadas estimaciones sobre las medidas establecidas en el Plan de Viabilidad elaborado por Alvarez & Marsall", explica la compañía. En los estados financieros añade que ha efectuado regularizaciones fiscales registrando un gasto de 123 millones.

La compañía agrega en su informe a la CNMV que los impactos negativos se deben "fundamentalmente a las estimaciones de costes relacionados con la paralización en el último trimestre de los proyectos en construcción y su posterior puesta en funcionamiento, al deterioro de determinados activos afectos a proyectos que no están siendo considerados en las estimaciones de la dirección, intereses de demora y otros conceptos adicionales".

Sin incluir los extraordinarios negativos, los números rojos de Abengoa el pasado ejercicio se hubieran situado en 335 millones de euros. Entre enero y septiembre, tras reflejar la caída en Bolsa de su filial Yield (ahora Atlantica Yield), se anotó unos números rojos de 194 millones.

La facturación se sitúo en 5.755 millones de euros, lo que suponen un descenso de cerca del 20% respecto a los 7.151 millones de 2014. El beneficio bruto de explotación (ebitda) alcanzó los 515 millones de euros, prácticamente un tercio de los 1.408 millones que se anotó en el ejercicio precedente.

Las ventas durante el año 2015 en el segmento de ingeniería y construcción alcanzaron 3.330 millones y un ebitda de 193 millones frente a 4.515 millones y 806 millones, respectivamente en 2014. "Esta disminución se debe, principalmente, a los efectos anteriormente mencionados de ralentización -e incluso parada de algunos proyectos- durante el último trimestre que han dado lugar al registro de determinados costes asociados", explica la empresa en una nota.

Las ventas en el segmento de infraestructuras de tipo concesional alcanzaron los 407 millones y un ebitda de 282 durante el año 2015, comparado con 499 millones y 3.330 millones en el año 2014, principalmente debido a las plantas vendidas a Atlantica Yield durante el 2015, según un comunicado de Abengoa

En el segmento de producción industrial, que incluye el negocio de bioenergía, las ventas alcanzaron los 2.018 millones y un ebitda de 40 millones, comparado con los 2.137 millones y los 271 en el año 2014, "debido principalmente a la disminución de los márgenes de la industria en Estados Unidos, al menor rendimiento de la materia prima en el proceso de producción de etanol en Brasil, y finalmente, al esfuerzo inversor realizado en nuestra tecnología de 2G en el proyecto de Hugoton, Kansas, Estados Unidos", según el grupo

Abengoa explica que está en proceso de negociación con EIG, un inversor en infraestructuras con el que llegó a un acuerdo para que le proporcionara financiación, para intentar alcanzar un acuerdo que sea lo más beneficioso para ambas partes dentro del acuerdo global inicialmente alcanzado a través del cual una sociedad participada por ambos grupos iba a adquirir una cartera de proyectos en fase de construcción de Abengoa, incluyendo activos de generación de energía renovable y convencional, de transmisión de energía en diferentes zonas geográficas, incluyendo México, Brasil y Chile.

La deuda bruta consolidada se reduce en 888 millones frente a finales de 2014, hasta 9.395 millones, de los cuales 3.070 millones corresponden a financiación de proyectos. La cifra representa una leve subida respecto a los 8.903 millones en la que estaba tasada la deuda corporativa registraba a cierre del tercer trimestre. El alza se debe, entre otros factores, a los créditos de urgencia que las entidades financieras del G7 –Santander, Bankia, CaixaBank, Popular, Sabadell, HSBC y Crédit Agricole– inyectaron en diciembre y también a los 130 millones aportados por elhedge fundThe Children’s Investment (TCI) en octubre del año pasado.

Con todo, el pasivo total se rebaja de forma contundente, hasta los 16.000 millones de euros desde los 25.000 millones, por la desconsolidación de la deuda de Atlantica Yield. La filial cotizada en el Nasdaq está participada en un 41,5% por la matriz, pero esta ha ido reduciendo el peso desde el 64% que Abengoa tenía en junio de 2014, cuando la sacó a Bolsa.

Un dato positivo está en la cartera de pedidos, que se sitúa a finales de año en 8.600 millones según el plan industrial, con una mínima variación a la baja respecto a los 8.800 de septiembre.

Mientras, siguen las batallas entre Abengoa, los bancos del G7 y los bonistas. Estos están dispuestos a inyectar liquidez de emergencia por 165 millones, siempre y cuando las entidades financieras les cedan parte de sus garantías en Atlantica Yield. Tienen pignorado a su favor un 25,5% de la filial. La liquidez de los bonistas agrupados en torno a Houlihan Lokey es crucial para que el grupo pueda abonar las nóminas de febrero, cuyo pago ha sido aplazado, como publicó CincoDías el pasado viernes.

Mientras, el asesor contratado por los bancos, KPMG, continúa evaluando tanto el plan industrial elaborado por Álvarez & Marsal como el diseño de la estructura financiera. Es necesario que el plan esté listo esta semana para poder conseguir el visto bueno de acreedores con tres quintas partes del pasivo total y del 75% del financiero. Si no es así, fuentes financieras dan por hecho que será imposible llegar al quórum necesario antes del 28 de marzo, fecha en la que Abengoa automáticamente entraría en concurso de acreedores.

La acusación particular que ejercen dos compradores de bonos de Abengoa a través de Izquierdo Asociados e Ius+Aequitas han solicitado a la jueza de la Audiencia Nacional que instruye la querella contra la excúpula de Abengoa que tome declaración como investigado al exministro y exconsejero del grupo Josep Borrell, al que consideran responsable de la aprobación de las indemnizaciones al expresidente Benjumea y al ex consejero delegado Manuel Sánchez Ortega.

Consolidados todos los impactos contables procedentes de dichas regularizaciones (años 2009 a 2014), así como la regularización del tipo impositivo de los activos por impuestos diferido afectados, registrando un gasto de aproximadamente 123 millones euros en concepto. 

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