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Amasan más de 150 millones desde agosto

Los fondos bajistas sacan oro de la caída de Abengoa

Planta solar de Abengoa.
Planta solar de Abengoa.

Desde el pasado 3 de agosto, cuando Abengoa anunció una ampliación de capital de 650 millones para reducir su deuda y reforzar su balance, sus acciones B se han desplomado un 93%. Una caída que ha ido cogiendo fuerza por el camino tras la decisión de Gonvarri de cancelar en el último momento su entrada en el capital de la empresa, lo que desembocó en el preconcurso de acreedores del grupo de ingeniería el 25 de noviembre.

Un castigo bursátil que ha perjudicado tanto a accionistas como a bonistas, pero del que algunos inversores han sacado partido. Es el caso de los fondos oportunistas que tienen unas posiciones cortas sobre el 3,14% del capital de Abengoa, según los datos de la CNMV. Un porcentaje que se ha reducido en más de la mitad desde el máximo del 8,5% alcanzado en agosto, días después del anuncio de Abengoa de que ampliaría capital. Es decir, si un único inversor hubiera apostado entonces en contra de la acción de Abengoa habría ganado más de 150 millones con la caída en Bolsa de la compañía registrada en este tiempo.

Las posiciones cortas, o apuestas a la baja, son una operativa bursátil que consiste en tomar prestadas acciones para venderlas en el mercado con la premisa de que los títulos caerán en Bolsa durante ese tiempo y al recomprarlas en el mercado será por menos dinero, lo que permite al inversor adquirirlas por menos y embolsarse la diferencia. Se trata de un indicador de la presión bajista que el mercado ejerce sobre una empresa que, en el caso de Abengoa, se ha demostrado semana a semana desde los niveles a los que cotizaba el pasado mes de agosto.

Pero no todos los títulos prestados tienen que ser un indicativo de posiciones cortas sobre un valor. También se utilizan por los inversores como contrapartida de operaciones con derivados y como fórmula de inversores en bonos convertibles en acciones para cubrirse del riesgo de bajada de los títulos. Esto último es lo que se ha producido en los últimos meses debido a una emisión de 400 millones en convertibles en acciones lanzada en enero de 2013. Estos bonos tienen un vencimiento en 2019 y pagaban un cupón anual del 6,25%. Aunque los bonos se pueden transformar en acciones B de la compañía, esto es incluso menos rentable que venderlos en el mercado secundario, pues el valor de metamorfosis está fijado en 2,94 euros por acción B, cuando estas cerraron ayer a 0,135 euros. La minusvalía sería de un 95%, aún mayor que el descuento con el que cotiza el bono, del 91% respecto al nominal.

Fuentes próximas a Abengoa explican que en los casos de Sothic y de GLG las posiciones cortas, del 1,06% y del 0,61% respectivamente, se han realizado –al menos una parte–, con el objetivo de blindarse de eventuales caídas de la acción, pues son dueños de bonos convertibles.

En el caso de Abengoa, Sothic es la gestora con más posiciones cortas reflejadas en la información de la CNMV. Yllegó a apostar contra el 1,32% del capital en noviembre, aunque en agosto del año lo bajó al 0,52%. Por detrás se sitúa GLG, que mantiene posiciones cortas en la empresa desde finales de julio. Les sigue Carmignac Gestion, con un 0,58%. Previamente, habían aparecido en el registro de posiciones cortas Och-Ziff Management Europe, TT International y Marshall Wace y D. E. Shaw.

Abengoa es una de las empresas con mayor presencia de posiciones bajistas de la Bolsa española. Dentro del Ibex hay otras con fuerte interés por parte de los fondos oportunistas, como Dia, con 11,4%, e Indra, con un 9,25%.

 

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