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Juan Luis Cebrián, presidente del Grupo PRISA

“Defender hoy la Constitución es reformarla; si no, muere”

“El resultado de las elecciones del 20 de diciembre no es ni catastrófico ni irregular” “La Constitución se ha deteriorado por el paso del tiempo y el abuso de sucesivos gobiernos”

Juan Luis Cebrián, en la facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid.
Juan Luis Cebrián, en la facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid.Manuel Casamayón

Golpe de Estado, El País con la Constitución”. La histórica portada de la edición especial de la noche del 23 al 24 de febrero de 1981 supuso un mensaje claro de defensa hacia la joven democracia. “Y un símbolo de resistencia ciudadana ante el golpismo militar”, afirmó ayer Juan Luis Cebrián, presidente del Grupo PRISA, editor de CincoDías, en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid, donde se celebró una de las jornadas de los actos de celebración del 40 aniversario de El País.

La elección de un campus universitario, según Yolanda Valdeolivas, decana de la citada facultad, se debe al interés por dar a conocer a los estudiantes de la universidad un convulso periodo de la historia de España, de la mano del que fue director, desde 1976 a 1988, de uno de los periódicos protagonistas de la época. De hecho, los asistentes pudieron hacerse con una copia de la edición que El País imprimió aquella noche,  “la portada más importante, y yo diría también que la más valiente de nuestra historia”, apuntó Antonio Caño, actual director del rotativo. Y ese mensaje, 35 años después, continua vigente. “Nuestro diario, y la empresa que lo sustenta, siguen hoy firmemente anclados a los principios constitucionales”, añadió Cebrián.

Sin embargo, la tesitura actual obliga a dar un paso al frente y a adaptarse a los momentos actuales. “Vivimos días confusos en los que la propia Constitución parece amenazada de nuevo, aunque de manera más insidiosa que antaño”, continuó. Ante lo que calificó como “inmovilismo de unos y liquidacionismo de otros”, se vuelve urgente una voluntad de reforma de una Carta Magna “deteriorada por el paso del tiempo y el abuso y clientelismo que sucesivos gobiernos han llevado a cabo”, afirmó Cebrián. Este panorama se vuelve, además, mucho más preocupante al añadírsele una falta de profesionalidad entre los distintos partidos para formar un gobierno que, en su opinión, precisa de una respuesta al desafío independentista de Cataluña, la sostenibilidad de una política económica de crecimiento, imprescindible para la creación de empleo, y de la puesta en marcha de un plan de choque contra la desigualdad.

Pero esta situación de estancamiento no es nueva, sino que viene de lejos. Valga como prueba el ensayo El tamaño del elefante, que Juan Luis Cebrián publicó hace casi 30 años, y del que mencionó varios fragmentos, tales como el “chantaje que sufrirá España por parte de las víctimas nacionalistas”, o “la escasa operatividad de los partidos y la fragmentación social a la que se ha llegado”. Aseguró ante más de 300 universitarios que no se considera un visionario, ya que varios autores del momento compartieron sus mismas preocupaciones. El propio diario El País publicó, en febrero de 2013, un manifiesto llamado Una solución para España, en el que proponían una serie de medidas tales como una Ley de Partidos, la reforma de la Administración de Justicia, un pacto por el empleo y las pensiones, o un modelo federal para el Estado de las autonomías. Pero “ni una sola de estas sugerencias ha merecido no ya su puesta en práctica, sino al menos un debate, en sede parlamentaria o fuera de ella, por parte de quienes tienen la responsabilidad de gobernarnos”, lamentó el presidente de PRISA.

Tras unas elecciones generales con un resultado inédito en las últimas décadas, estas contradicciones se han agudizado mucho más. Por eso, “el único modo de volver a defender hoy la Constitución es reformarla, o si no está muerta”, afirmó con rotundidad Cebrián.

Pero para ello habrá que esperar a que los partidos políticos se pongan de acuerdo y abandonen “ese ensimismamiento ególatra, para buscar las alianzas y los acuerdos que permitan la instalación de un gabinete capaz de liderar los acuerdos más amplios sobre reformas constitucionales y nuevas leyes orgánicas”, apuntó. De hecho, dicho acuerdo, para un gobierno de coalición, no debería ser tan difícil, ya que, en su opinión, “el resultado de las elecciones del 20 de diciembre no es ni catastrófico ni irregular en un país con un sistema de votación proporcional”.

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