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Las entidades prevén que la presión sobre los márgenes se alargue

Otro año de desconcierto para la banca española

Los principales bancos españoles han presentado ya sus resultados correspondientes a 2015. Gran parte de estas entidades han anunciado finalmente ganancias por debajo de las previsiones iniciales, salvo en Bankinter, entidad que al final ha sorprendido por sus resultados en el año de su 50 aniversario. Su beneficio fue de 376 millones, con un crecimiento del 36%. El sector había pronosticado un buen ejercicio, con cuentas de resultados que recuperarían su normalidad tras un duro periplo de sinsabores en los últimos años, consecuencia de la crisis económica y financiera iniciada en 2008.

Imprevistos de última hora, sin embargo, han minado sus cuentas entre el tercer, y sobre todo cuarto trimestre. Provisiones por la crisis de Abengoa; por las pérdidas de Sareb, como consecuencia de la aplicación de su nueva circular contable; dotaciones por una previsible sentencia contraria y puede que retroactiva de las cláusulas suelo; por el desplome de las cotizaciones de las participadas, que ha derivado en algún que otro caso a poner a precios de mercado sus carteras, para asumir la parte correspondiente a las pérdidas de Repsol en el caso de CaixaBank; por imprevistos cambios de la cotización de las divisas; provisiones por la previsible avalancha de demandas que derivarán el fallo del Tribunal Supremo sobre la salida a Bolsa de Bankia; por el impacto negativo del banco turco Garanti en BBVA; o, en el caso de Santander, por diferentes dotaciones entre las que destaca la realizada ante eventuales reclamaciones por la comercialización de seguros de protección de pagos en Reino Unido.

A todo ello hay que sumar las dotaciones al Fondo de Garantía de Depósitos, que se realiza en el último trimestre.

La banca así ha sufrido un cúmulo de imprevistos que se han sumado a la presión de los márgenes como consecuencia de operar bajo unos tipos de interés casi al 0%. 2015, de esta forma ha sido “un ejercicio completo”, como lo definió la presidenta de Santander, Ana Botín. Aunque es cierto, que por primera vez desde que estalló la crisis en 2008, el recorte de provisiones se ha generalizado en las cuentas de resultados, por lo menos en España pese a los imprevistos.

El sector, además, ha sido, junto a las materias primas y el petróleo, el más castigado en Bolsa, y ha empezado el año como termino el anterior, con bruscas caídas. Tantas que se ha convertido en España en el colectivo más vapuleado en Bolsa. Varios bancos de inversión, de hecho, consideran que la banca no recuperará su atractivo y glamour anterior a la crisis, no es un buen sector para invertir en los próximos años. El Banco Central Europeo (BCE), el Banco de España, el Fondo Monetario Internacional (FMI), analistas, e incluso el propio sector, han reiterado en los últimos meses que la banca nunca volverá a repetir las rentabilidades anteriores a la crisis. Solo hay que recordar las palabras de Ana Botín en la conferencia internacional de Banca del pasado mes de noviembre. En este acto, la banquera explicó que pese a los “grandes esfuerzos” que han hecho las entidades, “el cambio intenso” experimentado por el sector en los últimos años impide que se alcance la rentabilidad anterior a la crisis, por factores como el alto coste del capital, que roza el 10% para la banca europea, con lo que la rentabilidad de la misma ha caído desde el 20% de 2007 al actual 4% ó 5%.

Y si a ello unimos “los muy bajos tipos de interés y el débil crecimiento de las economías desarrolladas”, resulta todo un reto para el sector, añadió Botín.

Beneficios

Los siete bancos que cotizan en el IBEX 35 –Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell, Bankinter y Popular– cerraron el año con un beneficio atribuido de 11.651,7 millones de euros, frente a las ganancias de 10.779 millones del ejercicio anterior, un 8,1% más. Este resultado, aunque positivo es inferior al previsto al inicio del ejercicio. En España estas entidades sumaron unas ganancias (el resto de las instituciones financieras no y han comunicado aún sus resultados) de 4.452 millones, un 42% más. Este porcentaje puede considerarse muy elevado, pero si se analizan las cuentas de resultados se comprueba que los beneficios provienen de la parte baja, es decir, de la partida de las provisiones, que han pasado de sumar unos 34.824 millones en 2014 a los 29.758 millones de euros del pasado ejercicio, con una caída del 14,5%.

La buena noticia de la bajada de la morosidad permite este recorte de las provisiones, que a su vez, compensa la caída del margen de intereses. La tasa de morosidad se sitúa para el conjunto del sector en el 10,5%, con caídas generalizadas desde hace meses. Para este año, y según un estudio de Analistas Financieros Internacionales (Afi), la tasa de morosidad se situará en el 8%.

Por entidades sigue siendo Bankinter la firma con menor índice de impagados, con el 4,13%, frente al 4,72% de un año antes. Le sigue en España Sabadell, con una tasa del 7,79%, frente al 12,74% de un año antes. CaixaBank registró un índice de impagados del 7,88%, Santander España tiene una morosidad del 9,8% (en el grupo es del 4,36%), BBVA en España suma el 9,97% (el grupo baja al 5,4%), Bankia llega al 10,8%, mientras que la mora en Popular supera el 12,8%.

Para este año todos los bancos que han presentado resultados han anunciado mayores ganancias para el presente ejercicio, aunque reconocen que seguir operando bajo la presión de bajos tipos de interés es un reto que volverá a provocar unos ingresos en la parte alta de la cuenta muy ajustados, que se compensarán como este año, con un recorte de las provisiones. Las comisiones y sobre todo, el recorte de costes, incidirán también positivamente en la línea final de las cuentas de resultados.

El presidente de BBVA, Francisco González, recalcó el pasado miércoles en la presentación de resultados del banco que “en las facultades no te preparan para esto, estamos entrando en un territorio completamente desconocido”, en referencia a operar con tipos casi al 0%.

La nueva circular de provisiones del Banco de España, que aún se encuentra en periodo de consulta ayudará, según todos los expertos, a rebajar las provisiones en un gran número de entidades. La razón: los bancos ya no tendrán que esperar a que la pérdida de un activo se haya materializado para constituir las provisiones, ya que deben hacer la cobertura con antelación. Tras la entrada en vigor de esta circular se abre la posibilidad (ya presente en la circular 2004, pero no activada hasta ahora) de que las entidades utilicen sus propios cálculos internos para fijar las provisiones.

Varios expertos consultados aseguran que siempre un método interno es más laxo que uno obligatorio del Banco de España.

 Regulación

Uno de los retos a los que tiene aún que hacer frente la banca es a la que denominan “excesiva” regulación y mayores exigencias de capital, algo que según el sector, no solo reduce la rentabilidad, sino que también supone un freno para la concesión de créditos. El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, también se ha referido a estos retos en varias ocasiones. “Las exigencias regulatorias cada vez más severas y la fuerte competencia, presionan sobre los niveles de rentabilidad. Ello puede llevar a que se trate de alcanzar mayor rentabilidad, con mayor riesgo, algo que la supervisión debe vigilar con atención”, declaró Linde en unas jornadas financieras celebradas en octubre.

Este año los bancos europeos también deberán someterse a nuevas pruebas de solvencia. El BCE ha citado a las entidades para el próximo 17 de febrero. Ese día el organismo que preside Mario Draghi les informará sobre la metodología de los próximos test de estrés a los que se someterá el sector, y cuyos resultados están previstos para octubre de este año.

Previsión para 2016

En un alarde de transparencia el BCE ha comunicado a las entidades financieras las prioridades de trabajo para este año. Su preocupación se centra en cinco áreas, a las que someterá a una especial vigilancia. Esto es, al modelo de negocio y riesgo de rentabilidad, al riesgo crediticio, adecuación del capital, gobernanza de los riesgos y calidad de los datos, y por último liquidez.

Dentro de estas cinco área el BCE demuestra su preocupación por el prolongado periodo de bajos tipos de interés. Según un reciente informe de Goldman Sachs, superar la presión de los márgenes por esta causa es uno de los principales retos para el sector. Asegura que habrá bancos en España que no podrán compensar esta presión con la ya casi agotada rebaja del tipo de interés de los depósitos. Además, espera que los volúmenes de crédito en España sigan estando prácticamente plana en los próximos años, lo que ejercerá una presión adicional sobre las líneas superiores de la cuenta de resultados de los bancos.

Los principales banqueros han coincidido en la presentación de los resultados anuales que se han celebrado en las dos últimas semanas que el crédito neto volverá a tener crecimientos positivos este año. Será así la primera vez que la concesión de crédito compense las amortizaciones, sobre todo hipotecarias, y el crédito final crezca desde que se inició la crisis financiera.

El volumen de crédito, salvo en algunas entidades en las que el BCE estrechará su vigilancia, será de mejor calidad que hasta ahora influenciado por la mejora de la economía, lo que permitirá nuevos recortes de la morosidad. Según las previsiones de Afi, la tasa de morosidad pasará del 10,5% actual al 8% este año. Además prevé que la rentabilidad o ROE (rentabilidad sobre recursos propios) suba ligeramente en el sector para situarse en el 6,1%.

De momento, la entidad con un mayor ROE es Bankinter, el 10,9%. Su objetivo es llegar al 12% este año. Le sigue Bankia, con un ROE del 9%, y cuya pretensión para este año será anunciado esta primavera, una vez que haga público su nuevo plan estratégico 2016–2018. Santander ha logrado remontar su rentabilidad ligeramente y se sitúa en el 7%. BBVA, en cambio, ha retrocedido al pasar del 5,6% en 2014 al 5,3% en 2015. Sabadell ha logrado dar un impulso a su ROE para colocarlo en el 6,34%, frente al 3,7% del año anterior. CaixaBank sigue con una rentabilidad por debajo del 5%. Finalizó 2015 con un ROE del 3,4%. Pero es Popular el banco que más ha sufrido un mayor castigo en su rentabilidad, que ahora se sitúa en el 0,83%.

La consejera delegada de Bankinter centró los restos de este año para la banca en “la búsqueda de la rentabilidad y la entrada de nuevos competidores digitales, que ya están aquí”.

Gónzalez y Botín también hicieron referencia en sus intervenciones en la presentación de resultados a la entrada de nuevos competidores digitales como una amenaza que habría que comenzar a tener en cuenta, aunque ahora sea menor. CaixaBank ha querido dar el primer paso y ha lanzado un banco por móvil para atraer a esos clientes más jóvenes que no están acostumbrados a pisar una oficina bancaria y sí a operar por internet. Se le ha adelantado a BBVA. Bankinter ya tenía una aplicación similar desde hacía tiempo y que ahora está impulsando. Todos los bancos intentan ahora captar a estos clientes jóvenes para evitar que sean solo usuarios de las fintech. De momento, la fuerte competencia en el sector y la presión sobre los márgenes ha provocado una batalla por captar y sobre todo vincular al cliente. Mejor vía de actuación para sortear los imprevistos y los obstáculos de este año.

Los banqueros sitúan las nuevas fusiones en tres años

Un asunto que está sobre la mesa del Banco de España y del BCE es el de las fusiones. Desde hace más de seis meses el supervisor español insiste en la necesidad de emprender otra oleada de fusiones, como medida para mejorar sobre todo la eficiencia y rentabilidad de las entidades más débiles. La solvencia parece, sin embargo, que ha dejado, por el momento, de ser un problema, a tenor de las últimas revisiones del BCE. Los responsables de los siete bancos que cotizan en el Ibex 35 –Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell, Popular y Bankinter– parece, sin embargo, que han moderado su discurso sobre nuevas operaciones corporativas en España, para situarlas en dos o tres años, y todas vinculadas a la mayor o menor resistencia a la presión de los márgenes. Goldman Sachs tampoco ve fusiones este año. Los candidatos: Unicaja, Liberbank, Ibercaja, BMN y Abanca se resisten, aunque ahora se les ha unido posible candidato más, Popular, explica algún que otro experto ante su baja cotización. Eso sí, BMN y Bankia deben ser privatizados entre este año o 2017, según fija la ley nacional, a no ser que se cambie la norma. Unicaja e Ibercaja siguen preparando su salida a Bolsa, pese a que no es un buen momento para emprender esta aventura. El presidente de BBVA une a la presión de los márgenes la gran transformación que está sufriendo el sector como motivo de la desaparición de miles de entidades en el mundo en los próximos años. El banquero asegura que BBVA “Será un jugador cualificado para cualquier operación”, lo mismo que dejó entrever Isidro Fainé, presidente de CaixaBank. Pero González reconoció que “es un tema de dos, tres o incluso cuatro años (el de las fusiones); dependerá de la presión de los accionistas”. El número uno de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri explicó que solo “una evolución negativa de los ingresos daría lugar a fusiones en el sector financiero”. Se produzcan o no fusiones este año, los bancos lo que sí harán será seguir intentando mejorar su eficiencia, ratio muy dispar entre el 43,56% de Bankia y el 59% de Santander en España. El responsable de banca de CC OO, Juan José Giner, calcula que la nueva oleada de fusiones unido a la búsqueda de una mejor eficiencia provocará la salida de otros 20.000 empleados.

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