Fundación Endesa descubre el talento innovador en el colegio

Promover la igualdad de oportunidades y fomentar el talento en el colegio, para hacer de los buenos alumnos unos alumnos excelentes, es el objetivo de un programa de formación que acaba de poner en marcha la Fundación Endesa en colaboración con la Fundación Sagrada Familia (Safa).

“Lo que pretendemos es poner el foco en la educación, pero no con un sentido subsidiario, de resolver problemas del sistema educativo por la parte baja, sino con una visión positiva, de promoción de capacidades y habilidades y promoción del talento”, explica Rafael López Rueda, director de la Fundación Endesa. El programa busca enfocar esa formación principalmente en el emprendimiento y la innovación. “Entiendo que ahí hay oportunidades de futuro para los jóvenes, cuando salimos del concepto de empleabilidad clásico de trabajar para terceros”, apostilla López Rueda.

El programa, que tiene una duración inicial de dos años, se ha empezado a poner en práctica con el reinicio del curso en enero, de momento en cuatro centros escolares de la Fundación Safa en Andalucía: Écija (Sevilla), El Puerto de Santa María (Cádiz) y Andújar y Úbeda (Jaén). “Son colegios donde los ciclos formativos son completos y alcanzan todos los aspectos de la enseñanza obligatoria”, puntualiza el director de la Fundación Endesa. Antes, en septiembre, se inició la detección del alumnado con talento. De los 600 potenciales candidatos iniciales fueron seleccionados 102 alumnos.

La iniciativa va dirigida a tres grupos de alumnado, entre los 11 y los 18 años: uno para los de sexto de primaria y primero de ESO, jóvenes de 11 años; un segundo para cuarto de ESO y primero de bachillerato, de entre 16 y 17 años, que constituyen el núcleo del proyecto para apoyo del talento, y un tercero para estudiantes de ciclo formativo superior y formación profesional. “Lo que hemos querido es incidir en edades tempranas y acompañarlos en su desarrollo escolar hasta que terminan la enseñanza obligatoria. Para los más mayores, la idea es promover talentos maduros”, remarca López Rueda.

La formación se desarrolla tanto en horario lectivo como de forma extraescolar. En horario lectivo hay actividades de enriquecimiento curricular, de conocimientos generales, para una enseñanza de base un poco más desarrollada y que beneficia a todos los alumnos de las clases donde están los seleccionados. Y también se desarrollan proyectos específicos de emprendimiento social, en dos sesiones semanales de dos horas. Como actividades extraescolares se llevan a cabo talleres mensuales, ferias de ciencias y campamentos de fin de semana, “con instructores o emprendedores que puedan ser una inspiración para ellos”.

El programa para los ciclos formativos medios y superiores, de aquellos que ya salieron de la enseñanza obligatoria, es puramente experimental para este año. Es un proyecto específico que finalizará con la elección de tres proyectos de emprendimiento, con la posibilidad de ser desarrollado como negocio. “Lo que se promueve es enseñar a emprender y a innovar, no es simplemente un concurso de emprendimiento que al final se premia, sino dar una metodología”, remarca el ejecutivo de la Fundación Endesa.

Los encargados de dirigir las actividades son los profesores de los colegios, que también se benefician de la iniciativa, porque han sido formados para ejecutar el programa de estudios que lleva aparejado. Pero también tienen apoyos concretos de expertos externos en gestión de jóvenes con mayores capacidades.

El programa tiene una evaluación constante para medir su impacto, para a final de curso tener un juicio concreto de su validez. De hecho, el 20% de la financiación, que para este curso supera los 200.000 euros, está ligado a que se cierre el programa y se obtengan los resultados programados. “No queremos ser donantes ciegos, queremos ser una fundación que participa en el diseño, la programación, seguimiento y medición de impacto para sostener programas o no. Vamos a medir capacidades de innovación y creatividad, de la capacidad de los niños de tener pensamiento divergente o cómo tienen una actitud ética y un comportamiento social ético”, concluye López Rueda.