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La filial Yield, el núcleo de la negociación tras pedir 100 millones hasta final de año

Abengoa afronta una reunión clave con sus bancos para lograr liquidez

La filial Yield, el núcleo de la negociación

REUTERS

Abengoa afronta hoy un día clave. Santander, Bankia, CaixaBank, Popular, Sabadell, HSBC y Crédit Agricole se reúnen esta tarde con KPMG, aunque todavía está por concretarse si el grupo de ingeniería acudirá o se le convocará por separado mañana. Está en juego el funcionamiento a corto plazo de la compañía, que solicitó el pasado viernes 100 millones.

La empresa andaluza, dirigida desde el pasado 27 de noviembre por José Domínguez Abascal, solicitó también 350 millones para llegar hasta marzo, periodo en el que concluye el preconcurso de acreedores. Para ello presentó un plan de viabilidad, con quitas en la deuda de alrededor del 60%, firmado por Álvarez y Marsal, su asesor en esta negociación.

Las entidades manejan varios escenarios, a falta de conocer el informe definitivo que ultima KPMG. Fuentes cercanas a los acreedores advierten que todo dependerá de las cifras finales que revele la consultora. “Las estimaciones iniciales de deuda son de 20.000 millones de euros en total; el punto de vista de los acreedores cambiará si el importe es muy superior”, explican estas fuentes.

Los bancos cuentan con la posibilidad de inyectar la liquidez mínima para que pueda llegar a final de año, previsiblemente menos de la cantidad solicitada. El núcleo de la negociación es Abengoa Yield, el gran activo de la compañía y disponible, prácticamente, apretando un botón. Una parte de su participación del 47% sería un buen colateral para blindar el dinero en efectivo que se eventualmente se cediera a la matriz. La venta de toda o parte de Yield, programada desde finales de septiembre, o su traspaso a las entidades es otra alternativa.

La participación en su filial está valorada en cerca de 700 millones de dólares (600 millones de euros), pese a que en lo que va de año cede cerca de un 50% en el Nasdaq y cotiza en torno a 14 dólares por acción, a años luz de su máximo histórico de cerca de 38 dólares que alcanzó un mes después de su debut.

Yield fue utilizada como garantía para un préstamo por unos 120 millones concedido por el fondo The Children’s Investment (TCI) a finales de octubre, que tiene en prenda el 14% de la filial.

Las peticiones de liquidez para llegar hasta marzo serán rechazadas por las entidades acreedoras, salvo sorpresa de última hora. Es más, una parte de los bancos es partidaria de buscar una solución de largo plazo para Abengoa una vez la empresa haya solicitado la protección completa de la Ley Concursal, como publicó ayer CincoDías. Las inyecciones de liquidez tendrían así una protección adicional. La mitad del dinero se colocaría instantáneamente al principio de la lista de prelación de acreedores en caso de que se produjera el peor escenario. La tutela judicial sería absoluta, con la posibilidad incluso de remover a los actuales directivos de la empresa. Sería el momento de plantear el canje por acciones de una parte de la deuda en manos de las entidades financieras.

El momento óptimo para activar el concurso sería inicios del próximo año. Así las entidades no dañarían sus resultados del presente ejercicio, y es que las provisiones en este supuesto deberán llegar al 100% de los créditos en 12 meses.

La compañía se juega contratos por 1.600 millones

El número de contratos logrados por Abengoa en el segundo semestre se ha mantenido por todo lo alto. La multinacional de ingeniería ha comunicado desde el 1 de junio hasta ahora la firma de 13 contratos valorados en cerca de 1.600 millones de euros. La llegada a buen puerto de estos proyectos está en entredicho ante la situación de preconcurso. Solo en noviembre, Abengoa obtuvo contratos en Jamaica (una planta de ciclo combinado por más de 180 millones de euros), Emiratos Árabes Unidos (una planta de cogeneración por 200 millones de euros), Argentina (dos líneas de transmisión eléctrica por 45 millones) y Marruecos (el mantenimiento de una planta solar-gas por 63 millones).

Estas cuatro adjudicaciones suman cerca de 500 millones de euros. Algunos de estos proyectos, y también de los acordados meses antes, pueden tener problemas de financiación ante la solicitud del preconcurso de acreedores y eventuales impagos, si bien a día de hoy no se han paralizado, según fuentes conocedoras de la situación de la empresa. En algunas de estas construcciones, la financiación a corto plazo ya estaba cerrada, mientras que en otras el arranque está pendiente de lograr los avales necesarios.

Abengoa necesita, además, unos 3.200 millones de euros de liquidez en los próximos años para concluir cinco macroproyectos, como publicó CincoDías el pasado 4 de diciembre. Se sitúan en Brasil, México, Chile y EE UU y tienen asociados de más 2.000 millones de euros en financiación puente que ya ha sido utilizado para efectuar las obras. Las fechas previstas para la terminación de estos cinco proyectos oscilan entre julio de 2016 y octubre de 2019. La obra que más liquidez requiere, 1.600 millones, es una planta solar en Chile.

El mercado decreta que aún no está en impago

La Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA, por sus siglas en inglés) decidió ayer que no se ha producido un impago oficial en Abengoa, al menos según la mayoría de los instrumentos que sirven como paracaídas ante un denominado “evento de crédito”.

El mercado ha quitado la razón, en parte, a los inversores que habían solicitado la activación de los derivados de crédito de Abengoa (CDS, por sus siglas en inglés), un escudo contra impagos de la deuda de una compañía o un país.

En el caso de la firma de ingeniería, los CDS se pagan a 9,3 millones de euros para asegurar 10, en el caso de la deuda a cinco años, según los datos de S&P Capital IQ’s recopilados por Bloomberg. Son 15 las entidades –Bank of America, Barclays, BNP Paribas, Citi, Credit Suisse, Deutsche Bank, Goldman Sachs, JP Morgan, Morgan Stanley, Nomura, AllianceBernstein, Blue Mountain Capital, Citadel, Elliott Management y Pacific Investment– que han decidido que solo se activen los CDS firmados con las condiciones fijadas en 2003, mientras que los vendidos bajo las definiciones de 2014 permanecen dormidos. El truco es que, aparentemente, en el caso de Abengoa solo hay contratos firmados bajo los términos de 2014. Así, los datos de Bloomberg revelan que todos los CDS sobre la deuda de Abengoa están bajo estas condiciones, si bien, cabe la posibilidad de que exista algún instrumento que no esté incluido en los datos de la agencia de noticias, pues el mercado de CDS no está organizado (es, según la jerga, OTC).

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