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¿Adiós a la calefacción central?

¿Tiene tu vivienda un repartidor de coste de calefacción? Nueva normativa a la vista

calefacción radiador

El 1 de enero de 2017, en medio de la campaña de invierno, más de 1,5 millones de hogares con calefacción central deberán tener instalado un repartidor de coste en cada uno de sus radiadores. Esta obligación viene derivada de la Directiva Europea de Eficiencia Energética 27/2012/UE, y aunque ya ha cumplido los 3 años, en la mayoría de los casos se llega a la recta final sin que estos pequeños aparatos estén instalados, por lo que muchos expertos consideran que finalizada la campaña invernal habrá una sobredemanda que puede llevar a que se disparen los costes de instalación o se incumplan plazos. Conozca todos los puntos necesarios que le ayuden a prepararse para este cambio en las mejores condiciones.

¿Qué es un repartidor de coste?

Son sistemas que tienen como función el reparto individual de los consumos en instalaciones colectivas de calefacción. Son unos pequeños aparatos que se colocan en cada radiador y recogen ciertos parámetros que cada cierto tiempo transforma en consumos reales, en términos de energía o económicos. Si al radiador se le complementa, a su vez, con regulación de válvulas termostáticas u otro equivalente, el ahorro puede ser, según estudios realizados, del orden del 30%

¿Quién esta obligado?

Toda vivienda de un edificio con un sistema de calefacción central estará obligado a instalarlo. Se calcula que están obligados más de 1,5 millones de hogares de este tipo, fundamentalmente del denominado sistema de anillo, en el que el agua entra en la vivienda, pasa por todos los radiadores y vuelve al circuito de retorno de la caldera con una única entrada y salida a la vivienda. Este sistema convive con otro incluso más ineficiente, los sistemas verticales en los que se comparten el agua caliente con los vecinos que tenga arriba o debajo de su vivienda.

¿Por qué esta obligación?

Se busca un uso más eficiente de este tipo de sistemas que como regla general tienen un consumo superior a los de calefacción individual. Esta mayor eficiencia se traduce en ahorro, con una media que supera los 200 euros anuales. Esto es debido a que por un lado ajustamos mejor el calor necesario en cada momento y necesidad y también a un claro efecto psicológico. Mientras que en la calefacción central vemos como un gasto que se paga indirectamente por nuestra aportación a la Comunidad de Vecinos, ahora sabrás y se te imputará lo que realmente gastas, lo que lleva a que seas más eficiente en el gasto.

¿Es complicada la instalación?

Su instalación es sencilla y no requiere obra. Cada dispositivo electrónico recoge los datos de consumo y transmite la información por radio (como los nuevos contadores de la luz) por lo que no es necesario entrar en tu hogar después de la instalación.

¿Cuál es su coste?

Lo común es el alquiler de los repartidores de coste y no la compra, cargándose este importe en el recibo en el que se distribuya el coste de calefacción con un coste en un hogar medio que suele alcanzar de media entre 50-60 euros anuales para todos los radiadores. La válvulas termostáticas cuestan entre 30-50 euros por elemento, pero su coste se amortiza según expertos, como tarde, entre el primer y segundo año.

¿Y si no los instalo? ¿Qué ocurre?

El régimen español establece sanciones que pueden alcanzar hasta los 10.000 euros si el 1 de enero de 2017 no tienes instalado los repartidores de coste. Ningún vecino de la comunidad puede negarse a instalar la misma.

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