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Columna
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A más riesgos, más costes corporativos

Las consecuencias financieras de los ataques a París el 13 de noviembre en los que murieron al menos 129 personas son de segundo o tercer orden. Sin embargo, las empresas pueden ahora encontrar un mundo diferente.

Las acciones de Accor, la compañía hotelera internacional con sede en Francia, la aerolínea Air France-KLM y el operador del enlace ferroviario entre París y Londres, Groupe Eurotunnel, cayeron con fuerza ayer. Con elevados costes fijos, estos negocios están expuestos a más caídas. Las compañías hoteleras, aerolíneas y operadores ferroviarios –entre otros– tienen unos gastos generales que no se pueden apagar rápidamente.

Las empresas con un apalancamiento operativo menos rígido se enfrentan a un impacto menor, pero los costes pueden aumentar de todos modos. Habría que invertir más en seguridad física y cibernética. Los costes de la energía y otras materias primas ligadas a los hidrocarburos pueden aumentar si sube el precio del petróleo, como suele suceder en momentos de mayor riesgo.

Las empresas tendrán que invertir más en seguridad, tanto física como cibernética

Los efectos de los precios pueden ser temporales. El petróleo y el oro a menudo atraen a los inversores en momentos de incertidumbre, pero los acontecimientos en París no cambiarán los problemas de exceso de oferta que deprimen a ambos. París puede implicar que Arabia Saudí y otros productores de petróleo de Oriente Medio sigan siendo proclives a producir más petróleo del que el mercado requiere. Además, el mundo industrial tiene una reserva de 3.000 de barriles que es suficiente para cubrir 98 días de demanda, según calcula la Agencia Internacional de Energía. Los gobiernos también mantienen reservas.

Algunas empresas ya están preparadas para el riesgo geopolítico. Las aerolíneas, por ejemplo, tuvieron que responder a los ataques del 11 de septiembre de 2001 y los miedos posteriores. Las empresas de defensa podrían experimentar una demanda adicional de sus productos y servicios. Aun así, las atrocidades de París podrían elevar los costes de hacer negocios con mayores costes y, por un tiempo, unos ingresos más bajos.

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