Sencillez y mucho deporte, las pautas de Enrique Sánchez
El plan ideal del presidente de Adecco España discurre en la montaña, ya sea de paseo o en bicicleta
Reconoce que no cuida su alimentación, en parte debido a su apretada agenda. De hecho duerme junto a una fuente de gominolas, de la que echa mano a menudo cuando se despierta por la noche. No fuma y bebe de vez en cuando, en alguna fiesta. Pero lo que sí que no perdona es practicar deporte. A Enrique Sánchez, sevillano de 48 años y presidente de Adecco España, le apasiona correr y montar en bici por la montaña. También encuentra tiempo para jugar al pádel y a tenis.
El resto de hobbies de Sánchez son “de lo más normal”: la lectura, el cine, viajar, pasear... “Soy un tipo muy normal”, asegura. Ni usa perfume ni le gusta encontrarlo en las mujeres. “El olor que me gusta es el del campo mojado”. Reconoce tener algunas manías, la mayoría relacionadas con el orden. “Suelo alinear los cuadros cada vez que paso por delante de ellos. También coloco a menudo los muebles”, asegura. Y luego están las luces: le gusta tenerlas encendidas en las habitaciones en las que no está, aunque asegura que no le resulta barato hacerlo.
Sánchez trata de darse caprichos cuando puede. El último de ello, una casa que se ha construido en Torrelodones, rodeada de naturaleza en una loma que ya tenía vista. Le gusta también refugiarse en la cornisa Cantábrica: las costas de Asturias y de Lugo son sus destinos vacacionales preferidos. Un oasis para los amantes de la naturaleza.
Algunas pistas
El último mohicano. La película protagonizada por el oscarizado Daniel Day-Lewis, que volvió a ver hace poco, es una de sus preferidas.
Nuevos clásicos. El golpe es una de sus películas favoritas de Sánchez, aunque también la ha impactado mucho American History X, que ha visto recientemente.
Alaska. El Estado más salvaje de EE_UU es un destino pendiente de este amante de los viajes a zonas de naturaleza exuberante. También está en la lista el norte de Canadá.
Un paseo por Manhattan. Advierte de que no pega mucho con él y su pasión por la naturaleza, pero le encanta pasear por Manhattan, uno de sus destinos predilectos.
Tecnología. Se confiesa un negado para la tecnología. “No me interesa nada”, reconoce. Por eso, dice, ha encontrado su salvación en el iPhone, que contiene “en un mismo aparato todo lo que puedo necesitar”.
Stan Smith. Sánchez define la elegancia como “todo lo contrario de las estridencias: la capacidad de adaptarse a las distintas situaciones de forma natural”. Si tuviera que elegir una prenda fetiche se decantaría por las Adidas Stan Smith, que ha vestido desde pequeño y que ahora tanto le cuesta encontrar.
Gominolas. Nunca faltan en su mesilla de noche unas gominolas.
Afganistán y la URSS. Ahora mismo está leyendo Cometas en el cielo, la novela de Khaled Hosseini cuya historia transcurre durante la invasión de Afganistán a manos de la URSS. Milagro en los Andes, escrita por uno de los supervivientes de la catástrofe aérea, también le ha marcado en los últimos tiempos.
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