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Para compensar el desplome de los márgenes

La banca impulsa una subida del precio del crédito

Vista de la fachada del Banco de España. EFE/Archivo
Vista de la fachada del Banco de España. EFE/ArchivoEFE

La cuenta de resultados de los principales bancos españoles, los siete que cotizan en el Ibex, confirma su normalización tras ocho años alterados por la crisis. Al cierre de septiembre han ganado 9.816,3 millones de euros, el 14% más que un año antes.

El crecimiento de este beneficio se disparará aún más al cierre del ejercicio, cuando previsiblemente bancos como Santander o Bankia pasen por la cuenta de resultados las plusvalías que han realizado en el último mes (el banco que preside Ana Botín no se ha apuntado aún los 835 millones obtenidos al ganar el contencioso que mantenía su filial brasileña con la Seguridad Social del país. Y Bankia tiene pendientes las plusvalías por la venta de City de 117 millones).

Pese a este aumento de los beneficios la asignatura pendiente del sector es su baja rentabilidad. Solo Bankinter y Bankia superan la barrera de los dos dígitos de rentabilidad sobre recursos propios (ROE). Esta es una de las mayores preocupaciones del BCE con respecto a la banca europea.

Pero el sector español ha logrado reducir una de las principales losas que tenían encima, la de la morosidad. A falta de un trimestre para que finalice el ejercicio, las entidades han logrado reducir la entrada de activos en mora, con lo que esta tasa, que desde 2007 no hacía más que engordar, reafirma su caída en picado, aunque en algunas firmas deben todavía dedicar todos sus esfuerzos a reducir este ratio, caso de Popular, cuya tasa de morosidad es del 13,12% y su cobertura del 41,63%.

Los destacados

Santander vuelve a ser el lider del sector por beneficios. Ganó 5.106 millones de euros hasta septiembre, el 17,1% más que un año antes. Aunque el crecimiento mayor lo tuvo CaixaBank, al mejorar su beneficio el 57,3% al incorporar Barclays España.

La entidad que preside Ángel Ron, de cualquier forma, ha demostrado en la crisis que es capaz de mantener su fortaleza comercial, con una cartera de clientes pymes que sigue siendo el principal pilar de su negocio y la envidia del sector, que ha intentado hacerse con una parte de la cuota de mercado de esta entidad, pero, de momento, con escaso éxito.

El descenso de la tasa de morosidad de los principales bancos ha servido, como ya ocurriera antes de la crisis, de impulso para el beneficio. La bajada de provisiones frente al año anterior ha servido a todos los bancos para obtener mayores resultados que un año antes. La recuperación del sector inmobiliario también se ha hecho sentir en las cuentas de estas firmas. Lo mismo ha sucedido con la partida de gastos, que sigue su proceso de adelgazamiento en casi todas las entidades. Solo suben en aquellas que han cambiado su perímetro por la compra de algún banco en el últimos año, caso de CaixaBank, que incorporó en enero el negocio minorista de Barclays España, BBVA, que ha sumado a su consolidación Catalunya Banc, o Sabadell, que ha integrado el británico TSB.

Pese a estas dos palancas recurrentes, las entidades han decepcionado al mercado por los débiles márgenes que han obtenido en España.

La presión de operar con unos tipos de interés prácticamente al cero por ciento se ha ido agudizando. Todos los banqueros, de hecho, se han quejado de este lastre que parece que todavía durará como mínimo el próximo año. La bajada de las ya exiguas retribuciones de los depósitos sirven cada vez menos para mejorar el margen de intereses. Además, la demanda del crédito ha sido más débil de lo que tenían previsto en sus presupuestos para este año. A ello se une la fuerte competencia existente en el sector pese a la reducción del número de oferentes.

Ante este escenario, todas las entidades han reconocido en estos días que la guerra del crédito ha finalizado, y a partir de ahora comenzarán a subir los diferenciales de los créditos, o lo que es lo mismo, el precio del activo. Con este encarecimiento intentarán resistir un ejercicio más con bajos tipos de interés, ya que el crédito es la principal fuente de ingresos recurrentes de la banca.

La mayor vinculación de los clientes es otra de las palancas que han comenzado a impulsar para mejorar sus márgenes. En el caso de Santander su propuesta ha sido el lanzamiento de la cuenta 1,2,3, con la que ya ha logrado más de 140.000 nuevos clientes desde finales de mayo. La guerra de las comisiones de los cajeros, con recargos extra a los no clientes de la entidad por sacar efectivo de estos terminales es otra de las armas que ha puesto en marcha la gran banca para fidelizar más a los consumidores.

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