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Tribuna
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Autónomos: marginados del sistema de protección

Siempre se ha criticado a los autónomos que el motivo de que no tengan una pensión de jubilación acorde a sus necesidades es porque no ajustan los ingresos a la cotización que realizan cada mes. Estamos de acuerdo en que se debería cotizar por los ingresos generados, pero siempre y cuando se perciba un retorno adecuado al esfuerzo realizado.

Los trabajadores autónomos tienen una cobertura por cese de actividad, es decir, el llamado “paro de los autónomos”, de carácter voluntario, veamos en qué condiciones.

Para solicitarlo, el afiliado tiene que estar en situación de alta, tener cubierto el periodo mínimo de cotización por cese de actividad (12 meses continuados e inmediatamente anteriores), encontrarse en situación legal de cese de actividad, acreditar disponibilidad activa para la reincorporación al mercado de trabajo y hallarse al corriente en el pago de las cuotas a la Seguridad Social.

Una vez cumplido todo lo anterior (y no voy a entrar en los requisitos necesarios para la acreditación de la situación legal de cese de la actividad) se tiene derecho a dos meses de prestación y, si se ha cotizado 48 meses o más, se podrá cobrar la prestación durante 12 meses, que es el periodo máximo al que se puede optar.

Pero ¿qué importe se cobra? La cuantía máxima será el 175% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples o 1.087 euros mensuales; si el trabajador tiene un hijo a su cargo, la cuantía será de 1.243 o de 1.398 si tiene dos. La cuantía mínima variará entre 497 y 665 euros dependiendo de si el trabajador autónomo tiene hijos a su cargo o no. Por ejemplo, un autónomo menor de 60 años sin cargas familiares que pague la cuota mensual mínima (293 euros) cobrará 619 euros. Si en vez de cotizar por la base mínima lo hace por la máxima, la cuota mensual que deberá soportar el autónomo será de 1.195 para percibir una prestación de 1.087 euros al mes durante, como mucho, un año.

Para impulsar el autoempleo, el Gobierno aprobó esta legislatura un decreto que permite a los nuevos autónomos el pago de una cuota mensual reducida a la Seguridad Social. Recientemente ha entrado en vigor una ley que refuerza aún más la llamada tarifa plana, que consiste en una reducción temporal de la cuota de Seguridad Social que tendrán que pagar los nuevos autónomos cuando se den de alta.

La tarifa plana supone una importante rebaja en la cuota que tiene que pagar el autónomo de modo que, en lugar de 259 euros, comenzará pagando tan solo 50 euros los primeros seis meses y luego se irá incrementando esta cantidad progresivamente hasta llegar a la tarifa normal.

Para acogerse a ella hay diferentes requisitos, como no haber estado de alta como autónomo en los cinco años inmediatamente anteriores, no ser administrador de una sociedad mercantil o no pertenecer al régimen especial para familiares de los autónomos o no estar en régimen de pluriactividad; es decir, trabajar por cuenta ajena y a la vez por cuenta propia. En estos supuestos hay una bonificación especial del 50% durante los primeros 18 meses y del 75% durante los 18 siguientes, pero no es el régimen de la tarifa plana.

Pero lo habitual es que el régimen de autónomos contemple una cuota mínima, para el año 2015 de 259 euros mensuales. Esta cantidad en ocasiones no es asumible para quienes empiezan desde cero una actividad profesional y carecen de recursos, pero parece que sí es asumible para cualquiera que ya esté de alta y esté sufriendo el acoso de los pagos de las cuotas de seguridad social, del IVA de facturas no cobradas y del pago a cuenta del IRPF de ingresos inciertos. Hay casos en los que se da la paradoja de solicitar un aplazamiento a Hacienda para pagar el ingreso a cuenta saliendo posteriormente la declaración de renta a devolver. Esto es una realidad que provoca un mayor gasto no deducible como son los intereses y recargos.

Con estos números sigue siendo mejor asalariarse que emprender y, cómo no, los autónomos siguen siendo los grandes marginados del sistema de protección social.

Juan Carlos Trujillo es Socio-Director del Área Laboral de Martínez-Comín Consultores

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