_
_
_
_
_
Breakingviews
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Corbyn, más cerca que lejos de la UE

Jeremy Corbyn ha elegido una ruta inteligente en Europa. El nuevo líder del Partido Laborista del Reino Unido se comprometió el 17 de septiembre a permanecer en la Unión Europea. Para los inversores temerosos de una cada vez más poderosa campaña a favor de la salida, y anteriormente inseguros sobre dónde se situaría Corbyn, es una buena noticia.

Dadas sus simpatías izquierdistas, Corbyn fácilmente podría haberse declarado en contra de la UE. La burocracia de Bruselas puede ser prepotente, antidemocrática y parecer más centrada en que los mercados funcionen de forma suave que en los derechos de los trabajadores. El líder laborista podría haber hecho que su apoyo al primer ministro, David Cameron, dependiera de si este aseguraría salvaguardias para los empleos británicos. Esto habría sido una amenaza válida, dado que Cameron quiere hacer el mercado laboral de Reino Unido más flexible.

En cambio, Corbyn ha dicho que se quedará en la UE pase lo que pase y que derogará la legislación indecorosa si fuera necesario en caso de que el Partido Laborista ganara las elecciones generales de 2020. El Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP) debería ser el único a favor de una salida de la UE para calmar los temores de los inversores.

Con lo bueno viene lo malo. Además de exponer su política sobre la UE en un artículo para el Financial Times, Corbyn también se comprometió a presionar por un impuesto sobre las transacciones financieras. Esto puede parecer una forma inteligente de recaudar dinero para los gobiernos, golpear a los bancos y amortiguar las cotizaciones. Pero unos menores volúmenes aumentarían la volatilidad y dañarían a los consumidores habituales y sus pensiones. Ello podría obstaculizar los intentos de la economía de la zona euro para crecer de nuevo.

Puede que a los inversores no les guste la intromisión financiera de Corbyn. En todo caso, sigue siendo poco probable que sea capaz de ponerla en práctica. Pero su apoyo a Europa hace que una salida británica.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_