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Cataluña es la comunidad con un mayor PIB

Radiografía de la economía catalana

Cataluña representa al 19% del PIB y es responsable del 25% de las exportaciones españolas La mayor debilidad de la Generalitat es la mala situación de sus finanzas

1. ¿Qué aporta Cataluña al conjunto del PIB español?

La magnitud del desafío soberanista planteado en Cataluña no puede analizarse sin tener en cuenta la importancia que tiene la economía catalana en el conjunto de España. El producto interior bruto (PIB) español supera ligeramente el billón de euros y, de esta cifra, casi 200.000 millones de euros se generan en Cataluña. Así, el peso de la actividad en esta comunidad alcanza el 18,9%, con una población de 7,5 millones de personas, que representa el 16% del total.

Cataluña es la comunidad con un mayor volumen de PIB y la cuarta en renta per cápita

Cataluña es la comunidad con un mayor PIB, seguida muy de cerca por Madrid, que ha ido acortando la distancia en los últimos años. Ambas representan casi el 40% del total de la economía española. En volumen de actividad, les siguen Andalucía, Valencia y País Vasco. En cualquier caso, Cataluña no es la comunidad más rica, un honor que le corresponde a Madrid, cuya renta per cápita asciende a 31.004 euros. En este ranking, la autonomía presidida por Artur Mas ocupa la cuarta posición por detrás de País Vasco y Navarra. La renta per cápita en Cataluña asciende a 26.996 euros y la media nacional se sitúa en 22.780 euros.

Cataluña, pese a ser la mayor economía, es el segundo destino en inversión extranjera. Los últimos datos del Ministerio de Economía reflejan que las empresas foráneas invirtieron el año pasado 17.626 millones en España, un 9,8% más que en 2013. Casi la mitad de este importe correspondió a la Comunidad de Madrid (8.723 millones). La inversión extranjera en Cataluña se limitó a 2.968 millones, el 16,8% del total. La preponderancia madrileña se explica porque la sede de muchas multinacionales se encuentra en Madrid. Si una empresa tiene la central en la capital e invierte en Galicia, el gasto se imputa a Madrid. La estadística refleja que la inversión extranjera en Cataluña se redujo un 15,8%. Los unionistas achacan el mal dato al temor que genera la senda soberanista de Mas.

2. ¿A quién venden las empresas catalanas?

En 2014, último año cerrado, el conjunto de las empresas españolas exportaron al extranjero 240.034 millones de euros. El 25% salió de Cataluña. Es una de las cifras que los partidarios de la secesión enfatizan para demostrar la competitividad de la economía catalana y su baja dependencia del resto de España. Según los datos del Centro de Predicción Económica (Ceprede), las empresas catalanas exportaron al resto de España bienes por un importe de 38.376 millones, una cifra inferior a los 60.195 millones que exporta Cataluña al extranjero. En cualquier caso, los que se oponen a la secesión alertan de que el mercado interior resulta vital para las empresas y destacan que las compañías catalanas venden más a Aragón que a Francia. Según datos desagregados publicados por la propia Generalitat, Cataluña vendió bienes a Aragón por 11.560 millones en 2011 y, en ese mismo año, las exportaciones a Francia se situaron en 10.200 millones. Informes de organizaciones contrarias a la independencia como Convivencia Cívica Catalana señala que si se incluyen las ventas de servicios, las empresas catalanas exportaron al resto de España 61.134 millones, frente a los 60.526 millones vendidos al exterior.

La industria en Cataluña representa el 16,1% del PIB frente al 12% de la media nacional

Una de las fortalezas de la economía catalana es la industria, cuyo peso es superior a la media, lo que también beneficia la exportación y la productividad. El valor añadido bruto catalán –que equivale al PIB tras descontar los impuestos sobre la producción– se descompone de la siguiente forma: un 73,2% son servicios y la industria supone un 16,1% frente al 12% del promedio nacional. La construcción en Cataluña alcanza el 4,8% y la agricultura representa el 1,1%. En la media nacional, los servicios representan el 74,4%, casi un punto por encima que en Cataluña. El peso de la agricultura (2,5%) y la construcción (5,6%) también es mayor.

 3. ¿Es sostenible hoy la Generalitat?

La situación de las finanzas públicas de Cataluña es, objetivamente, mala. Y ello es algo que reconocen todas las partes. Los soberanistas culpan de ello al expolio fiscal y los unionistas responsabilizan al Ejecutivo de Artur Mas de la situación. Cataluña lleva ocho ejercicios incumpliendo el objetivo de déficit fiscal y todo indica que sucederá también este año y el próximo. El último ejercicio cerrado, 2014, la Generalitat ingresó 24.384 millones y gastó 29.536 millones. Es decir, registró un desfase de 5.152 millones. Equivale al 2,6%, muy lejos del objetivo del 1% exigido por Hacienda.

La Generalitat ha incumplido ocho años seguidos el objetivo de déficit

Una de las consecuencias del deterioro de las finanzas públicas es la dificultad para acceder al crédito. La Generalitat emitió en los años 2010 y 2011 los llamados bonos patrióticos para conseguir financiación y que se vendieron entre particulares y empresas a tipos muy elevados que se movían en torno al 5%.

A partir de 2012 y con el Gobierno de Mariano Rajoy, Hacienda puso en marcha mecanismos de liquidez para las comunidades autónomas. El Estado se convirtió en una suerte de banquero de ellas. Las autonomías, que tenían los mercados de crédito cerrados, se han endeudado directamente con el Estado. Además, el Ejecutivo recientemente ha reducido el coste de la deuda. A través del plan de pago a proveedores y del fondo de liquidez, el Estado ha prestado más de 37.000 millones a Cataluña.

Paradójicamente, la Generalitat ha abierto la senda de la independencia en un momento en el que su grado de dependencia de la ayuda y financiación estatal es mayor. El Gobierno recuerda que, sin los fondos ideados por Hacienda, Cataluña hubiera quebrado. Los independentistas responden que ello no sería así si los recursos que se generan en la comunidad se quedaran en ella.

La mala situación de las finanzas públicas ha llevado al Gobierno catalán a aplicar drásticos recortes en sanidad y educación. El Ejecutivo ha iniciado un proceso de venta de patrimonio de la Generalitat para lograr recursos, aunque con escasa fortuna. En 2014, había previsto recaudar 1.000 millones y apenas ingresó 300 millones.

4. ¿Cuál es la situación social en Cataluña?

La crisis económica que se inició en 2008 ha tenido efectos devastadores en toda España y ello se refleja especialmente en el empleo. En este apartado, no hay hecho diferencial. En la media nacional, España presentaba una tasa de paro del 10,4% y, en Cataluña, era del 7,5%, 2,1 puntos menos. Hoy, el nivel de desempleo alcanza el 22,4% en el conjunto del Estado y en la comunidad presidida por Artur Mas se encuentra en el 19,1%, 3,3 puntos por debajo del promedio. La situación es algo mejor en Cataluña, pero los indicadores sociales son igualmente negativos. De hecho, el paro en esta autonomía es superior al que registran ocho comunidades autónomas. Baleares (16,4%), Aragón (17%), Cantabria (18,1%), Castilla y León (19,5%), Madrid (17,6%), La Rioja (16,4%), Navarra (12,5%) y País Vasco (16%) presentan mayores guarismos.

Hasta ocho comunidades presentan una tasa de paro inferior a la catalana

El porcentaje de población en riesgo de pobreza en Cataluña es, según los últimos datos del INE, del 15,8%, por debajo de la media nacional del 22,2%.

Los pilares del Estado de bienestar recaen sobre las comunidades autónomas, responsables de la educación y la sanidad. Los últimos datos detallados en términos de contabilidad nacional, que corresponden a 2013, reflejan que la Generalitat gastó 28.595 millones y, de esta partida, el 32% se destinó a sanidad y el 20% a educación. Estos porcentajes son inferiores al promedio nacional. De media, las comunidades dedican a la sanidad el 35,7% del total del gasto autonómico y la educación se lleva el 23,8%. Las cifras sugieren que la Generalitat dedica menos esfuerzo a estas dos áreas. Sin embargo, este reparto también está condicionado en el hecho de que Cataluña tiene transferida la competencia de prisiones y cuenta con policía propia. Así, la Generalitat destina a “orden y seguridad” el 7% de su gasto frente al 3% de la media.

¿Existe un expolio fiscal como dice Mas?

El independentismo ha articulado parte de su argumentario en la idea de que Cataluña sufre un “expolio fiscal”. En un momento de recortes, la tesis de que los catalanes vivirían mejor y tendrían más oportunidades en un nuevo Estado ha acercado a votantes a la causa soberanista. ¿Sufre Cataluña un expolio fiscal? Las balanzas fiscales –que reflejan qué aportan los ciudadanos de un determinado territorio a la caja común y qué reciben– indican que Cataluña tiene un déficit fiscal. Sin embargo, ello resulta lógico en la medida en que el sistema tributario es progresivo y Cataluña es el territorio con la cuarta mayor renta per cápita.

Los últimos datos publicados por Hacienda reflejan que, en 2012, Cataluña registró un déficit fiscal de 7.439 millones, una cifra que fue superior en Madrid (19.015 millones). Esta estadística es elaborada por el director de Fedea, Ángel de la Fuente, y basada en el enfoque carga-beneficio, donde los ingresos se imputan a quien soporta la carga fiscal y los gastos al beneficiario último. Por ejemplo, parte de la inversión para construir la T4 de Madrid se imputa a Cataluña tras estimar qué parte de catalanes utiliza esa infraestructura. La Generalitat es partidaria de otro método, denominado flujo monetario, que otorga a Cataluña un déficit de unos 15.000 millones, según los últimos datos de 2011. Josep Borrell, exministro socialista y expresidente del Parlamento Europeo, defiende en su última publicación, Las cuentas y los cuentos de la independencia (Los Libros de la Catarata), que Cataluña tiene un déficit fiscal superior del que se derivaría de la aplicación del sistema fiscal redistributivo. Sin embargo, señala que, como mucho, alcanza los 3.000 millones de euros (1,5% del PIB).

Josep Borrell, exministro socialista y expresidente del Parlamento Europeo, defiende en su última publicación Las cuentas y los cuentos de la independencia (Los Libros de la Catarata) que Cataluña tiene un déficit fiscal superior del que se derivaría de la aplicación del sistema fiscal redistributivo. Sin embargo, señala que, como mucho, alcanza los 3.000 millones (1,5% del PIB).

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