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Columna
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El maltratado modelo de Glencore

El consejero delegado de Glencore, Ivan Glasenberg, ha tenido mala pata. Su reputación se ha llevado un golpe por la caída de los precios de los minerales y el menor apetito de China por las materias primas. Con mayor dificultad, ha tenido que adaptarse a las preocupaciones de los accionistas sobre la deuda. Sin embargo, él tenía –y tiene– derecho a insistir en que la mezcla inusual de Glencore de minería y comercio tiene sentido.

Una semana después de cancelar su dividendo y anunciar una posible emisión para reducir la deuda, Glencore cotiza en 6,6 veces la previsión de Ebitda para los próximos doce meses, de acuerdo con Eikon. Eso es un quinto por debajo de su media tras su salida a bolsa, y está en línea con Rio y BHP.

En momentos de debilidad del mercado de materias primas, su enfoque de doble vía hace que parezca más fuerte

El colapso de los ingresos y el cambio de sentido sobre el apalancamiento merece ese tipo de reducción de potencia, pero probablemente no más. El negocio de comercio de Glencore, que ahora ofrece tres cuartas partes de su beneficio operativo, está al abrigo de las oscilaciones en los precios de los productos básicos. Es cierto que los ingresos por el comercio a veces se mueven en la dirección equivocada. Una caída en el resultado comercial de Glencore en la primera mitad del año se debió en gran parte a que la prima que los compradores pagaban para obtener aluminio se derrumbó a medida que se recortaron las colas en el almacén. Pero hace un año, según caían los precios, el beneficio operativo de la empresa de comercio de metales aumentó. En momentos de debilidad del mercado de materias primas, el enfoque de doble vía de Glencore hace que parezca más fuerte y estable.

Sin embargo, es probable que una parte del modelo de Glencore se haya esfumado. Será mucho más difícil para Glasenberg impulsar el crecimiento a través de grandes adquisiciones. El acercamiento del año pasado a Rio Tinto, por ejemplo, sería impensable ahora. Entonces, una acción de Río equivalía en precio a nueve de Glencore. Ahora, la relación es de 18. Puede que un Glencore ligero de deuda sea menos emocionante, pero será mucho más robusto.

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